Implementan medida de sacrificio vacuno en Cienfuegos
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El campesino Gumersindo Veloz Bolaños, de la Cooperativa de Créditos y Servicios Patricio Lubumba, de Aguada de Pasajeros, se convirtió en el primer productor ganadero de la provincia de Cienfuegos en acogerse a la Resolución 139 del Ministerio de la Agricultura, la que regula el procedimiento para el sacrificio, comercialización y consumo de vacunos.
⇒ Descargue la Resolución No. 139 publicada en la Gaceta Oficial de Cuba
Tras cumplir con los requisitos establecidos, incluyendo las normas veterinarias, los dos animales seleccionados fueron procesados en la losa sanitaria del centro cárnico de la Unidad Empresarial de Base Integral Aguada, enclavada en el Consejo Popular Primero de Mayo. Por decisión propia, Veloz Bolaños donó parte de la carne de res para reforzar la alimentación de los pacientes recluidos por la Covid-19 en el centro de aislamiento de la cabecera municipal.
El destacado ganadero aguadense es propietario de la finca Puerto Escondido y dispone en sus predios de una masa superior a las 170 cabezas, y por sus resultados en la entrega de leche y carne el pasado año, además del crecimiento del rebaño, aumento de la natalidad, entre otros indicadores fue de los beneficiados por la “139”. En tal sentido, Gumersindo aseguró que esta es una de las 63 medidas muy bien acogidas por el sector cooperativo y campesino con vista a estimular la producción de alimentos.
Al decir de la doctora María Victoria de la Rosa Rogríguez, jefa del Departamento provincial de Genética y Registro Pecuario (RP), a raíz de las nuevas regulaciones se hizo un diagnóstico en el terrirorio para conocer aquellos propietarios de bovinos, jurídicos o naturales, que cumplen con los requisitos. El análisis arrojó —hasta el momento— 164 beneficiados que podrían solicitar la aprobación del sacrificio por voluntad propia.
Agregó la directiva que, en última instancia, la comisión agraria de cada municipio tiene la responsabilidad de aprobar la documentación para posteriormente iniciar el trámite en el RP con el objetivo de disponer de los correspondientes certificados veterinarios, a fin de trasladar las reses a una de las cuatro losas sanitarias acreditadas (mataderos de Galeón, Primero de Mayo, Pecuaria El Tablón y Cárnico de Palmira).
“A la hora de escoger el vacuno, el productor debe ceñirse a las categorías de añojo, torete, y en el caso de vacas y novillas tienen que haber sido dadas de baja en la reproducción, a través de un documento remitido por los especialistas competentes en medicina animal”, precisó de la Rosa.
Aclaró la jefa de Genética y Registro Pecuario que en el caso de los contratos de ceba de toro, tienen los mismos derechos a ese beneficio, aunque los indicadores a medir son distintos, toda vez que para esta modalidad de la ganadería la autorización está asociada al sobrecumplimiento del plan de carne de 2020.
“Por supuesto, entre los principales impactos de la legalización del sacrificio de vacunos, además de una nueva fuente alimenticia para el autoconsumo familiar e ingresos económicos, cuenta la incentivación a la crianza eficiente de reses, cuyo objetivo supremo va dirigido a revertir el decrecimiento de la masa en el país. Para tal propósito, los pecuarios deben apropiarse de las mejores prácticas y tecnologías en el manejo, y al mismo tiempo lograr incrementar los nacimientos, gestar más vacas y tener el movimiento de sus manadas en flujo zootécnico”, comentó la directiva.
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