Fin de año con Ómicron
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Ómicron se propaga “a un ritmo que no hemos visto con ninguna otra variante”, ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo consejero jefe, el doctor Bruce Aylward, externó la preocupación de dicha instancia en relación con las fiestas navideñas y de fin de año, las cuales “podrían situarnos en un estadio muy peligroso”.
De hecho, ya lo es. La cepa descubierta en Sudáfrica, a corto plazo dominante en el planeta, avanza sin frenos, al tiempo que la OMS manifiesta su temor porque “los países ricos, acelerando la aplicación de terceras dosis a la población adulta, acumulen los inmunizantes, y las naciones más desfavorecidas no pueden avanzar en sus campañas de vacunación”.
Un repaso a los periódicos del mundo da cuenta del difícil escenario atravesado por varios países de Europa y América. Tras reunión de emergencia ante el avance de la nueva variante, desde el domingo 19 de diciembre, Holanda está oficialmente en cuarentena. Su primer ministro, Mark Rutte, señaló que resultaba “inevitable” hacerlo. Comercios, restaurantes, cines, teatros o gimnasios deben cerrar sus puertas casi un mes, sostuvo el premier de los Países Bajos, pese al rechazo de parte de la población local a dichas medidas antipandémicas. Malestar extendido a toda Europa, concitador de manifestaciones populares reprimidas por las fuerzas policiales.
Sadiq Khan, alcalde de Londres, dijo sentirse “muy preocupado” por la propagación de Ómicron en la capital británica, donde es dominante. En todo el Reino Unido durante las dos semanas más recientes las cifras superaron los 90 mil casos diarios. Unos treinta mil aparecen cada día en Rusia e Italia.
“Ante el recrudecimiento de la pandemia y los nuevos anuncios del Gobierno, el Ayuntamiento de París lamenta tener que anular todas las fiestas previstas en los Campos Elíseos el 31 de diciembre. No habrá fuegos artificiales y los DJs lamentablemente no podrán tocar este año”, comunicó un informe del Gobierno en la capital de Francia.
Las escuelas de la Comunidad de Madrid afrontaron sus últimos días antes de las vacaciones de Navidad con 10 mil 119 estudiantes en cuarentena y 365 aulas confinadas, según los últimos datos de la Consejería de Educación, Universidades y Ciencia de España, nación que llega a Navidad con el triple de infectados de hace un año, aunque con diez veces menos muertos.
Se ha puesto mucho énfasis en que íbamos bien, ha sido un error”, alertaron sus autoridades sanitarias e informa el rotativo madrileño El Mundo. “Vacunación desigual, cortoplacismo y falta de recursos sanitarios: errores que se repiten en bucle”, censura un columnista del diario Público.
La situación es especialmente complicada en los países de Europa del Este, con índices de vacunación bastante bajos, en relación con el resto de los países de la Unión.
En los Estados Unidos, el país de más fallecidos por la pandemia y donde la semana anterior se sobrepasó el número de 800 mil decesos (de acuerdo con los informes de la Universidad Johns Hopkins, “las muertes causadas por el virus son aproximadamente iguales a la población de Atlanta y St. Louis combinados, o las Minneapolis y Cleveland, y se acerca a la cantidad de estadounidenses que mueren anualmente por una enfermedad cardíaca o por derrame cerebral”) el incremento de contagios en estados como Nueva York o Florida resulta exponencial, revelan The Miami Herald y New York Post.
Según el Diario La Prensa de Nueva York, el Dr. Chris Beyrer, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, consideró que “casi todas las personas que fallecen ahora lo están haciendo por causas evitables. Y eso es porque no están inmunizados, y es una tragedia terrible”.
Con cerca de siete mil casos diarios en el estado, “Alarmante aumento de casos en California podría anticipar una quinta ola de contagios”, reza un titular del diario La Opinión de Los Ángeles. A nivel nacional, el número de infectados diarios alcanza los 80 mil. Un estudio de la Universidad de Washington advierte que la nación podría alcanzar la primavera con 900 mil vidas perdidas.
“Los casos de Ómicron se disparan en el condado de Los Ángeles mientras los expertos advierten de su rápida propagación”, asegura un artículo del cotidiano Los Ángeles Times. “Los funcionarios de salud han comenzado a advertir que la variante puede representar una amenaza para los hospitales en las próximas semanas, debido a su propagación explosiva. Incluso si presenta un riesgo de enfermedad menos grave en general, el gran aumento de su transmisibilidad aún podría resultar en que los nosocomios se vean abrumados”, suscribe el articulista.
A lo largo de América del Sur el caso más grave, por mucho, sigue siendo Brasil, donde tiene lugar, en opinión de respetados políticos y expertos sanitarios, un franco “genocidio de estado” bajo la orden del presidente Jair Bolsonaro, triste personaje político defensor a ultranza de la versión más salvaje del modelo neoliberal, a quien la salud de su pueblo siempre le ha importado un bledo.
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