Cienfuegos: Identifican alga tóxica que motivó cierre de playas en 2015

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Se publicará en breve en una autorizada revista científica, pero para el Grupo de Ficología del Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC), ya es noticia: el bloom de microalgas tóxicas que causaron lesiones dermatológicas durante el verano de 2015, fueron finalmente identificadas como Vulcanodinium rugosum, primer reporte de esa especie de dinoflagelado marino en Cuba y el área del Caribe.

Descrito para el Mediterráneo francés, a cuyas aguas llegó en la sentina de un barco proveniente de Nueva Zelanda, también se ha registrado en aguas de Australia, China, Japón, Hawái y el Pacífico mexicano. La confirmación de su presencia en un evento de “florecimiento masivo” en la bahía de Jagua, es la primera para el área del Caribe.

Según los expertos, pertenecientes al Departamento de Gestión e Ingeniería Ambiental del CEAC, la certeza la alcanzó su colega, el MsC. Ángel Moreira González, en el Centro de Microscopía Electrónica del Centro Politécnico de la Universidad Federal de Paraná, Brasil, donde realiza estudios de doctorado justamente sobre dinoflagelados.

ALGAS EN REWING

Temporada estival 2015. Un florecimiento masivo de algas tóxicas mantuvo en Jaque a biólogos e investigadores marinos, a especialistas del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM), y a los expertos del Centro de Estudios Ambientales; a los cienfuegueros, alejados de las áreas de baño del suroeste de la bahía durante todo el verano.

Más de un centenar de personas acudieron a los cuerpos de guardia y médicos de familia, otros se quedaron en casa, angustiados por la naturaleza íntima de los daños, coincidentes con las zonas cubiertas por los trajes de baño. La mayoría fue encuestada, y se documentó clínicamente cada caso, como un suceso sin precedentes.

“Son lesiones dermatológicas; los pacientes refieren que les arde la piel, que se aprecia enrojecida y algunas purulentas”, describía entonces la Dra. Olidia Hernández Leyva, vicedirectora de Salud Ambiental del CPHEM.

Eran lesiones diferentes a las provocadas por celenterados, llamados comúnmente caribes.

Estudios físico-químicos y bacteriológicos descartaron su origen bacteriano.

El DrC. Augusto Comas, una autoridad en la materia en el archipiélago, e investigador titular del CEAC, identificó la causa como “un dinoflagelado, una microalga marina de actividad tóxica, causantes de las llamadas mareas rojas y de la muerte de peces, moluscos y crustáceos. En Cienfuegos existen antecedentes en 2005 y 2009, pero de otras especies y sin perjuicios a los bañistas”.

La eutrofización —concentración de nutrientes— en la rada, que había recibido poco aporte de agua fluvial debido a la prolongada sequía, el incremento de la irradiación entendida como intensidad solar, las altas temperaturas, (en julio de 2015 se alcanzó récord mensual y anual de temperatura máxima absoluta, 37° C), favorecieron el crecimiento de estos microorganismos.

En las semanas que duró el evento el Doctor Comas pudo prescribir que se trataba de “una especie del género Alexandrius”. Sin embargo, con la microscopía óptica, única disponibilidad tecnológica en el territorio, era imposible ver la estructura, definitoria en la clasificación. Tampoco existe capacidad analítica en sus laboratorios para determinar la toxina, pero conservaron muestras con la esperanza de poder identificarlo.

Aunque oficialmente sólo se cerró al baño el club juvenil Rubén Martínez Villena, donde primero afloraron, los cienfuegueros responsablemente se abstuvieron de refrescarse en el resto de las áreas de la rada aquel verano.

¿ALGAS EN BAJO PERFIL?

Con el descenso de las temperaturas y las lluvias que inusualmente trajo el invierno pasado, el nocivo bloom fue bajando su perfil en los titulares de prensa, no así en las prioridades de los expertos del CEAC, que mantuvieron la observación antes, y el monitoreo durante el verano de 2016. Por fortuna los dinoflagelados no afloraron.

“Las temperaturas fueron altas, pero la columna de agua se vio más transparente”, asegura Comas, “no hubo más crecimientos masivos en la bahía, pero hay que tener en cuenta que las circunstancias favorecedoras a nivel global persisten. Cada año se emiten en todo el mundo numerosas alertas de mareas rojas”.

“De hecho, en Cienfuegos hemos reportado este año bloom de otros dinoflagelados, afirma la licenciada Aimeé Valle, la más joven integrante del grupo de Ficología.

Se trata del Cochlodin­ium polykrikoides, microalgas ictiotóxicas, causante de la muerte de peces, moluscos y crustáceos en la Laguna de Guanaroca. El primero ocurrió el 31 de marzo pasado, el último el 29 de junio. Pero aclaro que este en particular no causa afectaciones a los seres humanos”.

Entre tanto, mientras el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos continúa el monitoreo en aguas dulces y saladas, en Brasil el futuro DrC. Ángel Moreira emprenderá indagaciones toxicológicas para identificar y medir la concentración de la toxina presente en la microalga que alejó a los cienfuegueros de las playas en el verano de 2015.

Por lo pronto, su identificación como Vulcanodinium rugosum, primer reporte para Cuba y el Caribe, será publicado en breve en la prestigiosa revista científica Harmful Algae News, patrocinada por la UNESCO y la Intergovernmental Oceanographic Commission; y los científicos esperan que para los cienfuegueros mantenga su bajo perfil en las agendas de noticias.

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