Estrenarán documental dedicado a la cantautora cienfueguera Rosa Campo

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Este viernes, los cienfuegueros podrán asistir al estreno de una pieza audiovisual que pondera la obra para los niños de la cantautora cienfueguera Rosa Campo. El documental Iba en busca de una Rosa, pero me encontré una tía, fue concebido para visibilizar a la autora de canciones que han formado y divertido a varias generaciones de cubanos.

Integrantes del Grupo de creación audiovisual Guanhamao, de la Oficina del Conservador, en colaboración con la Asociación Hermanos Saíz, creadores independientes, y el estudio Eusebio Delfín, donde se grabaron los arreglos musicales, se unieron con el propósito de visibilizar a la fecunda compositora.

La realizadora une su punto de vista al de Carlos Alberto Cremata, Liuba María Hevia, Frank Fernández, quienes la sitúan sin  titubeos entre los más grandes creadores de la música infantil iberoamericana, y sus coterráneos, que la consideran paradigma.

Su directora Yusi Padrón, la descubrió en su ámbito maternal, cuando se armaba de sus canciones para arrullar a su hija, y de sus letras para educarla. Luego admiró profundamente la constancia de su colega en Radio Ciudad del Mar, en cuyos pasillos nació el Rincón de la Tía Rosa, una propuesta matutina diaria, y junto a ella un apelativo ya inseparable de la artista.

¿Devolverle, si eso fuera posible, el agradecimiento de todos, fue la intención inicial… visibilizarla?

“Yo salí en busca de una rosa, de Rosa Campo,… pero me encontré a una tía. Y me di cuenta que, como dice Carlos Alberto Cremata, como dicen Liuba María Hevia,  y Frank Fernández, en sus entrevistas, ‘no hay palabras para  ponderar la maravilla de su sacerdocio’. Así que se le debía a la tía Rosa, que fuera la señora de los ojos claros y un rostro más visible, no solo para los niños y niñas cienfuegueras, las familias cubanas que amanecen todos los días cantando Amanecer feliz, pero a cuya autora difícilmente la vemos en un espacio televisivo nacional, o de gira por todo el país, algo que disfrutarían, si se lograra”.

“No quería tampoco que fuera mi punto de vista. Quería contrastarlo con otras personas, las niñas y los niños de su proyecto, los jóvenes que son ahora, que podrían tener una visión semejante a la mía, o no, por eso es que se escuchan muchas voces, las de Lázaro García, Roberto Novo, Belkidia López, las de las madres que acompañan a la tía en ese proyecto, a su representante, sus hijos, y de numerosas generaciones, cuya espiritualidad y calidad como seres, ha crecido a partir de la propuesta de tía, que te enseña a ser cubano, que es un espacio donde puedes crecer en el contacto con su obra.

“Es una educadora cuyo método está más que probado, porque uno comprueba  en las entrevistas con los muchachos, que dicen, sin reparos, que lo que son ahora, se lo deben también a la tía Rosa. Y son jóvenes estudiando, creciendo profesionalmente, unos dedicados a la música, otros no, pero son, – y de eso no quedan dudas-,  excelentes seres humanos, y eso se le debe a tía Rosa”.

¿Es por eso este documental, parte de ese patrimonio inmaterial de los cienfuegueros, que es su legado a la posteridad en canciones?

Hace do años un grupo de cienfuegueros aunaron esfuerzos para legar un hacer visible a una compositora con cuyas canciones han crecido generaciones de cubanos.
Hace dos años, un grupo de cienfuegueros aunó esfuerzos para legar un hacer visible a una compositora con cuyas canciones han crecido generaciones de cubanos.

“Hemos reconstruido o más bien, hecho visible un proceso de construcción colectiva, que ya estaba en el imaginario de las cienfuegueras y los cienfuegueros, pero que ha quedado en un documento  audiovisual nunca antes hecho.

“En mi opinión personal, el principal patrimonio son los seres humanos, los depositarios de una herencia cultural.  La cultura te conforma te delinea, y te traza un camino de construcción de una identidad.

“Tía, cuando hace que cantes el chibirico, donde quieras que estés, y frías un chibirico para un extranjero o alguien que no sea cienfueguero, se van a entender… Es como cuando ella defiende el valor de instrumentos musicales tan sencillos como las  maracas, o el cencerro;  y te enseña a sentirte cubano, cuando te dice que mi bandera está en la cola de un avión, en la punta de una loma. Hay un reconocimiento de tu identidad, que va a conformarse al estar en contacto con su obra. Y eso es patrimonio, sino ¿qué es?”

Es nuestra Rosa, esa creadora del alma cubana en las futuras generaciones, que insiste, con orgullo, en seguir cultivando desde esta provincia. En su nombre se concibió este documental.

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