La Isabela, Mipyme sin abandonar sus esencias
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Con el sugerente nombre de Tropical Jagua, en la finca La Isabela, perteneciente a la Empresa de Cítricos Arimao, bien conocida por sus resultados, se asienta una de las Mipyme con las que cuenta Cienfuegos. ¿Significa esto que ha perdido su esencia como finca y proyecto de desarrollo local?
Justamente, Edey Suárez Martín, productor y presidente de la pequeña empresa responde: “Veo muchas ventajas al convertirnos en Mipyme, pues al tener personalidad jurídica nos favorece la contratación, por nosotros mismos, con las empresas y también para la exportación y la importación.
“Somos una empresa comercializadora de manera mayorista de producciones agropecuarias y daremos un valor agregado, pues procesaremos y empaquetaremos lo que venga directamente del campo. Es decir, garantizaremos un producto fresco y de calidad, de cara al pueblo y también al turismo”.
Asegura Edey que hoy dan pasos en la adquisición de medios de transporte y trabajan en la ampliación de la minindustria para garantizar nuevas opciones, a partir de lo que se obtiene en la finca. De tal suerte, llegarán a dos placitas del municipio de Cienfuegos y pondrán en funcionamiento el Merca Hostal para abastecer a restaurantes particulares (paladares).
“La finca La Isabela surgió como un proyecto de desarrollo local y trabajamos para que la Mipyme también lo sea; lo cual favorece tanto al territorio cabecera, como a los trabajadores vinculados a la tierra y a la minindustria”, afirma el destacado productor.
Osmar Tito Vázquez Alonso, socio de la Mipyme Tropical Jagua, reconoce cuán beneficiosa resulta esta modalidad económica: “Nos abre mucho el diapasón del comercio, porque podemos comercializar, exportar, intervenir en otros tipos de negocios que antes no podíamos. Para el país también el beneficio es importante”.
Por senderos del Turismo
“Estamos creando las condiciones para concluir el módulo pecuario y también el lago, de manera que todo sea un encadenamiento y el turista pueda llevarse de la finca toda la amplia gama de ofertas”, explica Edey Suárez Martín, y detalla en qué consistirá el sendero turístico.
“El sendero comprenderá, por ejemplo, el acceso a los jugos de frutas y de caña (guarapo), pues habilitaremos un trapiche que los propios visitantes pueden accionar; además de un ranchón. Asimismo, los turistas podrán consumir todo cuanto se produzca aquí”, asegura.
Mucho ha avanzado “La Isabela” en los cuatro años de funcionamiento y ello ha sido posible porque no ha habido descanso ni en las mentes ni en los brazos de quienes la llevan adelante. Tal es el caso del albañil Manuel Raúl Sánchez Ordóñez, desde el principio en el lugar: “Lo realizado aquí ha sido con mucho sacrificio, trabajando duro. Hemos hecho el ranchón, recuperando materiales para levantar las naves, porque todo estaba en cero, muy enyerbado, no tenía nada; esto se logró poco a poco”.
¡Enhorabuena!
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