La recuperación del turismo y el nuevo impulso de la economía

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Cuando el país se propone una recuperación más dinámica del turismo, después de dos años de pausarse la industria del ocio en todo el mundo por la pandemia y otras asechanzas, dichos propósitos no dejan de ser un reto. Lograrlo implica dar un salto por encima de los resultados y recuperarnos de golpes severos que han afectado la actividad turística a nivel mundial.

A esto que se suman los garrotazos dados de forma diferenciada contra toda la nación. Por eso, si bien es cierto que es reconocida la excelencia de la mayor de las Antillas como un destino turístico seguro, lo que se patentizó cuando ganó el Golden Travel Destination Award (Premio Dorado a Destinos de viaje) en Alemania; las metas del próximo año implicarán aprovechar nuestras fortalezas para enfrentar múltiples amenazas, pero también aprovechando la oportunidad que brinda para encadenar al resto de la economía a la locomotora del turismo.

Por supuesto que estas parecen cifras sencillas, pero ¡no es tan así! La recuperación del turismo, según se explicó recientemente en la Asamblea Nacional del Poder Popular por el ministro de Economía y Planificación y Vicepresidente del Consejo de Estado, Alejandro Gil Fernández, depende de recibir 3 millones 500 mil visitantes internacionales, que en el contexto actual ¡son palabras mayores!

Si observamos las cifras para el 2023, estas son similares a las del 2015 y coincidentes con el período de reconocimiento del Presidente Obama sobre la estupidez del bloqueo contra Cuba y la adopción de decisiones más avanzadas en el proceso de acercamiento, llegando al restablecimiento de las relaciones diplomáticas y consulares. Obama llegó a reconocer una verdad de Perogrullo: “Durante 50 años, los Estados Unidos aplicó una política hacia Cuba que fracasó en mejorar la vida del pueblo cubano. Hemos optado por un cambio… Mientras estos contactos se fortalecen día a día, estoy convencido de que nuestro Congreso levantará inevitablemente un embargo que ya no debería existir”.

No obstante, el bloqueo continuó y entre otras cosas no podían consentir el turismo ordinario a Cuba sin la autorización del Congreso, por lo que, aunque se “flexibilizaban” algunas medidas, su administración continuó infligiendo multas multimillonarias a las empresas que comerciaban con nuestro país. Entre ellas, una multa de 204 mil 277 dólares a la firma financiera American Express Company (Amex) por la supuesta violación del bloqueo impuesto a Cuba o una penalidad por 87 mil 255 dólares a la empresa American Honda Finance Corporation dedicada al financiamiento de vehículos automotores de productos Honda y Acura: ambas multas fueron impuestas por la OFAC en 2017, por solo citar dos ejemplos. Pero el hecho de cambiar el leguaje cavernícola puso de moda a Cuba, y nos visitaron 3 millones 541 mil turistas extranjeros, con tendencia al incremento, llegando a los 4 millones 711 mil 910 turistas internacionales en el 2018 (record para Cuba) pero que se desplomó después de 2019.

Estos propósitos significan duplicar los resultados pírricos alcanzados en el 2020, 2021 (año en que tocamos fondo pues nos visitaron solo 356 mil 470 turistas extranjeros según la ONEI) y 2022, pudiendo asegurar que retrocedimos 25 años; porque en el 95 y 96, cuando comenzaba la apertura al turismo en Cuba, nos visitaban alrededor de un millón de turistas anualmente.

Asimismo, entre el 1990 y 2000 (en una década), se recibieron 10 millones de visitantes a un ritmo de crecimiento anual de más del 15 por ciento, que constituyeron montos sin parangón en la región del Caribe; sin embargo, en el trienio 2017, 2018 y 2019 (solo tres primaveras) nos visitaron 13.6 millones de turistas.

Por supuesto que siempre están los que padecen de Memoria a Corto Plazo (MCP), olvidando los sucesos más recientes, olvidando que el desplome fue provocado en primer lugar por el impacto de la pandemia, que implicó de manera necesaria el cierre de fronteras por los emisores y de igual manera de las nuestras (con la gritería de la Merchora de doble moral, que primero decía ¿por qué no cierran la frontera? y después que se cerraron ¿por qué cierran?).

También se trata de desconocer que en muchas naciones vecinas todavía se mantienen latentes los picos pandémicos y los estados de alerta por crisis sanitarias; algo que se evidencia en el incremento de los casos de COVID-19 en un 17 % en América Latina durante la última semana de noviembre de 2022, con aumentos del número de muertes en América Central y del Sur, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS); y que los niveles de seguridad alcanzados en Cuba no todos han podido garantizarlos, sin dejar de reconocer que estos se mantienen latentes.

De igual forma, tratan de olvidar o de minimizar las consecuencias del bloqueo y de las más de 243 medidas impuestas por la administración de Donald Trump y que mantiene vigente el señor Biden. Referente a los viajes a Cuba y al Turismo, entre otras de las medidas trumpistas, se  debe recordar que hasta la coronación de Trump al frente del nuevo imperio, existían 12 categorías de viajes permitidos que incluyen aquellos por motivos educativos, por razones profesionales y para promover el “contacto entre los pueblos” (people to people); sin embargo, el presidente 45 supuso que estos representan una ¨forma encubierta de turismo¨ y los impidió, limitándole el derecho constitucional a más de 600 mil estadounidenses que ya habían viajado a Cuba en el 2018 y al resto de los que quisieran ejercer su derecho en el futuro. Igualmente prohibió que ciudadanos y empresas se relacionaran con casi 200 compañías cubanas, entre las que se incluyen muchas del sector turismo.

Se adoptó además la prohibición de viajes de cruceros y se creó una Lista de Alojamientos Prohibidos en Cuba, que incluyó hoteles y casas de renta, además de las continuadas multas; entre otras tantas medidas de asfixia. Al respecto el ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), Rodrigo Malmierca, subrayó en las redes sociales: “Parece que el gobierno de Estados Unidos teme a las relaciones entre las personas y los pueblos. Teme al intercambio y los viajes. Teme a que sus ciudadanos conozcan la verdad sobre Cuba”.

En cuanto a las guerras, estas siempre están entre las principales preocupaciones de los que se deciden a viajar, en un mundo que necesita paz y garantías de progreso para todos. En ese contexto, el sector turístico no es ajeno a la crisis desatada por el conflicto actual en Ucrania y las medidas adoptadas contra Rusia, reconociéndose recientemente por Europa el “efecto boomerang” de las mismas, las que han puesto a estas naciones en peligro de perecer a consecuencia de “fuego amigo”; pero manteniendo seguro su pellejo los Estados Unidos.

Al aumento del precio del combustible que encarece los viajes en avión, como parte de los costos del transporte aéreo, debe añadirse las situaciones de inestabilidad política que implican que los turistas potenciales suelan optar por cancelar sus viajes o posponerlos hasta que mejoren las condiciones.Si a lo anterior se añade que los turistas rusos y ucranianos representaban el tres % de los turistas en el mundo antes de comenzar la guerra, según la Organización Mundial de Turismo y además persisten las campañas subversivas que desde Miami tratan de separar a la familia cubana (los generales de micrófono y la fauna acompañante no dan una vuelta de carnero por gusto), pues junto con la Comunidad Cubana en el exterior, la Federación Rusa mostraba notorios ritmos de crecimiento de visitantes y se encontraban ambos entre los principales emisores hacia nuestro país.

Por supuesto que nada será fácil, pero la apuesta para el próximo año es sin dudas una meta de nuevo impulso, con la misma convicción del escritor estadounidense de origen ruso Isaac Asimov de que: “Ha sido mi filosofía de vida que las dificultades se desvanecen cuando se enfrentan con valentía”.

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Andrés Martínez Ravelo

Ingeniero civil. Miembro distinguido de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

Un Comentario en “La recuperación del turismo y el nuevo impulso de la economía

  • el 9 enero, 2023 a las 1:55 pm
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    Excelente análisis. La catidad de habitaciones que antes se comercializaban como complemento en el sector particular, tambien se vieron afectadas. Esta recuperacion, tambien puede impactar en esos arrrendatarios. Gracias Andresito.

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