La ciudad y los perros

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Cuenta la leyenda que un día el suelo de la Tierra tuvo hendiduras, cada cual debía elegir donde quedarse y el perro dio un salto arriesgado hacia la islilla del hombre. Desde entonces una concordancia especial unió a los humanos con tal especie, la más antigua de las mascotas.

La domesticación ha avanzado hasta el punto que algunos opinan que la cultura de las naciones se manifiesta en el estado de sus perros. Los países desarrollados tienen acceso a sofisticados alimentos y medicinas, pero en las naciones en vía de desarrollo queda mucho por hacer en la conciencia social para convivir con ellos.

“Tengo una meta de captura de 501 perros al mes en el municipio de Cienfuegos, pero no lo logramos. Ese número es sobre la base de la población canina estimada, aunque no contamos con un censo real (…) Mensualmente como promedio recogemos unos 120 perros, muy por debajo, porque tenemos un solo carro para toda la provincia. Luego de la captura esperamos 72 horas o una semana antes de sacrificarlo (…) Al animal se le aplica una inyección letal y después se entierra en el vertedero municipal”, esclareció en un primer acercamiento al tema Dr. David Vera Carballés, quien atiende el programa de Zoonosis en el municipio cabecera.

Una misiva del médico veterinario Andrés Torres Martínez llama a la reflexión sobre tales procedimientos: “varias personas comentan y hasta muestran imágenes sobre la forma inadecuada de recogida de perros. Esta masa canina en ocasiones es considerable y su estado físico es deplorable. Además alteran el ornato público y dañan el ecosistema, como es el caso del parque Martí, donde los perros que allí viven o deambulan no permiten una correcta alimentación de las palomas del entorno (…) En el saneamiento canino están centradas las quejas en la forma violenta giratoria mediante la que son capturados para introducirlos en el carro−jaula”.

Antiguamente los métodos eran otros y también existían en Cienfuegos espacios estatales para el tratamiento de estos mamíferos, además de un kiosko donde expendían medicamentos. Antes de llegar al punto de la factibilidad o no de la recogida, vale adentrarse en los factores que determinan hoy la decisión de abandonar al mejor amigo del hombre.

CARENCIAS VS AMOR

A pesar de los niveles culturales que alcanzó Cuba después de 1959 por las reformas educacionales, existe indolencia hacia los animales, ello respaldado por la no concreción de una ley que los proteja. Tal situación se agrava con la depresión de los servicios veterinarios estatales para las mascotas en el país.

No solo es llevarlo a casa, darle comida, sino atender sus necesidades de higiene y salubridad. “Tengo una perrita salchicha de cinco meses, la atiendo aquí en Buena Vista en dependencia de lo que haya, porque aquí no hay nada, solamente la puedo traer a cortarle las uñas. Sin embargo, para vacunarla debo llevarla al particular y cuesta caro; eso no lo entiendo”, afirma Ana María Suárez, cliente de la exigua clínica de Veterinaria, como se le conoce en la provincia, y donde las prestaciones hoy son mínimas.

“Aquí no hay clínicas, aquí lo que hay son consultorios dando los servicios mínimos, ni los particulares tienen buenas condiciones (…) Nosotros no estamos autorizados a hacer recetas, en estos momentos no hay lugar donde vendan medicamentos de animales, lo que está previsto es que Labiofam creará un establecimiento en la farmacia de Prado y Santa Elena donde los venderán; ya preparamos a los médicos para que hagan las recetas y nada”, aseguró Msc. Dr. Carlos Caballero.

Una consulta puede variar entre los 10 y 20 pesos en moneda nacional según el personal que atienda, eso no significa garantías en los diagnósticos ni eficacia en el tratamiento, pues no siempre hay ética, existen elementos inescrupulosos que se nutren del desespero de los dueños.

Un suero para hidratar a un perro con parvovirus puede llegar a superar los 100 pesos, mientras que la vacuna quíntuple sale sobre los 14 pesos convertibles. No menos delgada está la cuenta de las cirugías: menores entre 60 y 120 pesos, mayores entre 150 y 450 pesos; de estas, las traumatologías son las más caras. La mayoría de los insumos y fármacos para tales procederes provienen del sistema de Salud cubano (o sea lo que está destinado para los humanos) y de importaciones particulares. “Mi perro necesitaba ranitidina y el propio veterinario me dijo que solo estaba a nivel de policlínico o de hospital. Y allá fui…”, sentenció un entrevistado

El momento de la reproducción de las mascotas es quizás el punto de inflexión en la relación animal-hombre, a veces se quiere un perro, no dos ni seis. En la actualidad la carencia de anestesia determina la regularidad del servicio de ligadura en Buenavista, mientras que los particulares cobran hasta 80 pesos por ello.

“Es más un problema de conciencia, no es darle un poco de comida y para la calle, no se dan cuenta que están con un ser vivo que deben cuidarlo, darle cariño; no es solo alimentarlo”, agregó el Dr. Caballero.

EN LA CALLE Y SIN RECURSOS

No pocas veces vemos cómo turistas y cubanos se agachan para brindarles a los perros de la calle un poco de agua o alimento. Están en cualquier lugar de la ciudad, sin el cariño de un hogar, a pesar de ser animales afectivos y fieles.

“Hay una hiperpoblación canina en el municipio, y si además tenemos problemas para el saneamiento sistemático, ello da una infestación muy alta (…) Ojalá crearan refugios para estos animales, con alimentación y cuidado veterinario, donde las personas puedan ir a adoptarlos”, dijo Vera Carballés.

El Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CEPHEM) es quien posee la camioneta para la captura. “Lo llevamos a un centro de observación canina (…) en espera de algún dueño, si no aparecen, sacrificamos al animal (…) En las ciudades hay millones de perros, por eso existe el saneamiento canino, no es para hacerlos sufrir”, argumentó la doctora Vivian Hernández Monzón, vicedirectora del CPHEM. ¿Y cómo no hacerlos sufrir sin el amparo de un hogar, sin la posibilidad de ser rescatado de la muerte?

Una trilogía asoma como sentencia: no hay logística, no hay cultura, no hay  ley. Nada es tan blanco y negro, pero lo cierto es que la ciudad y los perros son un drama, símbolos de contrariedades de una urbe que presume prestancia en el tiempo.

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Zulariam Pérez Martí

Periodista graduada en la Universidad Marta Abreu de Las Villas.

5 Comentarios en “La ciudad y los perros

  • el 28 marzo, 2018 a las 4:51 pm
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    Qué vergüenza!!!!! Y hay quien dice ser “Dr.” y dirige un grupo de criminales institucionalizados??
    Y hasta se ponen metas??
    Por qué no se destinan esos “pocos” recursos que dicen tener a acciones más edificantes y humanas?? Sería mucho mejor tener un refugio donde los animales fueran protegidos, curados, y dados en adopción.
    Una sociedad como la nuestra, que está preocupada por fomentar altos valores en las nuevas generaciones debería tener más preocupación por educar a los niños y jóvenes en el cuidado de los animales.
    A los que hablan del cuidado del medio ambiente, se les olvidó que los animales forman parte de él??

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  • el 5 septiembre, 2017 a las 9:24 am
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    POR QUÉ, UNA SOLUCIÓN TAN FÁCIL Y TAN DESGARRADORA COMO MATARLOS????, HAGAN UN CENTRO DE PROTECCIÓN Y SALUD PARA ANIMALES DESAMPARADOS, COMO LOS QUE EXISTEN EN OTROS PAÍSES DEL MUNDO ENTERO ESTABLEZCAN LEYES, Y VERÁN ASÍ COMO ESTAS TRISTES IMÁGENES IRÁN DESAPARECIENDO!!! ES MUY TRISTE VER AL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE, EXPUESTO A TANTO MALTRATO….PIDO A LAS AUTORIDADES DE CORAZÓN QUE PIENSEN EN ELLO…

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  • el 4 septiembre, 2017 a las 4:08 pm
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    Concuerdo con usted, luisa. El hombre ha perdido el sentido humano que lo resuelve por la vía mas fácil, así se ha vuelto esta sociedad cruel y sin gota de piedad.

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  • el 4 septiembre, 2017 a las 1:06 pm
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    NO SACRIFICARLOS , DARLES ATENCION EN PROTEGERLOS Y CUIDARLOS NO MATARLOS .

    TRISTE ES EL HOMBRE CUANDO RESUELVE CON MATAR A LOS ANIMALES INFERIORES , EN VEZ DE PROTEGERLOS , MATAN PERO NO SALVAN , EN VEZ DE MATAR , HAGAN UN CENTRO DE PROTECCION Y SALUD PARA ANIMALES DESAMPARADOS , COMO TENIA LA MADRE DE DULCE MARIA LOYNAZ EN LA HABANA AL PRINCIPIO DEL SIGLO XX.
    ¨EL QUE MATA NO ES DIGNO DE LLAMARSE HOMBRE¨.

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  • el 22 julio, 2017 a las 11:24 am
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    La problemática no es sólo de los perros que pululan en la ciudad, también es aquella en que sus dueños sueltan “sus mascotas” para realizar sus necesidades en la vía pública y no se ocupan de su recogida como sucede en otros países, Eso también afea el ornato público.
    Sobre este tema la prensa local se ha referido en otras oportunidades y no ha existido oídos receptivos.
    Eso también forma parte de la indisciplina social

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