Jesús López, Pupi: El virtuosismo del requinto en un músico cubano

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Me gustaría dedicar unas líneas a la vida y obra de intérpretes que en distintas etapas, han formado parte de la historia de los tríos en Cienfuegos. Y también a quienes desde provincias vecinas vinieron para unir su arte a la cultura de la Perla del Sur. 

Entre ellos se encuentra Jesús López, Pupi, un músico con letras mayúsculas. Ha desarrollado su obra como intérprete de la guitarra y del requinto y es reconocido por su virtuosismo. Hace muy poco comentaba de su trabajo, como director de Cofradía, a propósito del disco que les comenzara a producir Armando Manzanero en 2020. Prometí seguir el camino que va recorriendo, del cual puedo adelantar que, a pesar de la pérdida tan sentida del querido músico azteca, en estos momentos ya está de nuevo en proceso de terminación. Ahora retoma la producción Rodrigo de la Cadena. Más adelante tendremos más detalles.

Jesús comenzó sus estudios en la Escuela Vocacional de Arte de su natal Santa Clara. Continúa en la Escuela Nacional de Arte (ENA). Al regresar de esta, pasa a hacer su servicio social a Sancti Spíritus, cuna de la tradición de los tríos en las provincias centrales. Según me cuenta Pupi, se interesa por el requinto siendo aún estudiante. Su primer contacto con este instrumento será de manera autodidacta, pero son indiscutibles las ventajas de tener una técnica consolidada como guitarrista de concierto, que sumada a su musicalidad y excelencia interpretativa, rápidamente le dará a conocer entre el gremio.

Por el renombre que alcanza, al fallecer Rafaelito, el requinto fundador del trío Los Bohemios, llaman a Pupi para integrar esta legendaria agrupación. Es por eso que uno de los capítulos de su carrera artística está escrito en la ciudad de Cienfuegos, donde tuvimos la suerte de escucharlo en el emblemático Hotel Jagua. Acá conoció al trío Los Panchos cuando visitaron la ciudad de Cienfuegos con motivo de su ya desparecido Festival de Tríos. Crea vínculos muy sólidos con su voz prima, Enrique Cáceres, con quien luego continuó colaborado en diversos momentos de su carrera profesional.

De Cienfuegos pasa al trío Los de América, en la ciudad de Santa Clara. Y posteriormente al trío Taupier, del cual va a ser su director y que estará integrado además por Niurka Taupier y Justico Marín. Juntos trabajarían en Varadero por casi una década. En el año 1998, Pupi y Marín regresan a Sancti Spíritus y  junto a Joel Morales, conforman el trío Cuerdas de Oro. Con ellos, viaja dos veces a Nicaragua y luego a México, donde se establecen a partir de julio de 2001. Tiempo después se les va Justo Marín y un poco más tarde, vuelve a rencontrarse con la excelente cantante Niurka Taupier. A partir de entonces decide formar el septeto Cofradía. De esta manera, Niurka como la voz principal; Pupi en la dirección, guitarra, requinto y voz; su hermano menor Jean Daniel López y su hijo Jesús Chacho López, guitarristas también a tener en cuenta, junto a otros músicos de excelencia como el trompetista cienfueguero Yvez González; el percusionista Ariel Gutiérrez y el bajista mexicano Xavier Orozco, conforman hoy la agrupación. También los acompañan ocasionalmente en la percusión, Jonny Molina y Joel Morales, a quien podremos escuchar como voz segunda e interpretación del tres en la producción discográfica ya mencionada. El repertorio de Cofradía comprende música tradicional cubana y la yucateca, junto a temas actuales.

Jesús, Pupi ha logrado un estilo propio. Es loable su limpieza interpretativa, concepto del requinto y maestría. Representa todo un desafío que, confieso, no es nada fácil. Su manera de trasmitir, de tocar fibras sensibles mediante la interpretación de su instrumento, es otra de las características que le engrandecen. Además de sus conocimientos acerca del repertorio autóctono de estos dos países fundamentalmente.

Ha trabajado junto a figuras como Marco Antonio Muñiz, Jorge Alberto Coque Muñiz, Rodrigo de la Cadena, el trío Los Panchos, Francisco Céspedes, entre tantos otros. Sus condiciones musicales y excelencia en la interpretación, le han permitido encauzar su carrera, como se diría aquí: bailando en casa del trompo, porque el requinto es un instrumento que ha tenido grandes exponentes en México. De ahí podemos valorar todo lo que ha alcanzado este intérprete, quien además, continúa regalando al mundo un trabajo de excelencia a un muy alto nivel.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

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