La desdolarización y el efecto avestruz

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 14 segundos

Desde que se firmaron los Acuerdos de Bretton Woods en 1944, el dólar estadounidense se estableció como divisa principal del comercio internacional y ha dominado las reservas internacionales, convirtiéndose en la principal moneda utilizada en el comercio mundial y la principal arma de dominación del imperio hasta la fecha. No obstante, el festín parece estar llegando a su final más rápido de lo que algunos imaginábamos: el mundo o una buena parte de sus economías, ha comenzado a apostar por la desdolarización y los dueños del dólar piensan o tratan de hacer creer que el problema es que tienen un chino atrás y que ese problema genético solo se cura con guerras (y no con el médico chino).

Resulta que según un informe de la multinacional financiera estadounidense Morgan Stanley: “El dólar ahora representa alrededor del 58 por ciento de las reservas oficiales globales totales, frente al 73 por ciento que tenía en 2001 cuando era la reserva hegemónica indiscutible”, mientras que el economista Stephen Jen, creador de la “Teoría de la sonrisa del dólar” afirmaba que “ante tantas señales de descalabro, su estatus de reserva se desploma a un ritmo más rápido”. Sin embargo, buscando evadir la responsabilidad, usted lee titulares sobre el supuesto “empeño de China y Rusia por desbancar al dólar” o que “China y Rusia aprovechan el hueco que occidente ha dejado en América Latina”, al igual que abordan con suspicacia “la ofensiva de encanto de Lavrov en América Latina” después de la gira del canciller ruso por Cuba, Venezuela, Brasil y Nicaragua, naciones soberanas que se encuentran dentro de su área de influencia o lo que consideran su patio trasero. También los políticos se expresan en el mismo tono. Por ejemplo, la congresista anticubana María Elvira Salazar vociferaba recientemente que “China invade a América Latina con ayudas económicas” y se explayó de lo lindo (con amenazas incluidas) al abordar las relaciones de Argentina con China, acusando de paso acusó al gobierno argentino de mantener un “pacto con el diablo” al avanzar en la fabricación de aviones militares chinos en el país. “Hay dos mundos, el mundo libre y el mundo de los esclavos, espero que los argentinos se queden en el mundo libre”.

Claro que la inestabilidad de la economía mundial, propiciada en buena medida por las guerras imperiales y sus consiguientes gastos, han propiciado que la deuda de los Estados Unidos de América fuera de 31 mil 381 billones de dólares en el 2022, lo que es tres veces superior a su Producto Interno Bruto. Lo anterior ha estado vinculado, entre otras cosas,a su adicción por el uso de la maquinita de hacer dinero cuando les aprieta el zapato, desde que hace 50 años Richard Nixon suspendiera la convertibilidad del dólar contra el oro, cambiando el rumbo del sistema financiero internacional. Evidentemente que esto ha propiciado el descrédito del dólar como dinero fíat o basado en la confianza de los agentes en la divisa y respaldado por el Estado, en vez de estar respaldado por su convertibilidad en oro u otras divisas.

Súmesele el uso del dólar como arma de guerra, al estar vinculado a las medidas de asfixia económica que han tratado de imponer a aquellos países que no son del agrado de los gobernantes norteamericanos, como Cuba durante más de sesenta años o Venezuela e Irán. Estas medidas se han querido imponer también a Rusia, sin tener en cuenta que su economía no es la de los pequeños países antes mencionados.  Estas últimas medidas, que van desde la decisión de aislar a los bancos rusos de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT) y cortarle su acceso al sistema financiero internacional,hasta la de congelar activos rusos en Alemania, Francia, Irlanda, Austria, Bélgica, Luxemburgo y otros países de la Unión Europea por valores ascendentes a más de 20 mil millones de euros, parece que se han convertido en un bumerán para los europeos. La rusofobia parece que ha acelerado el proceso de desdolarización. A la sazón el mundo se pregunta¿de qué confianza están hablando estos tipos que utilizan el dólar a su antojo? Para ponerle la tapa al pomo, Arabia Saudita se ha pronunciado por dejar de cotizar el petróleo en dólares, lo que pondría fin al famoso “petrodólar”.

Por supuesto que el avance de la economía china es indiscutible, por lo que contra ella su enfilan también los cañones y comienzan a aparecer una trama de “culpables” que miran con dudas al dólar. Entre ellos, los medios incluyen a Brasil con su villano favorito: el presidente Luis Ignacio Lula Da Silva y sus pronunciamientos que demandan una menor atadura de la moneda norteamericana. De igual manera mencionan a la India y a otros países que han adoptado o se han pronunciado en los últimos meses de este año por establecer sus transacciones comerciales en otras monedas distintas al dólar, ya sea en yuan, en rublos, en rupias o en la moneda que aparezca y alejados del desprestigiado papelito verde que desde hace años se auguraba se desmoronaría; pero que en estos momentos parece más cercano a su destino final. Junto con él, caería una enorme fuente de poder económico para los Estados Unidos y su influencia como líder mundial se está debilitando.

En medio de este escenario aparece el miedo a la aparición de un mundo multipolar que se construye a pasos agigantados. Entonces estas líneas de mensaje de los políticos y de los medios de difusión que representan o son voceros de las élites del poder que dominan al mundo, son el reflejo del efecto avestruz ante la debacle que se avecina, escondiendo la cabeza en la tierra para ignorar el peligro o para fingir que no existe,utilizándolo como mecanismo de protección.

Visitas: 8

Andrés Martínez Ravelo

Ingeniero civil. Miembro distinguido de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

Un Comentario en “La desdolarización y el efecto avestruz

  • el 22 mayo, 2023 a las 9:28 pm
    Permalink

    Los bancos de Singapur, paralelamente con las operaciones con tarjetas occidentales vinculadas casi siempre a bancos norteamericanos, han abierto al 90% operaciones paralelas de cobros y pagos con tarjetas de países sujetos a sanciones occidentales económicas y financieras, pero es un nicho pequeño en comparación al dolar y no es un factor de desarrollo en la economía de Singapur que enfoca este procedimiento alternativo en el turismo fundamentalmente. Las operaciones paralelas al margen del dolar, posibles en Cuba porque es un país pequeño y pobre a nivel macroeconómico, no se aplican en grandes países salvo en determinados rubros e intercambios pero no sustituyen el dolar completamente que sigue rigiendo la economía mundial.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *