En Cienfuegos: un viejo laboratorio nuevo

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Por estos días, los microscopios, beakers, probetas y mecheros del Laboratorio de Microbiología del Hospital Provincial de Cienfuegos, se “prueban” en un ambiente de hormigón y hombres de cascos, quienes dejan como nueva una vital área de la institución médica, sin que esta deje de prestar servicios. El paso de los años, el deterioro consecuente, así como la obsolescencia tecnológica de parte de su equipamiento quedará atrás, cuando muy pronto se terminen allí las labores de reconstrucción y el montaje de nuevos equipos.

Sobre el tema, 5 de Septiembre requiere las declaraciones de la Dra. Maritza Rodríguez Gavín, directora del centro asistencial.“Primero, es necesario recordar la importancia que tiene este laboratorio, en una rama de la Medicina que se encarga del diagnóstico, tratamiento y pronóstico de las enfermedades producidas por agentes infecciosos (bacterias, virus, hongos y parásitos), de ahí la prioridad que le damos a su acondicionamiento, en la medida de las posibilidades presupuestarias, para cumplir todos los requerimientos del CITMA.

“En los propósitos y ya concretándose está, instalarle agua a cada uno de los puestos de trabajo, así como de dotarlos de climatización, porque son requisitos indispensables para cumplir con los estándares de bioseguridad. También pretendemos sustituir toda la carpintería, ya se han cambiado algunas puertas y ventanas, y en ello la Empresa de MICALUM tiene pactado un compromiso en proveernos. Todo lo hemos hecho sobre la marcha, sin dejar de prestar el servicio, incluso la docencia ha continuado. Hemos tenido en cuenta, incluso, la preparación del personal, y está previsto el entrenamiento de especialistas en el Instituto de Medicina Tropical (IPK), en los temas de Microbiología e Infectología”.

Sobre las ventajas de contar con una instalación confortable y que cumpla los requerimientos de calidad, recabamos la opinión autorizada del Dr. Jorge Barleta del Castillo, especialista de II Grado en Microbiología, investigador agregado, docente y master en enfermedades infecciosas: “En primer lugar, tras este proceso, se elevará la bioseguridad del Laboratorio, tanto para los trabajadores, como para los pacientes que acuden a sus servicios. Aumentará, sin dudas, el nivel de confiabilidad de los resultados que emitimos, un elemento a considerar. En otro orden, los trabajadores tendrán mayor confort, porque aquí pasamos 8 horas y más, y sentirnos cómodos también es importante.

“El Laboratorio tiene casi 40 años de construido y se le había ‘pasado muy poco la mano’, como decimos, en realidad se confrontaban problemas con los falsos techos, las instalaciones hidrosanitarias, los puestos de trabajo presentaban dificultades con las mesetas, la iluminación, entre otros detalles. Pero poco a poco se ha avanzado, las condiciones de trabajo mejoran en sentido general, y estamos seguros de que podremos contar con condiciones que propicien resultados confiables”.

Y así transcurren las jornadas allí, donde pacientes esperan con “el corazón en vilo” tras el ventanillo por sus resultados, extrañados de encontrar cemento, arena y tuberías donde debieran ver a impecables hombres y mujeres con nasobucos y guantes, sin sospechar siquiera, que en breve podrán tener pruebas y evidencias más confiables y seguras.

El Dr. Jorge Barleta del Castillo señala la posición de toma de muestras, recientemente instalada. / Foto: Efraín Cedeño
El Dr. Jorge Barleta del Castillo señala la posición de toma de muestras, recientemente instalada. / Foto: Efraín Cedeño

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

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