Kiki, 40 años después

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Aunque pasó desapercibida para muchos, hace un tiempo se efectuó la Final Provincial de ajedrez, certamen en el que fuimos testigos del hecho que originó esta entrevista. El Maestro Nacional (MN) Luis E. Tenreyro, o sencillamente “Kiki”, como los más allegados le conocen, participó en la justa ¡40 años! después de su primera incursión en dichas lides.

“Claro que me acuerdo, fue en 1976 en Santa Clara; apenas cumplía los 15 y estudiaba en la EIDE Provincial, en aquel entonces de Las Villas. En los Juegos Escolares había defendido el primer tablero de nuestra selección, en el cual militaba también el ya ‘fuera de liga’ Jesús Nogueiras. Allí conquisté el oro por equipos y la plata en el plano individual. Luego tuve que clasificar en un ‘Regional’ de primera categoría y así llegué al torneo, donde participaron, entre otros, hombres como los Maestros Internacionales (MI) Luis Sieiro, Ramón Huerta y José Jesús Hernández. Ya luego en Santiago de Cuba acumulé cinco unidades, con balance de tres éxitos, cuatro tablas y seis derrotas. Inolvidable la experiencia para mí, pues enfrenté a jugadores de la talla de los MI Lázaro Bueno y Ciro A. Fernández, quienes después fueron capitanes de los equipos cubanos a las Olimpiadas de ajedrez”.

En 1978 se agencia el bronce juvenil de la Isla, escoltando al también cienfueguero Jesús Hernández y al habanero Ramón Huergo. Un año después llega el Servicio Militar y el alejamiento de los trebejos hasta 1982. Sin embargo, eso no le impidió continuar con su verdadera pasión y en 1986 ya exhibía la condición de MN y un ELO de 2 mil 255, el más alto conseguido en su carrera. Las finales provinciales siguieron contando con su participación y lo vieron coronarse en 1993, 1996 y 2005. No es hasta el 2004 que comienza la faena de entrenador, primero en la EIDE Jorge Agostini y luego en la ya desaparecida ESPA Provincial.

“Recuerdo con orgullo el tercer lugar alcanzado en un ‘Zonal’ Escolar, dos medallas nacionales, el octavo puesto entre los juveniles. En ese tiempo Cienfuegos siempre se situó entre las diez primeras provincias del país, mientras hoy, lamentablemente, ocupa el puesto 15”.

Su referencia al pasado supone que actualmente no desempeña el mismo rol. “No, pasé a formar parte de un Combinado Deportivo, algo que nunca entendí. La idea inicial de ese proyecto es muy bonita según el papel, con su premisa de ‘fortalecer el trabajo en la base’, empeño utópico en el terreno, pues no existen recursos, medios de enseñanza ni locales para llevar a cabo la tarea. Los técnicos se encuentran subutilizados y, en mi criterio personal, no se fue justo, no solo conmigo, sino con muchos entrenadores que por años acumularon resultados para la provincia”.

No obstante, desde el Combinado partió a Venezuela, y en el Distrito Capital cumplió por 18 meses su misión, lógicamente, en el ajedrez.

“Estuve en la Unidad de Talento Deportivo ‘Liceo Caracas’, algo parecido a la EIDE de nosotros. Trabajé con todas las categorías comprendidas entre los siete y los 18 años, y fuera de la escuela también atendía a otros ajedrecistas en la Asociación del Distrito. La labor es ardua, pero no voy a engañarte, existen todas las condiciones para hacerlo. La atención es esmerada en materia de logística, eventos, todo, sin distinción de disciplinas deportivas. Tuve la satisfacción de que dos discípulas mías obtuvieron resultados relevantes: Génesis Soto, bronce centroamericano en la categoría Sub-16, y María Hernández Proto, monarca a ese mismo nivel en la Sub-14”.

Evidentemente, nos interesa su opinión sobre el ajedrez actual.

“Puedo comenzar comparando las finales provinciales de antaño con las actuales. Hoy las condiciones son pésimas en la Academia, sin iluminación, ventilación, ni siquiera agua para tomar. En materia deportiva existe algún talento, pero la matrícula es muy escasa (sólo ocho alumnos en la EIDE) y los muchachos no cuentan ni con un local de entrenamiento en su escuela. Ya a nivel del país el panorama es otro, pues existe un auge constante, con muchos Grandes Maestros, sobre todo jóvenes, y mucha participación en eventos de primer nivel. Indudablemente hay un futuro aún más promisorio.

¿Hasta cuándo jugará Kiki?

“Lo hago porque me gusta y forma parte de mi vida. Ya no soy el mismo y me presiono mucho con el tiempo, pero ahí estaré mientras haya salud o hasta que los jóvenes, por sus resultados, me lo impidan, algo que le hace falta a la disciplina. Fíjate que, en esta versión, el promedio superó los 40 años. Y además, salvando las distancias, Víktor Korchnoi ganó el campeonato de su país a los 80. Para el ajedrez no existe la edad”.

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