La caída de los caballitos

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Marcos René tiene siete años y viene al parque con la esperanza de montar en la estrella. Desde hace tiempo no lo hace y es su aparato preferido. Lo encuentro frente a la pajarera, aburrido frente al gallo y las pocas cotorritas medio soporíferas en ese espacio.

A la entrada de los únicos tres equipos en funcionamiento es amplia la cola de niños y padres. Algunos adultos animan a los pequeños a desistir de la espera y moverse hacia otras áreas, pero ¿quién le quita a los infantes los deseos de montar en los caballitos, aviones o sillas voladoras?

Es domingo en la mañana y en el Parque de Diversiones de Cienfuegos el amanecer no es tan feliz.

Que solo funcione la tercera parte de la totalidad de los equipos del centro recreativo es frustrante para los cienfuegueros, quienes además ven en los medios de prensa, abundantes informaciones sobre instalaciones recreativas renovadas en Camagüey, Santiago de Cuba y La Habana.

En este sentido, la Perla del Sur tiene desventaja: aparatos viejos y sobreexplotados entristecen el “Amanecer Feliz”.

Siempre y cuando tengan otras áreas donde divertirse los niños no notan el deterioro del parque Foto: Glenda Boza Ibarra
Siempre y cuando tengan otras áreas donde divertirse los niños no notan el deterioro del parque Foto: Glenda Boza Ibarra

Si bien los niños se divierten en otras áreas con columpios, cachumbambés y canales, la esencia de un sitio como este son los equipos mecánicos en los cuales, a veces, no pueden siquiera montar todos los infantes por límites de edad.

Osmani Morejón Marrero, director de la empresa municipal de Gastronomía, a la cual pertenece el parque, reconoce esa como la mayor dificultad, y refiere cuán difícil es mantenerlos trabajando permanentemente al existir pocas piezas de repuesto.

Desde hace algunos años, el gobierno de la provincia “apadrinó” cada uno de los aparatos con algunas de las entidades de mayores ingresos y resultados del territorio y les encargó velar por su funcionamiento.

Y no es que sean esas las culpables de aquellas atracciones detenidas. Si bien no está dentro de su objeto social, “han hecho un esfuerzo y arreglan los rodamientos, consiguen las correas, cadenas, cloches, cualquier cosa dentro de sus posibilidades”.

Pero los equipos son tan viejos que cuando logran funcionar, en unos días vuelven a romperse; les sale otro dolor.

Para suerte de la familia y de los niños, si algo funciona son las ofertas gastronómicas, y a precios módicos, aunque su calidad es cuestionable.

No obstante, la inexistencia de un bebedero obliga a traer el líquido desde la casa, y si bien seguramente igual lo harían por cuestiones de seguridad, siempre es preciso la existencia al menos, de tal posibilidad.

Varios padres también se quejan del silencio al entrar el recinto, el cual solo desaparece con la algarabía de los más pequeños.

La estrella hace muchísimo tiempo que no funciona Foto: Glenda Boza Ibarra
La estrella hace muchísimo tiempo que no funciona Foto: Glenda Boza Ibarra

Mientras, los directivos de la instalación responden que están en trámites de sustituir un viejo equipo de audio por otro, y de esa forma ambientar con música el sitio.

También podrían incluir más cuentapropistas en este lugar de esparcimiento, si bien se conoce cuántos improvisados y demandados parques arman en carnavales u otras fiestas populares. ¿Acaso no puede también el Estado invertir en un mejor lugar para los niños?

De cara al bicentenario de la ciudad se anuncian inversiones. Mas, en lo que llegan —si llegan—, a solo unas cuadras de “los caballitos”, otros niños se divierten en un pequeño centro recreativo con equipos nuevos, carros eléctricos, todo tipo de diversiones, pero en divisa.

Allí, muchos padres —la mayoría— no pueden llevar a sus hijos regularmente ni siquiera una vez al mes, porque el costo por aparato multiplica varias veces el precio de una vuelta en el carrusel.

Menos bonito entonces es Amanecer Feliz, la única opción recreativa de los niños de Cienfuegos, incluidos los de otros municipios.

Ojalá que ni se detenga el aparato homónimo, ni se caigan los caballitos.

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Glenda Boza Ibarra

Periodista. Graduada en 2011 en la Universidad de Camagüey.

12 Comentarios en “La caída de los caballitos

  • el 1 noviembre, 2016 a las 11:48 am
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    Muchas gracias y mis disculpas, señor Héctor Castillo; pensé que había algo de censura en mi comentario, ya que expresé todo lo real que viví con mi niño en cada visita a Los Caballitos.

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  • el 1 noviembre, 2016 a las 10:56 am
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    Mi comentario no fue publicado. Glenda, como periodista de este artículo, te pregunto: ¿por qué? ¿acaso llamar las cosas por su nombre es una ofensa? Realmente el Che nos enseño a ser críticos, pero lo difícil es ser autocríticos.

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    • el 1 noviembre, 2016 a las 11:30 am
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      Duneisy, su primer mensaje fue publicado desde las 10:40. Como advertimos siempre, los comentarios que llegan (y no son pocos) son moderados para verificar se apeguen a nuestras normas para su publicación. Ese primero suyo salió a la luz apenas 23 minutos después de entrar a nuestra bandeja. ¿No le parece apresurado que apenas 16 minutos después ya ud. dé por hecho lo que afirma en el segundo, cuando a esa hora incluso ya el anterior era público? Saludos cordiales y gracias por expresar con sinceridad sus criterios.

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  • el 1 noviembre, 2016 a las 10:40 am
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    Realmente ese parque de diversiones da deseos de llorar, ver que en esta provincia los niños no tienen un lugar RESPETABLE donde divertirse, ni seguro, porque en las entradas de los equipos tiene que haber una puertecita que les impida a los más pequeños entrar corriendo sin estar sujetos por los padres, ya que pueden ocasionar un accidente; por ejemplo, en la zona de los avioncitos, cuando echan andar, las aletas de los mismos pueden darle un golpe en la cabeza y ocurrir lo peor. De la merienda, ni hablar, eso da pena, por decir que damos algo, un matahambre que es más harina que otra cosa, unas galletas duras, unos caramelos que dan vergüenza y un refresco que es gas con azúcar, ni hablar del supuesto helado, que es invisible para los niños y su destino es venderlo por la izquierda.
    Lo que se necesita realmente es el HACER, porque se dicen las inquietudes, pero los que le toca ese verbo no se inmutan, ¿es que no les importa?

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  • el 1 noviembre, 2016 a las 6:50 am
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    En este último verano fuimos mi familia y yo, a la laguna, escogimos el lugar precisamente por la opción del Parque de Diversiones pues los pequeños de la casa les encanta. Ya el amanecer feliz no es como lo recordaba de mi infancia, esta muy degradado todo, las ofertas gastronómicas no son las mejores, y el fin de semana aun peor. Ójala y algún día vuela a amanecer feliz en el Amanecer Feliz de Cienfuegos.

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  • el 30 octubre, 2016 a las 4:43 pm
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    Este tipo de parques en la mayoría de los países son atendidos por los gobiernos locales, y no solo son lugares para los niños sino lugares para que las familias enteras pasen los fines de semana y días de descanso, lugares donde se promueve el deporte, las actividades al aire libre, estos lugares son la cara de los gobiernos locales, están cuidados por la policía, tienen servicio de ventas de productos comestibles, bebidas no alcohólicas, locales que se rentan para fiestas familiares, cumpleaños y otras actividades, lugares a través de los cuales se educa a amar la naturaleza y cuidarla; se mantienen con los fondos que reciben los gobiernos de la federación y los fondos locales obtenidos de la recaudación de impuestos y las donaciones y apadrinamientos de organizaciones y personas con recursos, es hora de que nuestros niños, familias y pueblo puedan contar con lugares públicos de óptimo nivel mantenidos con fondos de los gobiernos y no subordinados a empresas y organizaciones que en mas de 50 años han sido un total fracaso.

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  • el 30 octubre, 2016 a las 1:41 pm
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    No se entiende por qué tanta negligencia. Creo que sería una buena inversión que generaría empleos y a su vez mueve la economía en la ciudad, además del entretenimiento de los niños. Si queremos un socialismo próspero, tenemos que pensar cómo invertir y las ganancias que generarían. Buen trabajo por Glenda Boza Ibarra, ese es el periodísmo que necesitamos. Saludos desde EUA.

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  • el 28 octubre, 2016 a las 10:05 am
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    Yo estoy leyendo, y pienso que no estoy viendo mal. ¿Cómo es que el gobierno no tiene recursos para renovar este parque, y sí tiene para montar la Bolera, que es imposible para un hombre que trabaja llevar sus hijo? ¿Cómo es posible, según leo, que los particulares monten en los carnavales diferentes aparatos, y no se pueda invertir en los juegos para niños? Bueno, las justificaciones, es tan comun en nuestro pais, donde todo se justifica y nada tiene solución… Si hay dinero para montar máquinas de videojuegos, debe haber para que los niños tengan en el parque sus juegos, y yo recuerdo que hubo pequenos caballos, o sea, ponis. ¿Qué paso, se murieron?

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    • el 28 octubre, 2016 a las 10:24 am
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      Todavía hay ponis, de hecho son de las opciones más estables, las que más disfrutan los niños, con Kiko al frente. Ciertamente es preciso que las autoridades de la provincia prioricen este parque porque es la única opción para los niños de Cienfuegos, por eso este comentario para poner el dedo sobre la llaga, a ver si por fin se cura

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  • el 28 octubre, 2016 a las 9:13 am
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    Para el por qué no se invierte en nuevos equipos o reparaciones siempre hay incontables explicaciones/justificaciones, pero que al menos, como usted dice, vayan los particulares y monten algunos de las tantos aparatos que pusieron en los carnavales y también puedan, a su vez, aumentar la oferta gastronómica.

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  • el 27 octubre, 2016 a las 3:56 pm
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    Hace varios años hubo un proyecto donde se preveía la construcción de un nuevo parque de diversiones con financiamiento foráneo, por motivos que desconozco, pero imagino que aquella inversión no fructificó, como lo veo; es penoso que Cienfuegos no cuente con un Parque de Diversiones decente, con más atracciones para los pequeños, si no somos la única, estamos bien cerca de ser una de las pocas provincias de Cuba con una instalación con las condiciones que describes en tu comentario. Existen varias vías de financimiento que podrían ser aprovechadas en función del esparcimiento de los menores, nadie sabe lo necesario que es un parque de este tipo para un niño. Además, el ejemplo está en los artefactos que viajan de carnaval en carnaval. ¿Es tan difícil? Creo que no.

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    • el 27 octubre, 2016 a las 4:03 pm
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      Al final, hay un área de columpios y canales que fue una donación canadiense, y diiiiicen que van a invertir en el parque de caras al Bicentenario en 2019. ¡Ojalá que así sea, como dicen los religiosos! Por lo pronto, creo que a las autoridades del territorio les debe importar este asunto, que hace que los padres tengan que llevarse los niños a otras provincias para que sepan lo que es realmente un parque de diversiones.

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