La literatura también está presente en “Leer la Historia”
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La última peña Leer la Historia correspondiente al mes de enero, efectuada en los Jardines de la Uneac de Cienfuegos, juntó a varios intelectuales y artistas del patio en un espacio que ya tiene por hábito imbricar la literatura a partir del análisis y la reflexión de textos de componente investigativo.
Justamente, en uno de sus momentos, el público tuvo la oportunidad de escuchar los criterios del reconocido dramaturgo Atilio Jorge Caballero, director del Grupo de Teatro La Fortaleza, quien llevó a la cita Zona, obra estrenada acá en 2017. Sobre ella, su autor debatió primeramente sobre el rigor investigativo al que sometió al elenco. Una cantante lírica proveniente de Kazajstán, dos ingenieros; uno que se obsesionó con las costumbres de la Unión Soviética al punto de transformar las suyas propias; y otro, único especialista en desechos tóxicos nucleares en Cuba que tras la interrupción constructiva de la Central Electronuclear en 1991 se dedica a la crianza de ganado vacuno, son algunas de esas criaturas sui géneris que Caballero colocó bajo las lupas. “Nosotros tenemos por costumbre antes de desarrollar un espectáculo, realizar un bojeo por aquellos tópicos más acuciantes que se mueven en el lugar donde radica el grupo, esencialmente, el poblado de la Ciudad Nuclear. En su mayoría, cada texto que hemos concebido ha pasado por ese filtro, con temas sensibles como la violencia intrafamiliar, el exilio, etc.”, comentó el autor.
Entre los atrevimientos que posee Zona está la inserción en escena de las figuras reales en las que se basan sus protagonistas. “Fui yo quien tuvo que confesarles que se había hecho un trabajo detectivesco, ilegal, sobre ellos, y en segundo lugar mi deseo de que estuvieran en el estreno, y que al final, hablaran de sí mismos frente al público en distintos momentos”, aseveró.
Concluido el soliloquio de los actores, cada ciudadano real de la CEN —tomada su experiencia vivida para la obra—, tiene la oportunidad de interrumpir la sucesión lógica de los actos. Dichas intervenciones constituyen de ese modo relatos vivos, y por tanto la pieza adquiere un sentido hiperrealista, contrapuesto a los preceptos de toda ficción. “Para nosotros fue una puesta capital. Tuvo mucha aceptación; fue publicada en la revista Conjunto de Casa de las Américas, se invitó al Festival de La Habana, ya que había sido la primera vez en el teatro cubano que se trabajaba con personas reales en el mismo contexto donde se estaba desarrollando una función de este tipo”, reafirmó igualmente el dramaturgo.
Además de Zona, otros textos se reseñaron en la cita como In nomine dei, del Premio Nobel José Saramago, y dos volúmenes relacionados con la obra martiana, díganse Pensar, prever, servir. El ideario de José Martí, de Pedro Pablo Rodríguez, y Martí en Jorge Mañach, con prólogo de Salvador Arias.
La peña, programada los últimos jueves de cada mes en el horario de la mañana, también cuenta con la presencia musical de la orquesta de guitarras Ensemble.
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