Incremento de salario en Cuba: regocijo y agradecimiento

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La decisión gubernamental de un incremento de salario en el sector presupuestado supone franco alivio para gran parte de las familias cubanas.

El beneficio a 1 millón 470 mil 736 trabajadores de la Administración Central del Estado, los órganos locales del Poder Popular, las organizaciones y asociaciones; y al millón 281 mil 523 que forma parte de la seguridad social representa motivo de regocijo y agradecimiento; sobre todo al tenerse en cuenta que la medida fue adoptada en un momento difícil para el país, en medio de lo que los expertos denominan una economía de guerra, al estrecharse a grado máximo el cerco económico-financiero del imperialismo.

Es una buena nueva que en el gremio periodístico esperábamos hace muchos años; quien suscribe, los 26 que lleva en el ejercicio del oficio. Algunos compañeros se jubilaron, y otros fallecieron, sin ver el aumento. Pero muchos que se ahora se incorporan de las universidades podrán acceder a su vida laboral con un sueldo digno. En el caso nuestro, de los 385 pesos que era la escala básica, ahora remontaremos a entre mil 100 y mil 300, según categoría.

Mientras llega la reforma

Mis hijos y mis sobrinos iniciarán sus trayectorias profesionales con tales salarios, y es posible que aun mayores, cuando el país logre cumplir sus aspiraciones futuras. También los tuyos; e, igual, hermanos, tíos, amigos.

Esa cifra anunciada de mil 067 pesos de salario medio nacional en la práctica es mucho más, puesto que en Cuba aspectos tan importantes de la existencia y por los que más se paga hoy en el mundo, como la Educación y la Salud, son gratuitos. A ello se añade que son expendidos a precios subsidiados los productos de la insustituible libreta de abastecimientos, los cuales por supuesto no solucionan en su totalidad las necesidades alimenticias del mes pero sin dudas resuelven bastante.

Sectores de sumo relieve como el de la Salud y el de los jueces y fiscales verá un segundo aumento tras la puesta en práctica de estas medidas. Notable es el ascenso de los maestros y el de los inspectores del sector estatal.

Antídoto ante la corrupción. Precios en la mira

Resulta muy inteligente y oportuno que a estos últimos se le haya elevado el sueldo a más de mil 600 pesos mensuales, porque en las actuales circunstancias, cuando elementos inescrupulosos pretenden corromper a funcionarios del Estado para continuar con sus desmanes, es necesario que todo quien tenga que velar por hacer cumplir la ley, en cualquier plano, lo haga de la forma correcta.

Y en el sector de los precios hay mucho por cuidar, poner en orden, impedir. Ahora, al calor de las nuevas medidas, ya se afilan sus picos aves de rapiña que pretenden medrar —todavía más— a costa del incremento salarial, inflando los gravámenes de sus servicios o productos a límites exacerbados, en abierto abuso a sus compatriotas: esos mismos que les salvan a sus hijos en los hospitales, se los educan en las escuelas, se los entrenan en los centros deportivos o entregan su sangre de forma voluntaria en los bancos para cualquier reclamo de sus familias.

Contra tales sujetos debe procederse con fuerza desde el plano estatal y también— desde la repulsa cívica de los ciudadanos. Y cumplir lo alertado por el Presidente cubano de que no puede haber incremento de precios de productos ni de servicios en el sector estatal, y tampoco en el sector no estatal, porque “esta es una medida para que la gente tenga, en las condiciones actuales, más posibilidades adquisitivas”.

Rechazo ciudadano sí importa

Hay que aprender a decirles No a quienes intenten expoliarnos, para no permitir la impunidad; si bien las condiciones objetivas y el poder adquisitivo de algunos coarta ello, puesto que esos quienes dan el Sí, en tanto pueden, contribuyen a la espiral alcista. El salario medio podrá trepar a 10 mil pesos, pero no valdrá de mucho si tres cuadras de desplazamiento en auto puedan costar 50 pesos, dos tomates 25, una pizza 20 y una tortilla diez.

Elemento a atender en nuestro complejo tablero es que un sector de la población cubana recibe 3 mil millones de dólares al año por concepto de remesas (fue la cifra oficial de 2018, aunque en el actual calendario debe disminuir debido a las fuertes medidas reductivas de Trump) y eso contribuye a la existencia de liquidez interna, ahora reforzada con el incremento salarial. Ello genera demanda y, en escenarios semejantes, cualquier mengua en determinada línea es aprovechada para incrementar gravámenes en un sector privado que oferta productos a altos precios dentro de un mercado deficitario.

El aumento del salario es un paso, importante e insuflador de ánimos, que debe contribuir al impulso de la productividad, de los deseos de trabajar y echar adelante entre muchos a un país abocado aún a múltiples transformaciones y al necesario incremento de la producción nacional y la oferta, la reducción de importaciones y la creación de una base sólida para el añorado despegue.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

Un Comentario en “Incremento de salario en Cuba: regocijo y agradecimiento

  • el 2 julio, 2019 a las 2:14 pm
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    Muy acertado tu reportaje, estoy de acuerdo con usted en todo lo que ha planteado.

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