La evasión y los récords en la taquilla mundial

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En la era del streaming, Youtube, Netflix y los televisores “láser” 4K de 100 pulgadas los seres humanos continúan asistiendo al cine, a despecho de todos aquellos réquiems premonitorios de un abandono en masa de la sala oscura para estas fechas.

Durante el finalizado 2019 la taquilla mundial registró un nuevo récord, con 42 500 millones de dólares de recaudación. Pese a la caída de un 4, 4 por ciento —11 400 millones menos que en 2018—  de los ingresos en Estados Unidos y Canadá (los dos países se contabilizan juntos en la boletería), por primera vez en la historia el resto del planeta llegó a la cifra de 31 100 millones de dólares.

En Francia, modelo por la diversidad y calidad de su cine, la fortaleza de la industria y la eficacia de su esquema de distribución, se registraron  213 millones de espectadores en 2019, para una expansión del seis por ciento. Allí recaudaron 1 570 millones de dólares. La producción local retuvo el 35 por ciento del mercado, indicador fabuloso en comparación con la mayor parte del mundo (salvo China, India y en menor medida Corea del Sur), donde el dominio hollywoodense es casi total. Y hubo 16 filmes galos con más de un millón de espectadores cada uno, contra 10 en 2018.

La taquilla china superó los 9 000 millones de dólares, con una mejora del 4,1 por ciento y aumento de su cuota de mercado del 62, el calendario precedente, al 65 por ciento este. En el año concluido, en pequeñas ciudades y pueblos del interior abrieron cerca de 20 000 nuevas pantallas, con lo cual ya suman 80 000 en toda la nación.

Los espectadores rumanos treparon de 389 172 en 2018 a 785 957 en 2019, con una cuota alentadora de películas nacionales entre las más vistas.

La taquilla irlandesa recaudó más de 140 millones de dólares, mejor cifra histórica de la Isla Esmeralda.

Ahora, salvo excepciones, algunas arriba mencionadas, cuanto fue a ver el público mundial al cine consistió en superproducciones, secuelas y cine evanescente, nada aportador al lenguaje y la trascendencia de este arte, algo que ya supone una tendencia en el consumo a lo largo de varias décadas.

Así, las 58 películas vinculadas a sagas y estrenadas a rango planetario a través de la etapa se engulleron el 82 por ciento del público que consumió cine de Hollywood. El otro 18 por ciento quedó para 81 filmes con argumentos originales no vinculados a franquicias.

Cuando se aprecia el Top 10 anual mundial, la decepción es total: Salvo la polémica pero artísticamente defendible Joker, lo demás quedará en el más doloroso olvido:

1- Avengers: Endgame (Disney): 2 790 millones

2- El Rey León (Disney): 1 650 millones

3- Frozen 2 (Disney): 1320 millones,

4- Spider-Man: Lejos de casa (Sony): 1 130 millones,

5- Capitana Marvel (Disney): 1 120 millones,

6- ToyStory 4 (Disney): 1 070 millones,

7- Joker (Warner): 1 060 millones,

8- Aladdin (Disney): 1 050 millones,

9- StarWars: El ascensode Skywalker (Disney) 945 millones

10- Rápidos y furiosos: Hobbs& Shaw (Universal): 758 millones

Al hacer el balance del año, un crítico del periódico bonaerense Página 12 enumeraba entre los principales escollos enfrentados allí “la falta de salas para las películas más arriesgadas, el abuso de las superproducciones a la hora de acaparar cada vez más pantallas la semana de estreno, el desamparo de las distribuidoras pequeñas frente a los tiburones blancos y el cada vez más limitado circuito independiente de salas”. En realidad no constituye un fenómeno circunscrito a la Argentina. Abarca toda América Latina y el mundo.

Tras efectuar su pase de revista a la taquilla española en 2019 (de las peores en la década), un colega madrileño de El Mundo apreciaba que “si se miran de cerca los títulos de las películas que han llevado a la gente al cine, se descubre con cierto estupor que seis de las diez producciones más taquilleras responden a la descripción de comedias más o menos televisivas, que es el cine que la actual ley vigente con las cadenas privadas como productoras protege. Las dos que encabezan la lista de cintas españolas más taquilleras, Padre no hay más que uno (14,2 millones), de Santiago Segura, y Lo dejo cuando quiera (11,3), de Carlos Theron, son remakes. Solventes, pero copias al fin y al cabo de éxitos previamente testados fuera. De las cintas contendientes a los Goya, por ejemplo, solo Mientras dure la guerra (11), de Alejandro Amenábar, y Dolor y gloria (5,7), de Pedro Almodóvar, resisten en lo más alto al lado de otra excepción como Quien a hierro mata, de Paco Plaza”.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

Un Comentario en “La evasión y los récords en la taquilla mundial

  • el 15 enero, 2020 a las 5:44 pm
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    Mientras el nuevo MickyPulpo norteamericano siga monopolizándolo todo y sumando gente a su castillito, más precarios serán los resultados en cuanto a originalidad, fuerza artística, reflexión y demás componentes esenciales.
    La presencia de Frozen II o Toy Story 4 en los BAFTA de este año ilustra (al menos para el ámbito de la animación) el proxenetismo tan grande que hay en esa industria, al servicio de los billetes con muchos ceros.

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