Honor a quien honor merece
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Los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1966 serán siempre recordados por la demostración de firmeza de los deportistas cubanos.
Ante los intentos de Estados Unidos de impedir la participación de la delegación de la Mayor de las Antillas, los 315 miembros de la comitiva arribaron a aguas boricuas a bordo del buque Cerro Pelado, en medio de diversas maniobras de desestabilización y amenazas constantes de los enemigos de la Revolución.
Por su entereza, tanto fuera como dentro de los escenarios de competencia, los cubanos asistentes a la cita multideportiva ganaron el calificativo de Delegación de la Dignidad.
A 55 años de aquellos sucesos, la cienfueguera Mercedes Torriente Acea, entonces capitana de la selección cubana de voleibol que por vez primera consiguiera un título internacional, revivió aquellos pasajes, gracias al reconocimiento del Inder en el marco del aniversario 60 del organismo deportivo.
Visiblemente emocionada, Mercedes expresó: “No me lo esperaba, de verdad, y lo agradezco mucho”.
Compartió esta vez con familiares y autoridades del Inder esa experiencia que la marcara por siempre, y no podía faltar el mensaje a las nuevas generaciones de deportistas.
En primer lugar, que se cuiden mucho y que cumplan todo lo establecido para controlar la enfermedad. Y que defiendan siempre con orgullo esas cuatro letras de Cuba. Busquen y vean la historia del ‘Cerro Pelado’, que fue una verdadera escuela para el deporte cubano”.
En los Juegos Centroamericanos de Puerto Rico ‘66, Cuba concluyó en el segundo lugar general de la tabla de posiciones con un total de 78 preseas, bien cerca de México, líder de la justa.
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