Ellas de verde olivo en Cienfuegos

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El primero de enero de 1959, el triunfo de la Revolución, además de las profundas transformaciones económicas, políticas y sociales, significó la emancipación definitiva de la mujer. Las cubanas supieron desde entonces que tenían un puesto decisivo en la edificación de la obra que tenían por delante.

Entre la diversidad de oportunidades la defensa de la Patria ocupó una de las tareas de primer orden. Quedaban atrás concepciones machistas sobre el papel de las compañeras para desempeñar disímiles responsabilidades dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

A la luz de estos tiempos, testimonios de cuatro cienfuegueras dicen mucho del protagonismo de ellas en el Campamento de Bases de almacenes de la Región Militar (RM) Cienfuegos, a propósito del Día Internacional de la Mujer, a conmemorarse este 8 de marzo.

Mayor Helga Reguera Cabello

Foto: Juan Carlos Dorado

“Soy de la opinión que los principales frutos de mi labor al frente del trabajo político en el Campamento están en haber contribuido a la formación de los jóvenes que ingresan por la vía del Servicio Militar Activo. Sostengo que ellos son como diamantes en bruto, cuyo brillo depende de nuestra labor a la hora de moldear y pulir sus calidades, a fin de convertirlos, a la postre, en mejores personas desde todos los puntos de vista.

“La permanencia de la mujer en las FAR exige de nosotras una alta cuota de sacrificio y entrega, téngase en cuenta que además del cumplimiento de los deberes de oficial, tenemos obligaciones como madres, esposas e hijas. Sin embargo, resulta gratificante poder medir la fuerza de voluntad y demostrar que somos capaces en el desempeño profesional a la par de nuestros compañeros combatientes.

“Con veinte años en las Fuerzas Armadas puedo asegurar hoy que quedaron satisfechas totalmente mis expectativas, toda vez que he crecido como mujer, pero también como cubana y patriota, puesto que mi paso por las filas de la institución armada han fomentado en mí valores humanos y políticos para ser una persona de bien”.

Daysi Monzón Rodríguez, trabajadora civil

Foto: Juan Carlos Dorado

“Siempre tuve un marcado interés por el trabajo en la vida militar. Si bien hoy no llevo un uniforme, mi responsabilidad y disciplina están acordes con las exigencias inherentes al puesto que desempeño como especialista del Campamento.

“Mi permanencia en las FAR posibilitó también insertarme en el movimiento de mujeres creadoras con trabajos de manualidades, faenas que ocupan buena parte del horario de descanso, pero a cambio recibimos el premio a la creación en festivales y eventos promovidos por la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir)”.

Yaíma Trujillo Gómez, secretaria general del Buró Sindical

“En medio de las tareas por el 50 aniversario de creado nuestro Sindicato de Trabajadores Civiles de la Defensa nos hemos planteado un grupo importantes de tareas de los afiliados referente al pago adelantado de la cuota sindical y el Día de la Patria, además del estricto cumplimiento con la jornada laboral, tareas de embellecimiento y el apoyo al trabajo científico técnico a través de la Anir, en atención al buen estado de los medios de transporte y el mejoramiento de nuestras unidades miltares.

“Por supuesto, en el enfrentamiento a la COVID-19, el Sindicato ha estado junto al mando en el aseguramiento de las medidas para preservar la salud de los trabajadores a través de diferentes vías, desde las orientaciones en matutinos hasta la exigencia en el uso del nasobuco, empleo de pasos podálicos, soluciones a base de hipoclorito, así como velar por el distanciamiento”.

Primer teniente Rosalí Hernández Hernández

Foto: Juan Carlos Dorado

“Entré a la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus por vocación y convicción, y todo este tiempo en el Ejército Central no ha hecho más que reafirmar el buen tino de mi elección, tanto por mi formación como especialista en ingeniería en telecomunicaciones, tras los estudios en el Instituto Técnico Militar José Martí, como mi desempeño como Jefe de Comunicaciones de una pequeña unidad de tropas especiales en la RM.

“Siempre he dicho que las mujeres en las FAR constituimos un paradigma porque estamos constantemente marcando un nivel superior de sacrificio, entrega y creatividad. Sin embargo, lograr tal puesto nos obliga a superarnos a diario en lo profesional, pero también desde el punto de vista personal, porque no podemos soslayar nuestros deberes en el hogar y la sociedad en general.

“Además, como joven al fin, me gusta compartir gustos y aficiones propios de la edad. Luego, estoy obligada a planificar bien el rato libre, de modo que pueda disfrutar a plenitud de una amena fiesta cuando se puede, o recrearme en la lectura, sobre todo de novelas que es mi literatura preferida”.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Un Comentario en “Ellas de verde olivo en Cienfuegos

  • el 9 marzo, 2021 a las 10:41 am
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    Importante labor que se es dificil para una mujer mantener por tanto tiempo y ellas la han sabido cumplir a pesar de ser madres consagradas. Tuve la oportunidad de compartir laboralmente con una de esas compañeras(Helgar) que me enseñó y guió por el buen camino de la responsabilidad y disciplina militar. Una experiencia única que toda mujer no debe dejar de disfrutar.

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