HispanTV, otra nueva censura para callar la verdad informativa

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En continuidad a la (intermitente) serie que esta columna desarrolla en torno a las plataformas alternativas de información del planeta, iniciada con una aproximación a Russia Today, hoy dedicamos el espacio a la cadena iraní HispanTV.

Primero de su tipo en Oriente Medio lanzado en nuestro idioma, es el canal televisivo internacional de servicios multimedia del gobierno persa, con base en Teherán y afincado a la marcada intencionalidad de brindar visiones contrarias a las de la prensa corporativa dominada por los poderes hegemónicos.

Cuenta con un sólido equipo de periodistas, analistas y colaboradores del área política en España y América Latina. Su sitio web es de obligada lectura diaria para quienes profesen una ideología de izquierda clara. El canal dispone de programas de interpretación de la realidad socio-político-económica del planeta, convertidos ya en referencia para el periodismo televisivo mundial, a la manera de Detrás de la razón y El porqué de las noticias.

HispanTV también difunde documentales y audiovisuales de ficción producidos en Irán, los cuales pueden verse online o descargarse.

De las tres grandes plataformas transmedia mundiales de signo progresista (las otras dos son Telesur y Russia Today), resulta la preferida del columnista, en virtud tanto del rigor y la integralidad de su análisis político diario como de la sobriedad de su propuesta. Ajena a la falaz teoría de que “al público hay que darle lo que le gusta”, precipicio en el cual caen ocasionalmente incluso entes reporteriles caracterizados también por su respetabilidad (dos casos serían Russia Today y Sputnik, los cuales a veces se dejan llevar por su toquecillo sensacionalista), en la cadena iraní no hay espacio para ninguna de esas “notas de color”, mera banalidad para atraer lectores a la postre.

Látigo fustigador del imperio y agudo denunciante de sus mentiras, pretextos y abusos de poder constantes a lo largo del globo, a todas luces la entidad no puede agradar a los tótems mediáticos corporativos.

Así, en julio de 2013, HispanTV (también otros canales-familia en inglés) fue retirado de los satélites Eutelsat y Arqiva, en presunción a causa de las sanciones contra Irán, a pesar de que un portavoz de la UE dijo que las mismas no aplicaban a los medios de comunicación. Al cancelarla —junto a la cadena hermana PressTV—, del proveedor ibérico de satélites Hispasat, el gobierno de España, siempre tan servil, impidió la difusión de su señal para ese país y toda Latinoamérica.

Constituyó la primera gran censura contra una cadena que, a la sazón, estampaba sus primeros pasos, pues la inauguraron el 30 de enero de 2012. Luego se suscitaría otra, hace solo dos años, cuando la plataforma para compartir vídeos YouTube bloqueó su transmisión en vivo. En agosto de 2018, el gigante estadounidense Google bloqueó el acceso de HispanTV a YouTube y Google Plus. A resultas, las cuentas HispanTV Programas, HispanTV Documentales e HispanTV Películas y Series fueron clausuradas. Justo en ese momento, FireEye, empresa asociada al emporio tecnológico de Silicon Valley en el terreno de la seguridad informática, hizo público, sin tapujos, que el bloqueo tenía el objetivo de frenar la creciente influencia de HispanTV en Estados Unidos, Inglaterra y América Latina, a través de las redes sociales.

Hace pocos meses, cobró titulares internacionales (al menos en los medios alternativos, porque los hegemónicos elidieron o santificaron el hecho) la detención injustificada de la periodista Marzie Hashemi, del mismo sistema mediático. La presentadora y analista fue puesta en prisión, sin cargos, durante diez días, y sujeta a múltiples presiones, como parte de un proceso fabricado contra las difusoras iraníes por el sistema judicial norteamericano.

La más reciente censura acaba de verificarse la semana anterior y está en curso. Google cerró, una vez más, las cuentas del medio, en franca convergencia con la cruzada guerrerista de Washington y de sus aliados sionistas y de Arabia Saudita, banderas que venden a Irán y su cadena como de extremo peligro.

Quienes controlan casi la totalidad de la política informativa del planeta, la cual mantiene obnubilada y aborregada a una inmensa masa cautiva acrítica, no pueden permitir siquiera una voz de disonancia. La misma suerte de veto han corrido Russia Today y Telesur. Pero las tres, afortunadamente, siguen en pie, transmitiendo y con una base mayor de seguidores en el planeta cada día.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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