Honrar difuntos sin empedrar el camino al cielo

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La adultez significa palpar el inevitable devenir, buscar explicaciones sobre el final de la vida, quizás no lo entendamos, pero lo adornamos, ponemos flores en perfecta antítesis de lo feo y lo bello. Para no olvidar los difuntos acuden las personas al camposanto, es liturgia sagrada que en fechas significativas cobra más ribetes de ternura.

Por eso el Día de las Madres la necrópolis amanece llena, es un réquiem por el alma de las más queridas, ceremonia luctuosa sin dudas, que en ocasiones encuentra escenarios contraproducentes:

“¿Por qué el expendio de refrigerios, bocaditos y hasta bebidas alcohólicas ese día allí?¿Cómo explican el carácter festivo que eso implica?”.

La transgresión al dolor de la orfandad resulta inexplicable para Humberto Prieto Villacorta, quien pide explicaciones sobre el hecho acaecido este segundo domingo de mayo, rechazado incluso en redes sociales.

Interpelada sobre tales desvaríos, Hilda María Mola, jefa del grupo cementerial de la Oficina del Conservador de la ciudad de Cienfuegos, consigna que lo sucedido no concierne a la institución de marras.

Las molestias tocaron la sensibilidad de los cienfuegueros:

(…)“Ese día pasé por el ‘Tomás Acea’ y me importunó la venta de bocaditos de cerdo en la puerta, que además de ser antihigiénico, por estar expuestos a las altas temperaturas y al aire, sentí que irrespetaban el dolor de las familias que allí estaban, parecía más una plaza pública que un camposanto”.

(…)“Es triste, no se respeta el sentimiento ajeno, estamos perdiendo la humanidad”.

(…)“Lo único que está justificado es la venta de flores, pero bien se sabe que los comestibles atraen fiestas, eso unido a que donde hay cocheros, hay música alta…”- alegaban otros.

Las autoridades locales conocían del suceso. Mauricio González Suárez, director de la Empresa Municipal de Comunales expresó: “El expendio fue por parte de Gastronomía, estuve allí y la venta de alcohol no ocasionó disturbios”.

Por otra parte Osmany Morejón Marrero, vicepresidente del gobierno municipal refiere: “La idea fue facilitar ron porque algunas familias hacen rituales con esa bebida”.

Lo que pudiera justificarse como voluntad de atender a los dolientes que por allí hicieran estancia, —mientras de paso el Comercio sumaba clientes— ocasionó una paradoja devenida alevosía.

La espiritualidad del ser humano consigue defenderse de las pérdidas mediante cultos. Algunos de los cuales son ancestrales, universales y diversos, acorde a cada creencia. En la funeraria también hacen ceremonias con bautismos de alcohol, mas allí cada cual lleva lo suyo. Faltaría más.

Venerar un epitafio significa magnificar el paso por este mundo de alguna vida amada, el imaginario social preconiza un cielo para las almas, es su infinito bregar en los intentos de querer derrotar la muerte.

De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno, reza el viejo adagio; no dejemos que también empiedren el camino al cielo.

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Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

Un Comentario en “Honrar difuntos sin empedrar el camino al cielo

  • el 24 mayo, 2019 a las 12:43 pm
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    Hasta cuando la indisciplina d todo tipo? hasta q punto la insensibilidad humana? en q punto las autoridades toman cartas en los asuntos d esta ciudad? “Mauricio González Suárez, director d la Emp Mun d Comunales expresó: “El expendio fue por parte de Gastronomía, estuve allí y la venta d alcohol no ocasionó disturbios”. Osmany Morejón Marrero, vicepresidente del gobierno municipal refiere: “La idea fue facilitar ron porque algunas familias hacen rituales con esa bebida” Me quedo sin palabras.

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