Empresa Navegación Caribe, viva en la savia de sus jubilados

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Fueron convocados y no demoraron en responder. La actual situación epidemiológica no posibilitó la presencia de todos, pero ello no impidió el encuentro para rememorar algunos momentos de la Empresa Navegación Caribe, cuya fecha fundacional se fija en el 26 de abril.

Desde diferentes posiciones y responsabilidades se consagraron a su labor trabajo con un escenario por excelencia: el mar.

Con desenfado descorrieron las cortinas del tiempo y compartieron historias.

Rompió el hielo Juana González Rodríguez, quien por mucho tiempo se desempeñó como especialista en Seguridad y Salud del Trabajo, además de atender la capacitación: “Estuve pendiente de la preparación de los trabajadores y hacía las coordinaciones con la Academia para concretar la concurrencia de los profesores, lograr la recalificación y la obtención de los respectivos certificados.  De igual manera hacíamos con los chequeos médicos; eso evitaba inconvenientes con el traslado a La Habana.

Empresa Navegación Caribe jubilados cienfuegos
Hombres con una amplia hoja de servicios en la Empresa Navegación Caribe. Con sombrero, el capitán Jorge Sánchez Planés. A la izquierda, el también capitán Wilfredo Fernández Sopedra. / Foto: Tay Toscano

“Fue una etapa hermosa de vida laboral y estoy dispuesta a colaborar”, dijo esta mujer, todavía vital, bibliotecaria en la Escuela Carlos Manuel de Céspedes.

No quiso quedarse detrás Wilfredo Fernández Sopedra, para quien el mar es la vida misma. “Estuve al frente de varias embarcaciones y siempre fuimos una familia”.

El experimentado capitán recuerda: “Primero estuve la Terminal Mambisa, luego se creó ‘Caribe’. Nosotros éramos ´el caballo de batalla´. ¿La prioridad? Cumplir nuestro cometido según la misión encomendada. También pueden contar conmigo, sobre todo para la formación de las nuevas generaciones”.

Directivos de la Unidad Básica de Servicios Marítimos Cienfuegos perteneciente a la Empresa Navegación Caribe reconocen la valía de sus jubilados. / Foto: Tay Toscano
Directivos de la Unidad Básica de Servicios Marítimos Cienfuegos perteneciente a la Empresa Navegación Caribe reconocen la valía de sus jubilados. / Foto: Tay Toscano

Como motorista naval, Arcide Bonet Basso, atesora una rica hoja de servicios. Procedente de la Marina de Guerra, recuerda cómo contribuyó al crecimiento de la Unión de Jóvenes Comunistas al dejar constituidos varios comités de base integrados por más de 60 militantes, lo cual, según sus palabras, “fortaleció el sentido de pertenencia y la entrega”.

Confiesa, “(…) no hay una noche que no me vea en un cuarto de máquinas, reparando algún motor; es difícil despegarse no solo de un trabajo, sino de una pasión. Haber estado en Navegación Caribe es motivo de realización personal, además de ofrecer mi contribución al país.

“Nunca tuvimos amonestaciones por incumplimientos productivos, y casi todos los años recibíamos reconocimientos por nuestros resultados. Estuve 30 años”.

Está en edad de jubilación, pero Jorge Sánchez Planés, capitán, se mantiene laborando y aboga por viabilizar gestiones entorpecedoras del buen desenvolvimiento de las tripulaciones. De lograrse serían mayores los aportes a la economía nacional. Sus conocimientos de la marinería son un tesoro a no desdeñar.

Otros recuerdos y anécdotas llegaron en las voces de Alfonso Muñoz Herrera, motorista de remolcador y grúa; Félix Reinaldo Pérez Alejo y Rafael Nodal Trimiño, ambos operativos, con el denominador común de un entrañable amor por las faenas marítimas, esas imposibles de olvidar cuando han pasado tres décadas de la primera vez.

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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