Impronta de Fidel en Cumanayagua

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El legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el desarrollo económico y social del municipio de Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos, se extiende por toda la geografía de ese territorio montañoso.

Tras la división política administrativa, en 1976, Francisco Hernández Delgado, Paquito para los allegados, es designado primer secretario del Partido en la nueva demarcación, cuya responsabilidad comprendió a partir de ese momento no solo la dirección de los principales procesos en torno a la instauración de los órganos del Poder Popular y la instuticionalización del país, sino llevar adelante y consolidadar aquí los principales proyectos concebidos por el Máximo Líder de la Revolución.

“Como parte de mi preparación me fue de mucha utilidad el contenido del libro El Escambray en ascenso, del reconocido periodista e historiador cienfueguero Andrés García Suárez, cuyas páginas reflejan parte de las transformaciones operadas en los primeros años en esa agreste zona”, precisa Hernández Delgado.

De acuerdo a la bibliografía consultada, prosigue el entrevistado, el 23 de junio de 1969 Fidel visita Cumanayagua. El periplo comienza por las áreas en  desarrollo de cítrico. En el intercambio con directivos y trabajadores les plantea la neceidad de llegar a las 200 caballerías plantadas de especies como la naranja Valencia, limón y toronja.

“De ahí el Comandante en Jefe y sus acompañantes se dirigieron a El Tablón, con el interés de conocer el estado de las 200 novillas de la raza Holstein procedente de Canadá. Según testimonios de los presentes, Fidel salió satisfecho del comportamiento físico del rebaño.

“Ese propio día la comitiva estuvo en la loma de La Parra y en ese encuentro Fidel expone la idea de itensificar el desarrollo económico y social que tenía la región Escambray desde el propio inicio de la Revolución y habla por primera vez de la creación del Plan Genético de la ganadería en las estribaciones de la cordillera.

“En lo que concierne al terriorio cumanayagüense fueron concebidas las empresas pecuarias El Abra y El Tablón, cuyas áreas comprendían macizos cañeros que eran necesario sustituir por pastos y forrajes. En el propio contexto se proyectan dos entidades más, Yaguanabo y La Sierrita.

“También en la reunión abordan otras obras vinculadas al fomento de esos grandes planes, entre ellos un complejo hidráulico, planta de prefabricados para elementos a utilizar en vaquerías y 10 centros de crías, con una concepción moderna de la rama ganadera, incluyendo una estación experimental de pastos y forrajes, en Barajagua. A las perspectivas, por supuesto, se incorporaba la concepción de comunidades poblacionales para asentar a la fuerza de trabajo y su familia.

“Para que se tenga una idea, cada vaquería, de las 60 construidas, llevaba un módulo con área de ordeño mecánico, equipos de frío, piscina para desinfectar animales, sala de maternidad, ademas de la infraestructura administrativa. Todo ello elevaba el costo alrederor de medio millón de pesos”.

¿Qué niveles de producción podía alcanzar ese programa lechero?

Foto: Armando Sáez

“Tanto en el Escambray en ascenso como otros documentos consultados por mí, Fidel llegó a plantear que la agrupación genética del Escambray debía de disponer de 8 mil caballerías de tierras, 80 mil cabezas de ganado Holstein y otras 20 mil cebú. Ello podría proporcionar, según plantea el libro, unos dos milones de litros de leche diario, de ellos 1 millón 200 mil para la industria y 800 mil de producto fresco para la población.

“En 1975 el total de vaquerías y 7 centros de crías estaban concluidos en el municipio. Sobre esa propia fecha se entregaron las comunidades de El Tablón, La Parra, Breña y seguidamente Arimao. Tengo entendido que en los diferentes recorridos del Comandante en Jefe no se cansaba de repetir que se veía que todo estaba por hacer, y la intención era acabar de eliminar bohíos y pisos de tierra y otras condiciones inhóspitas.

“Un componente esencial de aquellas ideas estuvo en asegurar el agua a los determinados cultivos. Así surgió el complejo Paso Bonito-Cruces, cuyo objetivo consistía trasvasar el líquido de la presa Hanabanilla hasta una hidrorreguladora (Paso Bonito) de donde se distribuía agua potable a las ciudades de Cienfuegos y Santa Clara, al tiempo de conectar con el embalse de Avilés a través de un canal magistral de 39,2 kilómetros de largo hasta cerca de Cartegena. En el trayecto se beneficiarían del recurso hódrico una estación de bombeo para pastos en El Tablón y unas mil 200 caballerías de caña en 5 municipios.

“En las empresas pecuarias de Cumanayagua se llegó a producir hasta 100 mil litros de leche diarios en primavera, con doble y hasta triple ordeño. Recordar que como parte de ese extenso programa de la cuenca lechera, el propio Comandante en Jefe inauguró el combinado lácteo Escambray, el 26 de julio de 1975, para la producción de helado Coopelia, al año siguiente incorpora la fábrica de 42 variedades diferentes de quesos y luego la planta pasteurizadora”.

Tras la división político administrativas, ¿cómo se materializan los sueños de Fidel en el terrirorio?

“Para mi fue un privilegio estar al frente de la dirección del Partido y darle continuidad por trece años a la obra del Comandante en Jefe. En ese período el acopio de leche fue creciendo a razón de 17 por ciento por año, a partir del mejoramiento genético de las razas y el manejo de la masa. Al cierre de 1989 llegamos a entregar 34 millones de litros del alimento.

“Otro renglón agrícola en ascenso ese propio año estuvo relacionado con la producción de 600 mil quintales de cítrico de primera calidad, buena parte destinado al mercado internacional. Por su parte, en el café se alcanzaron cosechas de hasta mil 800 toneladas del grano. Y desde entonces ya era famosa la demanda por compañías japonenas de la mundialmente famosa marca comercial Crystal Montain, cosechado en nuestra zona montañosa”.

¿Corona el Plan Turquino iniciado en 1987 las transformaciones económicas y sociales de los pobladores del macizo de Guamuhaya?

“Sin lugar a dudas. Este es un progama que yo lo denomino una revolución dentro de la Revolución. Con él se concretaron muchas de las ideas de Fidel en la zona por mejorar las condiciones y calidad de vida de los montañeses.

“Aunque fueron muchos los impactos en todos los órdenes, en resumidas cuenta desde el punto de vista económico hubo un sustancial incremento de la siembra y las atenciones culturales del principal rubro de la montaña, el café. Por supuesto, contribuyó la conformación de tres batallones del Ejército Juvenil del Trabajo con sus respectivos campamentos con excelente confort, especialmente dirigido a esa rama agrícola.

“En cuanto a los servicios se construyeron panaderías y coopelias en varios de los asentamientos. La electrificación llegó hasta los lugares más recónditos de la agreste geografía. En esa misma etapa comenzaron a funcionar los centros telefónicos de la Sierrita y Cuatro Vientos, para concectar esos parajes con el resto del mundo. Fue mejorado consireblemente la red de viales hasta sitios intrincados.

“No podemos dejar de mencionar la edificación de los campamentos de explotadores Arnaldo Milián, en Cuatro Viento, y Manuel Prieto, en la Sierrita. El programa de viviendas benefició no solo a los propios habitantes de la serranía, si no que contribuyó a revertir el éxodo experiementado a este ese momento, con la vuelta, incluso, de muchas familias serranas.

“Fueron concebidos planes artesanales con materias primas de la zona, ello abarcó la instalalación de talleres y carpinterías. En fin, los propósitos iniciales del Plan Turquino se mantienen vigentes, muy viunculados al desarrollo del programa cafetalero y el fomento de otros renglones agropecuarios, incluyendo la producción de alimentos y el mejoramiento de la infraestructura social.

“Tuve la oportunidad de estar cerca del Fidel en numeroras ocasiones. Cada encuentro, como sus discursos, entrevistas, comparecencias televisivas, intervenciones en foros y eventos internacionales, fueron para mí clases magistrales, experiencias y enseñanzas que contribuyeron a formarme como dirigente político y un fiel e incondicional soldado de la Revolución”.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Un Comentario en “Impronta de Fidel en Cumanayagua

  • el 21 noviembre, 2021 a las 3:21 pm
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    Excelente trabajo histórico, Paquito es un personaje y al mismo tiempo una personalidad, tenemos la dicha de tenerlo como un entrañable amigo en mi familia, le conozco desde niña y lo admiro mucho, fue un dirigente entregado en cuerpo y alma, enemigo de la corrupción y a quien las mieles del poder NUNCA endulzaron, gracias al periodista, mi colega Armando por la entrevista; y al CINCO por compartir, él tiene mucho para mostrar a las nuevas generaciones de directivos, sobre ética y conducción de un territorio al desarrollo económico y social

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