Historias del mar: Guanaroca mitos y ritos

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El nombre de Guanaroca es pródigo en leyendas. Cuentan que entre las primeras deidades estaba la diosa del mismo nombre junto a Hamao, y las lágrimas de ella por la pérdida de su hijo dieron inicio al estuario actual.
Lo cierto es que aún un halo místico merodea la laguna homónima, pues hoy el lugar es testigo del tiempo, y las fábulas y la historia confluyen en este nimbo.

La ensenada de Rancho Luna está propuesta como Área Protegida, y comprende desde Punta Colorado hasta Punta Gavilanes. Abarca el refugio de fauna Guanaroca, aprobado ya como tal y administrado por la Empresa de Flora y Fauna.

Allí, en los predios de la emblemática playa, convergen los límites del universo y la protección es parte de los esfuerzos locales, desde la aplicación de un enfoque regional al manejo de Áreas Protegidas Marinas y Costeras, en los archipiélagos del sur de Cuba. Tal propósito está auspiciado por el Fondo Mundial de Medio Ambiente.

Nuestra rada se integra al programa, pues abarca un ecosistema de manglares, pastos marinos y arrecifes de coral. Esta geografía sostiene poblaciones de vertebrados terrestres endémicos y tiene importancia regional para la sostenibilidad de recursos pesqueros, así como el mantenimiento de especies de interés con vistas a su conservación.

Figura entre los resultados, la disposición de datos actualizados sobre la inclusión en prioridades: arrecifes coralinos, pastos marinos y manglares.

El buceo conservacionista se suma a los valores de la propuesta y el Grupo Empresarial de Náutica y Marina Marlin, del Ministerio de Turismo, con su centro de buceo Faro Luna (instalación regional para el Caribe, dedicada al estudio de la acidificación del mar), ha fortalecido la investigación del medio ambiente.

Ahora en la zona de la mayor playa sureña alertarán sobre cualquier pez león o mejillón verde, avisarán sobre corales blanquecinos o escasez de alguna familia acuática, al sumergirse en las profundidades y registrar los confines del universo.

Así, la Marina Marlin, ubicada en la barriada residencial y turística de Punta Gorda, añade ahora a las bellas tradiciones, la protección medioambiental de los fondos del océano.

En la ensenada de Rancho Luna existen 30 puntos de buceo. Con la colaboración del Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC) practican una labor de prevención, cumplen con regulaciones náuticas, sobre todo en desechos de aguas internacionales. Esto es parte de los esfuerzos de Cuba por evitar el blanqueamiento de corales. Dicho fenómeno puede acarrear la muerte de esos organismos por el cambio climático o la contaminación y, sin ellos, los peces pierden su alimentación. Por otra parte, los buzos lanzan alertas acerca de la presencia de especies exóticas invasoras o la depredación por la pesca furtiva.

Pletórica de leyendas, la zona de Guanaroca se integra a los afanes conservacionistas de Cienfuegos.

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Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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