En Pepito Tey fabrican bloques con calidad y certeras motivaciones

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Perteneciente a la Empresa Integral Agropecuaria Cienfuegos, la fábrica de bloques creada en el Consejo popular de Pepito Tey resulta una de las vías para favorecer la producción de materiales de la construcción en la provincia de Cienfuegos.

Albert Pérez Rodríguez, jefe de colectivo, explicó que “al principio los muchachos estaban un poco amarrados, se hacían 500 ó 600 bloques y, prácticamente, el día entero. Pero ahora hacemos mil 200 bloques en cuatro o cinco horas y la merma es solo de 0,3 por ciento, un índice bastante bajo porque eso representa tres o cuatro bloques sin la calidad adecuada”.

Solo nueve meses han transcurrido desde que el antiguo almacén se convirtiera en esta pequeña industria donde, además de los bloques, las celosías forman parte del quehacer diario “y para los próximos meses tenemos la idea de fabricar lozas para pisos, una vez que nos aprueben el proyecto, resaltó Pérez Rodríguez, y así sería posible aumentar la cantidad de obreros, pues hoy somos 13”.

Cerca de nosotros, el equipo para conformar los bloques es manipulado por Miguel Alpízar Valdés. Detiene su funcionamiento por unos minutos y asegura que “los primeros días fueron un poco incómodos porque no estaba adaptado, pero enseguida aprendí  y es un manejo normal. De ocho de la mañana a las doce del día se pueden producen mil 200 bloques porque no tenemos el espacio suficiente para hacer una mayor cantidad. Por la tarde se le echa agua para que fragüen, al otro día se trasladan para la estiba y mientras permanecen en reposo durante tres días, les echamos agua sistemáticamente para que el proceso llegue a su final con éxito. Luego vienen a recogerlos para su comercialización”.

La máquina que funde la mezcla para conformar los bloques es una copia de otra que vieron en Internet, “y con la ayuda de un amigo la diseñamos – dijo Albert Pérez –  y la construimos. Al principio nos dio trabajo porque era algo nuevo y no había medidas; fue nada más por la vista, sin embargo ahí está la máquina y ya estamos haciendo otra más para bloques de 15 centímetros.

Y el artefacto resulta una gran inventiva con el que se humaniza el trabajo diario, pues un obrero trae el vagón con el hormigón, lo voltea y al momento el bloque queda moldeado en el suelo hasta el otro día.

“Todos estamos conscientes de que cobramos por lo que seamos capaces de producir, enfatizó el jefe de colectivo, y como ejemplo puedo decir que en febrero llegamos a 15 mil bloques y los trabajadores cobraron entre 13 mil y 14 mil pesos”.

Y, felizmente, lo que era casi un basurero quedó transformado en un espacio donde el ruido no molesta porque el esfuerzo se traduce en calidad y resultados.

“La  dirección de la Empresa Integral Agropecuaria Cienfuegos dio la tarea y hubo una respuesta inmediata aquí en Pepito Tey”, expresó con orgullo Pérez Rodríguez, mientras se disponía a acopiar más cemento y gravilla para la próxima tanda de bloques.

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