Estudio científico alerta vulnerabilidad del vencejo de collar en Cienfuegos

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Rosalina Monte Espín encontró en la zootecnia su vocación. Era una joven estudiante de Agronomía cuando entró a una cueva y quedó cautivada por el vencejo de collar. La hermosa ave de las cavernas de grupos montañosos cubanos ha sido recurrente en sus investigaciones y hoy devino tema de su tesis doctoral.

“ Allá por 2005 me dijo el especialista Alberto Arano, que en Yaguanabo Arriba habían unos pájaros dentro de unas cuevas y para allá fui. Vi aquellas aves de bello plumaje negro con un collar blanco en el cuello, tan elegantes. Al saber que el doctor Rubén Chamizo las había identificado fui hasta él.

“Me aportó información. Comencé a ocuparme e hice mi tesis de doctorado sobre la dinámica poblacional de la especie, que abunda en grupos montañosos del centro y occidente de Cuba. Pude conocer cómo las afecta el cambio de uso de suelos. Por ejemplo, en Bahía Honda, posteriormente la toma de datos para mi investigación ocurrió en marzo de 2008”.

El trabajo de campo de la tesis de Rosalina fue muy engorroso. En expedición nocturna dio seguimiento a 86 nidos, en tres temporadas, en Topes de Collantes. Allí tuvo apoyo de la dirección del complejo.

“El hijo de Rubén Chamizo me acompañaba los fines de semana cuando regresaba de la universidad. Estoy muy agradecida de los colaboradores, la labor fue tensa y paciente. El vencejo de collar habita en lugares asociados a cursos de agua activos y nidos en los techos y paredes de cavernas”.

¿Cuáles son los resultados?

“El principal aporte es que llena un vacío de conocimiento importante. Caracterizamos los refugios del vencejo de collar, las variables que determinan su estancia en un lugar. Fundamentalmente son: humedad por encima del 95 por ciento y existencia de material para hacer nido, que construyen con musgos de las paredes cavernarias.

En las paredes húmedas de cuevas de zonas montañosas de Cuba realiza el vencejo sus nidos
El vencejo de collar habita desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Chile./Foto: Internet

“La especie es propia del Caribe y Las Antillas. Hay pocos sitios de nidificación y a pesar de ser un ave descrita en 1700, fue en 1979 que encontraron el primer nido por nuestras islas. Exactamente en Dominicana, la biología reproductiva es baja, inferior al 60 por ciento. Logran menos de un pichón por nido. Es además un ave longeva pues vive más de 25 años.

“Aunque no se considera en peligro de extinción, es vulnerable, pues tiene exigencias ecológicas para nidificar y los cambios de temperaturas afectan al vencejo de collar. Hay influencias indirectas de la actividad humana en esa realidad, ya que al dejar basuras vienen ratas y otros depredadores que acaban hasta con el musgo”.

Rosalina es especialista del Jardín Botánico de Cienfuegos. El grupo investigativo de esa institución es pequeño y multifacético (abarca la zootecnia). También participa en proyectos empresariales como el de LABIOFAM para elaboración del medicamento contra el cáncer (Vidatox). Para eso siguen parcelas de monitoreo de alacranes.

Esta investigadora ha participado en eventos internacionales. El próximo será la sexta conferencia internacional sobre el vencejo de collar. Acontecerá en Segovia y ha sido invitada al evento por la organización mundial “Vencejos sin fronteras”.

 

 

 

 

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Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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