La más genuina prueba de amor (+Infografía)

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El 2 de marzo de 2016 tenía lugar en Cuba, el primer trasplante de órgano de cónyuge vivo. Rafael Jiménez Domínguez le cedía a su esposa, Haray Godoy Del Sol, un riñón; se concretaba así un hito de la trasplantología en Cuba, y éramos testigos de la más fiel prueba de amor. Transcurridos cuatro años, 5 de Septiembre se acerca a los protagonistas de esta historia

Hace cuatro años era noticia en Cuba, y de manera particular en Cienfuegos, el primer trasplante de riñón de donante vivo (cónyuge). Rafael Jiménez Domínguez, en un altruista y amoroso gesto, le donaba un riñón a su esposa Haray Godoy Del Sol. Transcurrido el tiempo, 5 de Septiembre conversa con los esposos, ahora en un ambiente menos séptico y con la alegría de que Haray ha vuelto a usar tacones y dejó aquella dieta rigurosa que la hacía padecer. Llevan, ambos, una vida normal.

“A los seis meses del trasplante comencé a trabajar, soy médico, especialista en Medicina Legal. Llevo una vida normal, sin excesos; la comida, que era lo que más me golpeaba, debe ser fresca, balanceada, no debo ingerir alimentos en la calle; y no tengo dieta especial, me las arreglo como todos en tiempos de carencias”.

¿Has vuelto a usar tacones?

“Diría que no me los quito, es una casualidad que hoy no los lleve, pero era mi sueño antes del trasplante”.

La acompaña su Rafael, el hombre de su vida, quien le dio la más fiel prueba, donarle un órgano, exponerse; una historia que tuvo un final feliz.

“La vida continúa su ritmo. Cada dos meses tengo una consulta en la capital, comenta Haray, y mensualmente me suministran los medicamentos, inmunodepresores, gratis y garantizados.

“El amor sigue en pie, nuestra pareja tiene algo particular que nos une, y aunque no somos los únicos, es diferente al resto”, comenta Rafael, ingeniero mecánico y trabajador del Turismo en Cienfuegos.

“Tomar aquella decisión no me hace menos, continúo con la vida que llevaba antes, mi trabajo no requiere de un esfuerzo extraordinario, los médicos no nos imponen limitaciones. Cuido mi dieta, pero es una costumbre de antaño; no me excedo con la grasa, la sal, prefiero la comida balanceada, lo sano es importante para la salud. No importa que sea un menú criollo, italiano o francés, lo disfruto”, comenta Rafael, quien no fuma ni toma café.

Foto: Juan Carlos Dorado
Foto: Juan Carlos Dorado

Y Haray, médico al fin, aconseja a nuestros lectores, ella que regresó a la vida: “Los triglicéridos altos, la obesidad, y otros son factores de riesgo para la insuficiencia renal, porque te llevan a padecer hipertensión arterial o diabetes, y son evitables con un estilo de vida sano. El exceso de analgésicos, dipirona, ibuprofeno, de los cuales la población abusa, pueden también conllevar a padecer la enfermedad; aunque en mi caso es inmunológica, aprovecho para aconsejar.

“La insuficiencia renal es silente, cuando presentamos los síntomas ya es irreversible y con un daño importante. Aprendí mucho sobre el tema durante la carrera de Medicina y por la enfermedad misma”.

Y a seguidas menciona a muchos de sus médicos y personal de salud: la Dra. Marta Casanova, José Roque (coordinador de trasplantes en Cienfuegos), Yissel Carreño, Hanoi, Daymiris Méndez, Valdivia; todos los trabajadores de CIMEQ y del Hospital Hermanos Ameijeiras, a todos, quienes ayudaron a que en este país sucediera el milagro de volver a la vida y tener el regalo del amor con la más genuina de sus pruebas.

ANTECEDENTE || La decisión de Rafael

 

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

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