Enrique José Varona: con vigor en la palabra y convicción en las ideas

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“El Estudiante curioso” o “Cervantista jubilado”, da igual. Con ambos seudónimos, entre otros, firmaba sus publicaciones Enrique José Varona, el ilustre escritor, pedagogo, filósofo y periodista camagüeyano, cuya obra sobresale por el vigor de la palabra, su aguda mirada social, y el patriotismo forjado en dos siglos convulsos y determinantes para Cuba.

Considerado una de las voces ilustres de la intelectualidad criolla del siglo XIX y las primeras décadas del XX, Enrique José Varona tuvo el privilegio de dirigir como pocos a la juventud universitaria durante los años sombríos que desencadenó la intervención de Estados Unidos en la Isla. Fue en ese contexto que dejó clara su posición contra la injerencia yanqui: “Cuba republicana, es hermana de Cuba colonia”.

No hay lugar para la insignificancia al hablar del quehacer de este patriota, fallecido el 19 de noviembre de 1933. A poco menos de un mes de iniciada la Revolución del ’68, Varona se incorporó a las tropas libertadoras en Las Clavellinas, aunque luego regresó a su natal Camagüey.

Pero no sólo se desenvolvió en la lucha emancipadora. Talento y capacidad desbordó también en las muchas otras empresas con las cuales dibujó una profusa hoja de vida. Fue colaborador, desde su fundación, de la Revista de Cuba. También miembro de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba, vocal de la Junta Directiva del Partido Liberal y redactor de su vocero: El Triunfo.

En 1880 impartió en La Habana sus “Conferencias filosóficas” sobre Lógica, Psicología y Moral. Resultó electo diputado a Cortes por Camagüey en 1884, si bien nunca pudo ocupar su escaño por llegar tardíamente a España.

Dirigió la Revista Cubana en 1885. Diez años más tarde, se incorporó al Club Patria, en Nueva York, al cual representó en el Cuerpo de Consejo del Partido Revolucionario Cubano, de esa ciudad, y asumió la dirección de Patria y de Cuba contra España, la cual alcanzó con rapidez varias ediciones. En 1897 abandonó el cargo aunque continuó como uno de sus editorialistas hasta el regreso a Cuba, a fines de noviembre de 1898.

Luego de la caída en Dos Ríos de José Martí, el 19 de mayo de 1895, encabezó desde La Habana el periódico Patria entre febrero y octubre de 1899. Este año resultó nombrado profesor de Lógica, Psicología, Ética y Sociología de la Universidad.

Corría el año 1900 y Varona ocupó cargos dentro del Gobierno Interventor: Secretario de Hacienda y Secretario de Instrucción Pública, posición desde la cual implantó la reforma educacional que lleva su nombre. A lo largo de una década, desde 1902 se desempeñó en calidad de Catedrático del centro de altos estudios de la capital.

Asumió el cargo de Vicepresidente de la República en 1913. Cuatro años después cesó en esta cartera y renunció a su cátedra universitaria. En 1923, fue nombrado Vicepresidente del Movimiento de Veteranos y Patriotas.

“(…) yo no veo en mi tierra, fuera de los efectos materiales de la familia, persona a quien debo querer yo más que usted, por la limpieza de su carácter y la hermosura de su talento”, tal fue el elogio que Varona suscitara en Martí.

Con fuerza y convicción, el patriota fustigó los males sociales y las atrocidades de la dictadura de Gerardo Machado. Destacado antiimperialista y revolucionario, dejó a la posteridad un ejemplo que convoca a marchar en consonancia con la época y a convertir en realidad su idea de “hacernos dignos de los tiempos que alborean”.

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Yudith Madrazo Sosa

Periodista y traductora, amante de las letras y soñadora empedernida.

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