Gesta pasada vuelve a Mal Tiempo (+Galería)

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 17 segundos

En Mal Tiempo hay un monumento que guarda el grito de libertad de hace 126 años. Un obelisco que rinde honor a quienes no entendían de colonialismo. Una batalla que aún tiene las columnas de piedra y el silencio de la inmortalidad. En Mal Tiempo hay un monumento que recuerda el hecho histórico, de los más audaces dentro de la guerra por la independencia de Cuba de 1895.

El pueblo de Cruces no olvida y regresa cada 15 de diciembre al mismo lugar, de palmas y pasto verdes. Vuelve a reditar esa importante acción militar, ahora vestidos de médicos, maestros y obreros de causa revolucionaria. Regresan y cantan himnos, regresan y dejan flores a los caídos.

Allí cayeron secciones españolas enteras frente a una de las cargas al machete más cruentas en el transcurso de la guerra del 1895. Allí Máximo Gómez ordenó la carga al machete y prendió fuego a los cañaverales que rodeaban la guardarraya por donde se aproximaban los nacidos en la España colonial, quienes envueltos en llamas, humo, hierro y plomo se retiraron rápidamente al central.

El pueblo de Cruces regresa cada año y honra la gesta bélica por la independencia de Cuba.

De acuerdo con los historiadores, aquel combate se libró en apenas tres horas, con gran ventaja para las tropas cubanas. Su arremetida contra el ejército español facilitó la obtención de un considerable botín de guerra: más de doscientos fusiles, municiones, caballos, mulas, múltiples equipos, botiquín. También obtuvieron la bandera y la documentación del archivo, por los cuales se identificó la columna destrozada.

A 126 años de esa proeza bélica autoridades del Partido Comunista de Cuba les entregaron el carnet de esa organización política a nuevos miembros y les invitaron a seguir la lucha por la justicia social y ser mejores en sus actividades diarias.

Una gala cultural acompañó el homenaje a la gesta pasada, figuras como el trovador Nelson Valdés y agrupaciones emblemáticas de Cruces se unieron para rendir tributo a aquella batalla que dejó una profunda herida en las tropas españolas.

A 126 años de la gesta, el obelisco no besa el odio de antaño. Su altura todavía parece insuficiente, allí se gritó fuerte por Cuba y aún en el silencio se escucha ese clamor.

Visitas: 2

Zulariam Pérez Martí

Periodista graduada en la Universidad Marta Abreu de Las Villas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *