Elefantes de Cienfuegos: leña del árbol caído
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 6 segundos
Como buenos Leñadores, los tuneros hicieron y deshicieron con el árbol caído a su antojo: barrieron a los Elefantes de Cienfuegos en esta 56 Serie Nacional de Béisbol y se apuntalaron en el sexto escaño, mientras relegaban a los paquidermos al 12, con negativo saldo de 14 victorias y 22 derrotas.
Se desplomaron defensa y pitcheo, es ese orden; el bateo las apuntaló mientras pudo, pero al final cayó la cortina del dique: demasiada presión. Las pifias ascendieron a 41, poniéndolos al final del listado de novenas en concurso y el promedio de carreras limpias subió a 5.19, para el antepenúltimo escaño (estadísticas al cierre de la subserie con Industriales). Equilibrar las tres áreas de juego era el objetivo, la urgencia, mas la balanza continúa inclinándose peligrosamente.
El desconsuelo, en honor a la verdad, llega por la numérica inferioridad de los rivales. Mayabeque venía del subsuelo –casi del manto freático, donde aún se mantiene- y dio guerra, como siempre, y hasta la ganó, como siempre. Granma subsistía unos pasos por detrás de los nuestros y los aprovechó, escoba en mano, para la escalada dentro del grupo con aspiraciones de clasificación.
A Industriales le plantaron cara, justo mencionarlo, amén de las fatalidades y la amarga confirmación de la profecía, esa de que no hay peor cuña que la del mismo palo. Lo de los Leñadores ya eran malas noticias y solo podían empeorar…
Matanzas nunca fue referente y saberse a más de 18 juegos y medio del líder no quitaba el sueño. El octavo escaño era la meta, de la cual los separan ahora más de cinco desafíos y con menos de nueve partidos por delante, las posibilidades se acortan.
La carretera mantiene su nota infeliz, con solo cinco sonrisas a lo largo del calendario. Y preocupa, pues luego de enfrentar en casa a Camagüey –otro que cuesta vencer incluso sin estar inspirado como en la ocasión- terminarán sobre ruedas su periplo en esta etapa de la temporada.
Visitas: 38
