Intercambian Moncadistas con atletas y estudiantes en Cienfuegos

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Los combatientes Alejandro Ferrás Pellicer y Ramiro Sánchez Domínguez, asaltantes de los cuarteles Guillermón Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, respectivamente, visitaron sitios de interés de la ciudad de Cienfuegos.

El periplo inició por el gimnasio Leandro García Méndez, recién remodelado, donde jóvenes atletas de judo, de gimnasia artística y glorias deportivas del territorio se interesaron por la participación de los destacados revolucionarios, como parte de la llamada Generación del Centenario, en la gesta acontecida el 26 de julio de 1953.

Sánchez Domínguez rememoró sus pasos iniciales como miembro de la Juventud Ortodoxa y posteriores encuentros con Fidel Castro. Refirió anécdotas de las prácticas de tiro en diferentes fincas habilitadas para los entrenamientos y la misión asignada por el líder histórico de la Revolución de llevar por tren, junto a otros dos compañeros, las armas a utilizar en la toma del enclave militar de Bayamo.

Por su lado, Ferrás Pellicer recordó su incorporación a la lucha, procedente de la organización Joven Cuba, fundada por Antonio Guiteras. Luego, según sus palabras, se idéntico plenamente con Fidel y su programa político por lo que no dudó ni un instante en sacrificar un buen salario y exponer su propia vida por el ideal en que creía.

Ambos combatientes contaron las peripecias para poder escapar del ensañamiento y la percusión tras los hechos de Oriente por parte del ejército y de la policía de la dictadura de Fulgencio Batista. Golpes de suerte y ayuda de familiares, amigos y campesinos de esos lugares posibilitaron preservar la integridad física y salvar la vida.

El recorrido culminó en la sede Carlos Rafael Rodríguez de la Universidad de Cienfuegos. Aquí estudiantes de la Escuela Pedagógica y la de Ciencias Médicas conocieron de los testimonios de los dos asaltantes.

Sánchez Domínguez se refirió a los antecedentes históricos que dieron lugar al Moncada. Describió la corrupción administrativa de los gobernantes de entonces, la situación de pobreza en el que estaban sumidos los cubanos y otras calamidades sociales, las que, poco a poco, fueron avivando la conciencia política y la necesidad de la acción armada, sobre todo luego del golpe de estado propinado por Fulgencio Batista, en marzo de 1952, zarpazo que había echado por tierra cualquier opción de elecciones libres.

En parte de su intervención, el otrora contador de la Empresa Eléctrica antes del triunfo revolucionario reconoció el liderazgo de Fidel desde los primeros momentos, su concepción en la lucha y su fe inquebrantable en el futuro de Cuba. Recordó la férrea compartimentación a través de las células a las que pertenecían los futuros combatientes, como parte esencial para preservar la causa y evitar pudieran abortarse los planes ante posible delación.

“En toda la etapa organizativa, precisó Sánchez Domínguez, es justo reconocer el papel desempeñado por Renato Guitar, quien se encargó de confeccionar los planos de ambos cuartes y la selección y acondicionamiento de los lugares para albergar a los asaltantes”

Alejandro y Ramiro coinciden en que esta suerte de encuentros con la historia les permite no solo exponer sus experiencias personales, si no contribuir, además, a fomentar valores patrióticos entre los jóvenes, y sobre todo trasmitirles la confianza en que sabrán mantener en alto las banderas por las que ellos lucharon.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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