La higuereta, aceite de ricino y el espanto de vejigos

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De solo mencionar el aceite de ricino bastaba para provocar la espantada de la prole familiar. La amenaza llegaba cuando la “vieja” acudía al temible frasco, cuchara en mano, para distribuir la dosis correspondiente de aquel purgante que, según ella, era el mejor remedio contra las barrigas infladas de parásitos.
Aquel era un líquido espeso, límpido, incoloro o apenas amarillento, de sabor muy desagradable y persistente, al que también los mayores llamaban palma christi, extraído, según supe después, de una herbácea conocida por higuereta, castor, tártago, higuerilla, higuera infernal, mosquitera, entre otros muchos vocablos según la región geográfica.

Así la ve la botánica

El Ricinus communis, como es coconida en el mundo de la botánica, es la única especie aceptada del género Ricinus, planta arbustiva de la familia Euphorbiaceae. Tiene gran capacidad para invadir territorios. Es originario de África tropical, alrededor de Etiopía, pero se ha naturalizado en áreas tropicales y subtropicales de todo el mundo, convirtiéndose en una maleza invasora.

Produce gran cantidad de semillas altamente viables y sumamente venenosas. Se calcula que tan solo cuatro semillas pueden matar a un adulto de tamaño medio. Sin embargo, de esta planta se pueden extraer compuestos anticancerígenos y el aceite de ricino, que es comestible. Esto, mediante un proceso de separación del aceite por presión. También es una especie ornamental preferida en jardines.

Entre sus características sobresale eltallo erecto, de uno a cinco metros de alto, más o menos ramificada, a menudo se vuelve arbórea, con un tronco robusto. Posee hojas alternas y palmeadas y flores numerosas, apétalas, pequeñas, verdosas y en racimos terminales. El fruto es una cápsula tubular espinosa que contiene en cada celda una semilla ovoide. Las semillas son brillantes, lisas, negras, matizadas de blanco y moteadas con marcas grises y pardas. El endospermo es carnoso y aceitoso.

Originaria de África tropical, alrededor de Etiopía, pero se ha naturalizado en áreas tropicales y subtropicales de todo el mundo convirtiéndose en una maleza invasora/ Foto: Tomada de Internet

Las flores están dispuestas en grandes inflorescencias, erguidas, que, cuando jóvenes, emergen de una espata en los nudos entre el tallo y los pedúnculos de las hojas; en la parte inferior de dichas inflorescencias están las flores masculinas, con un cálizde cinco piezas lanceoladas/triangulares y múltiples estambres soldados, con forma de columna, ramificada a modo de coliflor. En tanto, las femeninas se encuentran en la parte superior de la panícula, con ovario, formado por tres hojas carpelares y rematado por un pistilo trifurcado, con papilas destinadas a captar el polen. Florece casi todo el año.

Desde el punto de vista etimológico, debe señalarse que Ricinus es el nombre del género, aplicado ya a esta planta por Plinio —aunque también lo hizo al fruto de una zarzamora —; por su parte, otros autores latinos, aluden al parecido de sus semillas con ciertas garrapatas, llamada también ricinus en latín. Pero el ricino era conocido desde mucho antes, pues lo nombran autores griegos como Teofrasto y Dioscórides, con el nombre de “croton”, y sus semillas han aparecido en tumbas egipcias, muy anteriores.

Cómo la ve la ciencia

Del Ricinus communis se extrae el reconocido aceite de ricino o palma christi el cual actúa como un enérgico purgante irritante. Los principios activos más importantes son el ácido ricinoleico y el isorricinoleico. Este laxante estimula el peristaltismo por un efecto directo sobre la musculatura lisa intestinal, al estimular los plexos nerviosos intramurales.

Se ha demostrado que facilita la acumulación de líquidos e iones en el intestino delgado para favorecer el efecto laxante. El ácido ricinoleico se absorbe en el intestino delgado en pequeña cantidad y es metabolizado como cualquier ácido graso en el hígado, debido a lo cual se transforma en dióxido de carbono y agua. El comienzo de la acción es entre las dos y seis horas luego de la ingestión oral y las heces formadas son de tipo acuoso.

Las lectinas (ricina y aglutinina) extraídas de las semillas, se utilizan como marcadores en técnicas histoquímicas y en cromatografías de afinidad. El aceite de ricino también se usa en la fabricación de jabones y como lubricante para motores de combustión interna, así como para fabricar líquido de freno.

La semilla de la higuereta es la parte más útil de la planta, de donde se extrae el famoso aceite de ricino/ Foto: Tomada de Internet

Las hojas, por su parte, se aplican tópicamente sobre las mamas para estimular la producción de leche. La decocción de la raíz se emplea para las prostáticas por su acción diurética; también se usa contra los cólicos. Sus hojas se aplican en la cabeza en caso de fiebre, para aliviar el dolor y contra cualquier inflamación externa. Según consejos de abuelos, el aceite palma christies buen remedio para curar orzuelos incipientes, aplicando una gota en el párpado.

Entre las advertencias sobre efectos adversos se sabe que las lectinas extraídas de las semillas son citotóxicas. Se han reportado casos de envenenamiento en el ganado producidas por la planta y las semillas. El bagazo de las semillas contiene un alérgeno que provoca reacciones alérgicas en individuos hipersensibles.

Una de las lectinas de la semilla (ricinus communis aglutinina) mostró acción neurotóxica, al producir degeneración neuronal de la médula en ratas. Luego, en condiciones de laboratorio, se probó la efectividad de la planta Ricinus communis en el control de estas especies de roedores Rattus norvegicus y Mus musculus, L, para lo cual se cosechó la semilla en horas de la mañana, moliéndose y mezclándose con cebo inocuo a diferentes concentraciones. También esta semilla fue pelletizada, y se preparó una infusión con las hojas con el objetivo de facilitar el trabajo. La especie Rattus norvegicus resultó muy susceptible a los formulados a base de semilla de higuereta, no siendo así para el Mus musculus. Se comprobó que los animales mueren por diarreas y hemorragias generalizadas cuando comen el formulado preparado con las simientes del castor.

Aún no sé a ciencia cierta por qué mi madre nos colgó del cuello un collar de tallos de higuereta cuando, de muchachos, nos “dio” la parotiditis, conocida popularmente por paperas. Superchería o no, la teoría era que a medida que secaban los canutos iba desaparciendo la inflamación de las glándulas parótidas.

Como dato cusioso señalar que la higuereta Ricinus communis Len la religión de los Orishas le pertenece a Obatalá y Shangó, y se usa para preparar baños espirituales contra el mal de ojo. Los babalawos emplean la planta en las ceremonias de Ifá.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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