Génesis de una reliquia

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Cienfuegos ganó por derecho propio ser la primera y única ciudad en Cuba en disponer de un Museo Histórico Naval (MHN). Desde la fundación misma, la vida de los primeros pobladores de la colonia de Fernandina de Jagua estuvo ligada al mar. La principal actividad económica y social palpitó siempre alrededor del litoral y de las aguas de la bahía sureña.

Y como si ello fuera poco, una de las páginas más hermosas en la historia local tuvo relación con esa suerte de designio marinero. El Distrito Naval del Sur, enclavado en Cayo Loco, resultó uno de los escenarios principales de la epopeya del 5 de septiembre de 1957, cuando marinos honestos, miembros del Movimiento 26 de Julio y el pueblo en general, convirtieron la urbe, por unas horas, en la primera ciudad libre de la nación.

El capitán de fragata Enildo González Pérez, historiador de la Marina de Guerra Revolucionaria (MGR) por 27 años, rememora las circunstancias en que fue concebido e instalado el MHN.

¿Cuáles fueron las premisas?

“La jefatura de la MGR siempre tuvo la idea de crear un museo sobre la historia marítima y naval de Cuba. En primer lugar mediaba la condición geográfica de conformar un archipiélago, y por otro lado, un buen número de acontecimientos estaba relacionado con las costas y los mares adyacentes a la Isla.

“Se analizó dónde sería mejor montarlo y decidieron proponer que fuera en la ciudad de Cienfuegos, donde marinos y civiles protagonizaron la gesta del 5 de Septiembre, por demás un hecho de gran transcendencia en nuestra lucha de liberación nacional.

“Luego, a finales de 1979, el jefe de la MGR, vicealmirante Aldo Santamaría Cuadrado, le plantea la idea de la institución al entonces ministro de Cultura, Armando Hart Dávalos, quien de inmediato apoyó el proyecto, que ya contaba con el visto bueno de la Dirección Política Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la aceptación del Partido y el Gobierno de la provincia perlasureña.

“Me designan ponerme al frente de la tarea y, de conjunto con los especialistas de la Dirección Nacional de Patrimonio, elaboramos la documentación, que en última instancia aprobó el Ministro de las FAR, General de Ejército Raúl Castro Ruz. El tiempo apremiaba, pues se escogió para su inauguración el 5 de septiembre de 1980”.

¿Qué criterio se tuvo para la selección de las piezas museables?

“Una vez concebida la guía turística, se creó en la provincia una comisión encargada de realizar las investigaciones y textos del contenido de dicha pauta. En ese valioso equipo estaban los historiadores Orlando García Martínez, Inés Suao Bonet, Violeta Rovira González y Marcos E. Rodríguez Matamoros. Mantuvimos relaciones muy estrechas de trabajo con el arquitecto Irán Millán, en aquellos momentos especialista de Patrimonio en el territorio.

“Los objetos museables y los exponentes a usar en el montaje los obtuvimos de los preservados, de una forma u otra, en los fondos de la MGR, la sección de Historia de la Dirección Política de las FAR y las que tenía la provincia. Además, hubo donaciones de valiosas reliquias personales de manos de participantes en diferentes hechos históricos vinculados con acontecimientos marítimos, como incursiones contra submarinos nazis en las aguas del Caribe durante la Segunda Guerra Mundial”.

¿Qué valor histórico y patrimonial le confiere a la institución?

Capitán de fragata Enildo González Pérez.

“El MHN, en su exposición permanente, hace un recorrido amplio por la historia marítima de Cuba, desde nuestros aborígenes y su vinculación con el mar. Está también el reflejo del desarrollo militar naval antes y posterior al triunfo de la Revolución, pero además, la actividad económica relacionada con la pesca y los puertos. Lo expuesto en sus salas constituye una muestra exclusiva, no visto en ningún otro museo del país”.

¿Cuánta experiencia le aportó en lo personal?

“Desde 1968 era historiador de la MGR y en esos años había participado en el montaje de algunas salas de historia en las unidades. Sin embargo, nada comparado con la concepción y realización del MHN de Cienfuegos. Todos aprendimos mucho de algo inédito y a la vez un tremendo legado para las generaciones futuras en nuestra isla”.

¿Se cumplieron las expectativas?

“El propósito inicial fue montar un museo especializado en la temática marina, el cual no existía en el país, y considero que se cumplieron ampliamente las expectativas, ya que ha funcionado a partir de 1980, dando a conocer la temática naval en Cuba, que realmente siempre tuvo poca divulgación.

“No obstante, estimo que el mejor uso de la institución es la promoción y divulgación de la historia, en especial el trabajo con niños y jóvenes. Pienso que deben retomarse eventos científicos de investigación sobre la historia naval en Cuba, como se realizaban al principio. Y, ¿por qué no?, el MHN puede convertirse en un centro de interés turístico de esta ciudad esencialmente marinera”.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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