Esto es, esto no es…

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 37 segundos

“La gente tiene una rara puntería para copiar lo malo en vez de lo bueno”.

Mario Coyula.

Cienfuegos, desde el vertiginoso crecimiento del cuentapropismo, comienza a convivir con otra carga: las promociones de los negocios particulares. De cualquier fachada salen carteles que anuncian servicios, ventas, alquileres…, pero ¿respetan las regulaciones de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos (OCCC)? ¿Aporta estética a “la Perla” esta invasión publicitaria?

Las opiniones sobre el tema son diversas y no precisamente coincidentes. Lo cierto es que el trabajo por cuenta propia, aprobado el 7 de octubre de 2010, propicia que los cienfuegueros tengan más cantidad de ofertas gastronómicas y oportunidades, en sentido general. Ello, a su vez, viene de la mano con las nuevas maneras de gestionar promoción, las cuales no siempre son las adecuadas o se ajustan al entorno patrimonial que rodean esos negocios.

En muchos casos, ilegales, en otros, excesivos y hasta egocéntricos; la urbe se encuentra colmada de lumínicos y demás propagandas que lejos de ubicar, muchas veces desubican y cansan la vista.

“Existen trabajadores por cuenta propia que son muy respetuosos e incluso rescatan carteles (…), hay otros que hacen todo lo contrario con tal de ser lo más llamativos posible, y olvidan la estética. No pocos cuelgan sus carteles sin autorización de nuestra Oficina, solo con el permiso de Planificación Física, y luego no son compatibles con las regulaciones estipuladas″, afirma Patricia Castro Vega, especialista del departamento de Arquitectura de la OCCC.

Ilustración: Ández
Ilustración: Ández

“Quizás algunos carteles no cumplen cierta estética, no obstante, bien diseñados y normados, incluso perpendicular a la fachada, pudieran perfectamente funcionar, como en cualquier lugar del mundo, y no tienen que afectar necesariamente la armonía de la ciudad. En la parte de mayor valor patrimonial o en edificaciones con determinado carácter, no funcionaría, sin embargo, en donde los valores patrimoniales son aislados, no veo por qué no puede existir mayor publicidad”, recalcó Aslam Castellón Maure, cuentapropista.

La Oficina del Conservador estipula regulaciones y deja claro que las acciones constructivas en el casco histórico se limitan a la conservación y la restauración. Además, se pueden colocar anuncios en las fachadas de los inmuebles, siempre respetando los valores arquitectónicos y artísticos del mismo, así como la imagen de su entorno.

Gran parte de las propuestas promocionales carecen de un buen diseño, y somos partidarios de que hasta el negocito más simple tenga armonía y sea agradable a la vista. Lo inadmisible es que la arquitectura del sitio rompa con la coherencia del entorno urbano. Sucede también que, en ocasiones, quienes poseen los recursos tienen un pésimo gusto…

Debemos darle nuevamente un valor cultural a la arquitectura, porque esta, evidentemente, hoy es secuestrada por los constructores, “publicitarios” y dejó de ser cultura para convertirse en construcción. Por eso, cada vez que camino por la ciudad, voy pensando: “esto es, esto no es…”.

*La autora es estudiante de Periodismo

Visitas: 205

Taylin Jiménez Sevilla

Estudiante de Periodismo de la UCLV

4 Comentarios en “Esto es, esto no es…

  • el 3 febrero, 2017 a las 3:55 pm
    Permalink

    tremendo cartelito, y no se encendera por las noches?

    Respuesta
  • el 1 febrero, 2017 a las 12:19 pm
    Permalink

    …bastome este comentario para entender qué significa para los cienfuegueros cada pedazo de sus fachadas, así sean añicos de su arquitectura…
    …comentario periodístico, arriesgado de tu parte Taylin, pero tan limpio y correcto que sería impune no dedicarle un reconocimiento aunque sea en este modesto espacio…
    …los quiero chicos…que la policromía de sus ideas no tenga frenos jamás…saludos al colectivo del 5…

    Respuesta
  • el 30 enero, 2017 a las 4:34 pm
    Permalink

    Buen comentario sobre un tema medular, la conservación de los valores arquitectónicos de una ciudad que otrora fue de las más lindas, organizadas y limpias de Cuba, y que sin embargo ya no lo es. La arquitectura cienfueguera es ecléctica, pero no es para tanto, la chapucería y el mal gusto se poderan de su entorno. ¿Qué hace la Oficina del Conservador? ¿No podían contratar un diseñador gráfico que regule los “anuncios” y oferte buen gusto? Gracias a la periodista por abordar el tema.

    Respuesta
  • el 30 enero, 2017 a las 3:41 pm
    Permalink

    ¡Me encanta la frase del arquitecto Mario Coyula! ¡Más oportuna, imposible!
    Qué decir que otros no sepan: en la Perla del Sur todo parece estar de cabezas, está muy lejos de ser una “perla” pulcra y pulida.
    Por fortuna estoy tomando un postgrado de Marketing y Relaciones Públicas: lo primero es que no sabemos nada de Mercadotecnia; ni de estrategias ni de consumo, etc. (No sé ni qué es peor: si tomar el curso y apreciar las barbaridades que se cometen en las promociones y la cartelería de nuestro país, o apostar por la ignorancia sobre el tema, y pasar de largo sin percatarme de lo que está mal hecho).
    El caso es que sí afecta estéticamente a la ciudad todo lo que la joven periodista aborda en el artículo, y no solo eso, los malos proyectos abundan por donde quiera y lejos de atraer a los clientes (que en marketing es el centro de todo), lo que crea es una atmósfera de rechazo absoluto que puede estar dado por una mala estrategia, o simplemente por una barbaridad ortográfica en algunos de los anuncios y promociones.
    Es muy oportuna la entrevista concedida al mencionado arquitecto por Maurín Delgado hace ya algún tiempo por la TV Cubana: él decía, entre otras cosas, que el cubano de hoy no tiene mucha conciencia sobre lo que es preservación y conservación del patrimonio nacional, y de las múltiples maneras de perjudicarlo.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *