La decisión de Park Chan-wook

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La televisión cubana se vestirá de traje esta noche, al traer al espacio de La séptima puerta la película surcoreana La decisión de partir, una de las obras más cautivadoras del cine mundial en 2022, galardonada con el Premio al Mejor Director en Cannes y otro grupo de distinciones.

Su realizador, Park Chan-wook, en tiempos de cánticos más y menos logrados de amor a la pantalla (Los Fabelman, de Spielberg, e Imperio de la luz, de Mendes, en cada uno de los casos), entrega aquí un conmovedor homenaje al cine negro y, quizá incluso más, a esos clásicos de amores imposibles que el celuloide nos entregase a lo largo de de las décadas.

Resulta imposible, al apreciar La decisión de partir, no pensar en obras fílmicas como las estadounidenses Casablanca y Vértigo, la italiana Noches blancas, la taiwanesa Deseando amar o la polaca Cold War, grandes piezas todas que gravitan en torno a cómo las circunstancias que rodearon a las respectivas parejas y las complejidades humanas de sus integrantes impedirían, en todo cuanto demandaba su fervor romántico, la consumación de pasiones inmensas, contrahechas en sus propias quimeras o aplastadas por los giros del destino.

Con delicadeza, sensibilidad, sensualidad, exquisita atención a los detalles –determinantes en la cinta– el más quedo y contenido de todos los Park Chan-wook posibles configura esta nueva asunción de la trama de detective enamorado de la eterna mujer fatal del noir occidental o de los filmes de su maestro Kim Ki-young,  la cual actualiza y revitaliza, si bien en las antípodas del costado animal de la Instintos básicos de Verhoeven, con la cual de forma poco lúcida ha sido comparada. Aquí no prima el arrebato erótico, sino la sublimación romántica del ser amado. Por tanto, constituye la del creador de la Trilogía de la venganza, Sed y Stoker una película cargada de ternura, lirismo, la cual para bien suyo logra la feliz convergencia de la belleza poética del texto con la belleza formal de la puesta.

Coescrita por Park junto a su colaboradora habitual, Jeong Seo-kyeong, La decisión de partir es un thriller romántico sobre la soledad y el intento de supervivencia fundado en la pasión, una inasible, esquiva y por ello más subyugante. La película, por ende, desprende un halo de dolor típico en el cine de su creador, si bien garantizado en su obra previa a través de la exaltación de los tonos y tempos canalizados por conducto del vehículo permanente de la violencia, física y mental, que de ninguna de las dos se ha privado nunca el viejo Park. No es el caso ahora, pues aunque eventualmente afloren en el relato algunos de los estilemas del autor asiático –potencialización del elemento trágico, crudeza visual, pirotecnia dramática, desenfreno, desmesura, dinamitado del relato con cargas de ironía y un peculiar humor– la decisión de Park Chan-wook estriba aquí en no dejar mucho lugar para lo paroxístico o tronante, sino fundamentalmente para lo humano e íntimo de dos criaturas quebradas, en permanente intento por conseguir algo que las supera.

El virtuosismo estético del realizador encuentra en el filme un punto de maduración, que permite ángulos de cámara a revisar en las escuelas de cine, maestría en la cadencia de los planos, visualidad abrazadora y la sintonía secuencial de un montaje preciso en grado mayor debido a las dos manos cargadas de oficio de Kim Sang-Bum. A La decisión de partir, por añadidura, la corola la composición de fuste de los personajes centrales, por el actor coreano Park Hae-il, en el rol del detective, y la china Tang Wei, en el del objeto de su devoción y femme fatale que pese a poseer un anverso sinuoso nunca alcanzará las cotas malévolas de las de su semejante Cate Blanchet en El callejón de las almas perdidas, otra maravilla formal. En todo caso, cuanto sí demuestran la película de Del Toro y la de Park es el inconmensurable amor al cine de sus dos creadores. Les recomendaría, no obstante las notables diferencias entre ambas y ser superada por la asiática, apreciarlas en tanda doble.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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