Examen a fondo del Centro Dramático de Cienfuegos

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El Centro Dramático de Las Villas: Historia y tradición (Ediciones Mecenas, 2019) es un libro que este reseñista conoció antes de nacer. Por largos años, su autora, Zenaida Rodríguez Rosa, me habló de su concepción, de cómo acumulaba información e investigaba sin descanso en pos de articular este completo estudio.

Su desvelo, pasión y empeño hallaron el cauce debido. Por buen tiempo estuvo grávida de la maravillosa idea, hasta que alumbró una criatura literaria que es el ensayo más acucioso hecho hasta ahora en torno al principal grupo escénico del territorio.

A ser presentado en la Feria Internacional del Libro, el volumen de la integrante de la Unión de Historiadores y de la Asociación de Comunicadores de Cuba, comenzó a gestarse en 1995. Tanto le atrapó el tema de la investigación, que lo tomó como asunto central para el proyecto de tesis en opción al título de Máster en Estudios Históricos y Antropología Sociocultural Cubana de la Licenciada en Historia y Ciencias Sociales.

La labor de indagación de Zenaida resultó exhaustiva. Cada trabajo de diploma (ella resalta entre los consultados El Centro Dramático, sus primeros 20 años de labor, elaborado por Generoso González (1983); El teatro en Cienfuegos 1923-1935, perteneciente a Marta de La Cruz (1991) y El teatro cienfueguero como práctica sociocultural: 1959-1980, de Yoana Piedra), cada artículo publicado durante muchas décadas alrededor del colectivo teatral y el contexto histórico en el cual surgió y se desarrolló fue leído y analizado por ella.

Cotejó y cruzó fuentes, desarrolló investigaciones sobre la historia social, política y económica de Cienfuegos y del país, interrogó a personalidades fundacionales del Centro, observó la incidencia del trabajo profesional de los creadores argentinos Alberto Panelo e Isabel Herrera…

Los vacíos encontrados en varios de los estudios precedentes dirigieron su observación, interpretación y crítica —mediante procesos heurísticos—, a las fuentes primarias formadas por el registro oficial de fundadores del colectivo, las cartas y certificados mostrados por sus integrantes, las entrevistas a ellos realizadas, así como también cartas de personalidades de la cultura a Fidel Castro y Osvaldo Dorticós.

Todo lo anterior, en pos de alcanzar su objetivo de valorar la labor emprendida por el grupo fundador del Centro Dramático de Las Villas desde el punto de vista histórico-cultural, a partir del estudio de las condiciones en las cuales gestaron sus aportes como actores, técnicos y directores, además de la contribución del repertorio a la continuidad de la tradición teatral cubana durante el período de 1963 a 1976. Ello, a su vez, la arrojaría al terreno de una necesaria reflexión sobre su importancia en el panorama teatral de la nación a lo largo de dicho período.

En el capítulo 1 la profesora asistente de la Universidad de Cienfuegos e investigadora de temas histórico-culturales por un cuarto de siglo aborda los antecedentes del acontecer teatral del Centro Dramático de Las Villas; mientras que el próximo (el fundamental del volumen) lo reserva para un estudio a fondo de la estructura de marras, en tanto expresión de prosecución escénica. De colofón, consigna generoso resumen del decurso de la agrupación.

En tal zona epilogar el lector podrá conocer al detalle, alrededor del repertorio de la agrupación a través de los años, la lista completa de fundadores, y repasará además un rico testimonio fotográfico, contentivo de imágenes (algunas hasta hoy inéditas) de obras protagonizadas por figuras tan queridas como Aida Conde, Yolanda Perdiguer, Juan Antonio Marín y Pedro Posada, entre otros emblemas de nuestra escena.

El Centro Dramático de Las Villas: Historia y tradición, con 130 páginas y el cual forma parte de la Colección Ideas de a editorial Mecenas, fue editado por Atilio Caballero. Contó con la corrección del autor de estas líneas y el diseño de cubierta/diseño interior y diagramación de Reynaldo Duret Sotomayor.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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