En Cienfuegos se habla de crónicas

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¿Por qué acudir a la crónica para expresar la realidad? ¿Qué ventajas trae contar una historia desde el tamiz de la emoción? Sin que se formularan de manera directa, a tales interrogantes dieron respuesta los ponentes durante la segunda jornada del XI Encuentro Nacional de la Crónica que se celebra desde el día 8 en Cienfuegos.

Los jóvenes periodistas Yoe Suárez, Darío Alejandro Escobar y Yoandry Ávila Guerra disertaron sobre sus experiencias en la revista Caimán Barbudo, publicación que como casi ninguna otra en Cuba se torna generosa con los textos de largo aliento, propios del periodismo literario.

Al decir de Yoe Suárez, la aparente reticencia existente en la Isla a cultivar este género se debe más bien a la negativa de los editores a aceptar crónicas por la presión del espacio en la plana.

“Luego de los ’90, la crisis de papel derribó esas tiradas apocalípticas de periódicos de 20 mil ejemplares o más, y entonces los editores tratan de concentrar en la menor cantidad de espacio la historia. Pero la historia ¿cómo se cuenta?, desde la nota informativa, desde géneros que a veces no atraen la atención del público y la virtud de la crónica es que te relata la vida del humano como ser humano. A la gente le interesa saber de personas, no de datos o cifras, a no ser que le muestres que esos datos y esas cifras influyen efectivamente en sus vidas. Y es precisamente la historia de vida lo que el periodismo narrativo ha tratado de rescatar”, expresó Suárez.

En su opinión, en Cuba se palpa en el presente un boom de esta forma de hacer periodismo, sobre todo entre profesionales de su generación. “Estamos tratando de contar un país cambiante, que no se puede contar del mismo modo en que se hacía 20 o 30 años atrás. Tratamos de asumir el periodismo literario como una rutina productiva, que esta se convierta en la aventura de narrar algo distinto todos los días y la web nos ha dado esa posibilidad con los recursos hipermediales”, comentó el joven, quien este año participara en el Taller La Mirada Extrema, conducido por el destacado cronista argentino Martín Caparrós, en El Salvador.

Según cuenta Dayron Chang Arranz, de Tele Turquino, la necesidad de hablar de la historia, del pasado, y de conectar con el público, transmitirle sensaciones lo acercó a la crónica, un género al que considera especial y ve como una urgencia para salvar la memoria histórica del país.

En la opinión de Yoandry Ávila Guerra, la crónica ofrece la oportunidad de tratar temas que palpan la realidad cubana, más allá de las notas nacidas del trabajo reporteril, pues al apropiarse de los códigos de la literatura y conjugarlos con la precisión del periodismo contribuyen a ser un reflejo de la cotidianidad.

El evento teórico contó con la participación también de los periodistas camagüeyanos Oreidis Pimentel Pérez y Yanetsy León González. Pimentel Pérez disertó acerca de El Lugareño, pseudónimo a cuya sombra florecieran las crónicas de Gaspar Cisneros Betancourt, una figura casi olvidada dentro de la prensa cubana; mientras, León González compartió con los presentes algunas ideas extraídas de sus estudios acerca del Nicolás Guillén cronista de su ciudad natal.

Un instante significativo durante la jornada fue la visita a la tumba de Miguel Ángel de la Torre en el cementerio de Reina, donde depositaron una ofrenda floral y homenajearon a ese cultor del periodismo narrativo en Cienfuegos, inspirador de estos encuentros.

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Yudith Madrazo Sosa

Periodista y traductora, amante de las letras y soñadora empedernida.

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