Esta noche primer y único debate televisivo entre candidatos a la vicepresidencia de Estados Unidos
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El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y la aspirante demócrata al puesto, Kamala Harris, se verán las caras esta noche en su primer y único debate por televisión, en la Universidad de Utah.
Los topes televisivos entre los aspirantes a la vicepresidenta raramente han decantado el voto de forma significativa en una elección estadounidense.
Pero el cara a cara de este miércoles entre Pence y Harris, en el horario de máxima audiencia, les da la oportunidad de brillar y salir de la sombra de sus respectivos compañeros de fórmula: Donald Trump y Joe Biden.
El debate se realizará en medio de estrictas medidas de seguridad, a la vista de un Biden que, sin mascarillas, asistió hace dos semanas al acto en la Casa Blanca, considerado un evento de “superpropagación” de la COVID-19, donde se contagiaron al menos ocho asistentes, incluyendo el propio Trump.
Aunque Pence dio negativo, su proximidad con Trump y otros miembros de la Casa Blanca contagiados, llevó a los organizadores de su frente a frente televisivo con Harris a separar a los candidatos, a quienes no se les exigirá usar mascarilla, pero serán protegidos con una pantalla de plexiglás.
Además, ambos políticos y el moderador estarán sentados a exactamente 3,7 metros de distancia unos de otros, y no se permitirán los apretones de manos ni cualquier otro saludo físico.
Dentro del recinto habrá únicamente un “pequeño número” de invitados con boleto, y todo aquel que se niegue a ponerse mascarilla, a excepción de los candidatos y el moderador, será expulsado.
Se espera que en el transcurso del debate televisivo Mike Pence busque defender la gestión de la lucha contra el coronavirus realizada por el gobierno de Trump, para quien presidió el grupo de trabajo sobre la COVID-19.
Pero los analistas advirtieron que Pence tendrá preguntas difíciles de responder, ante el escenario que exhibe la superpotencia, con más de 210 mil estadounidenses fallecidos, el país convertido en el más afectado por la pandemia, con casi 7,5 millones de casos acumulados, y la misma Casa Blanca pasando a ser un foco de contagios y confirmarse la ausencia clara de una estrategia integral nacional del gobierno de Trump para contener la pandemia.
Pence también se verá obligado a responder por los repetidos intentos de Trump de minimizar el peligro de COVID-19 y desalentar las medidas de precaución básicas como el uso de mascarilla, un comportamiento que el magnate repitió incluso después de recibir el alta hospitalaria el lunes.
Por el lado de Kamala Harris, su simple presencia en el debate de esta noche con Mike Pence, ya es un hecho trascendente, tras ocupar una posición única en la historia política estadounidense, por la posibilidad de convertirse en la primera mujer negra en ocupar la vicepresidencia.
Al mismo tiempo, los observadores destacan que Harris tiene la mayor y mejor oportunidad para atacar a Pence sobre la gestión que ha hecho el gobierno de Trump de las divisiones raciales, los asuntos relacionados con la mujer, el coronavirus y los nominados presidenciales a la Corte Suprema.
Los analistas recuerdan que los demócratas siguen trabajando de forma agresiva para animar a los votantes menos activos, especialmente negros y jóvenes, para que respalden a Joe Biden, un asunto en el que Harris puede ayudar como mujer afroamericana y de ascendencia india.
Exfiscal, Harris ha demostrado capacidad y disposición para discutir cuando quiere hacerlo, según los expertos, pero dudan en cuanto a que el equipo de Joe Biden le permitan ser muy agresiva, teniendo en cuenta lo callada que ha estado durante la campaña desde que se unió a la boleta electoral del ex vicepresidente.
Entre tanto, Joe Biden consideró que su segundo debate televisivo con Donald Trump, programado para el 15 de octubre, no debería celebrarse en caso de que su rival republicano siga enfermo de Covid-19.
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