Elefantes de Cienfuegos: desquite en progreso ante los Gallos

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El primero, para dar doble, quedó en favor de los Elefantes: con pizarra de diez carreras por tres se impuso Cienfuegos a Sancti Spíritus este viernes en el “5 de Septiembre”, un resultado que les deja, en solitario y de momento, el cuarto lugar de la tabla de posiciones.

La última vez que enfrentamos a los espirituanos en Bonneval nos costó un campeonato, el del Sub 23, y fuimos hasta partícipes de la coronación ajena. Ni tan mayores, atendiendo al número de esos muchachos en el roster verdinegro, igual de crucial luce esta subserie en las aspiraciones de clasificación directa para los Elefantes a la segunda fase, así que en modo desquite se asumía el primer juego.

Carlos Damián Ramírez entraba en rotación por los de casa, mientras Yoen Socarrás lo hacía por los visitadores. Cepeda daría casi al seguro hoy su indiscutible 2000 en series nacionales y aunque podría entenderse como un plus para los Gallos, el ambiente propiciaba la estampida, no en retirada, sino en franco arrollo: conga, sirena, Luisito con la escoba, grada entusiasta, equipo dispuesto muy a pesar de tantas indisposiciones… Y así empezamos.

Richel con indiscutible en la inicial, doblete de Ibáñez, otro de Pável y hit de Lazo: tres carreras en la baja del primero. Una fórmula de archivo. Un inicio de bomba. Carlos Damián se complicaba en la alta del segundo (en cada inicio de capítulo, en honor a la verdad) y permitía una en descuento, nada que no pudieran superar los suyos bajando la entrada, otra vez por mediación de Ibáñez, empujando a Luis Enrique con la cuarta.

Tranquilo por ambos bandos el tercero, entró en juego el espectáculo, ahora a costa del arbitraje. Sucede que el conteo del principal fue cuestionado por los parciales de casa, quienes corearon, estadio en voz, “limpia el home”. Ariel Díaz asintió, hasta cabeceó en sintonía con la musicalidad del pedido… y no lo hizo. Y solo tierra se distinguía en el área más caliente del desafío; pero nada.

No se rindió la grada en el cuarto y menos cedió el principal. El conteo volvió a ser tema recurrente, tanto que la inconformidad de Socarrás se manifestó en términos que sentenciaron su expulsión del choque. “Limpia el home”, repetía el coro, sin cambio alguno de circunstancias. Las bases llenas de Elefantes distrajeron por un rato la demanda, y el doblete limpiador de Pável parecía borrar las atenuantes… Con pizarra de 1×7 estaban de más los reclamos, creeríamos: “limpia el home”, “limpia el home”, proseguía el coro… e igual de intransigente se mostraba el ampaya.

En el quinto sumarían su segunda raya los Gallos, y también en el quinto conectó Cepeda su hit 2 mil en series nacionales. Como lo asume el argot popular para la reiteración de intentos: la tercera comparecencia en el cajón de bateo fue la vencida, cuando una línea al jardín derecho puso fin a la espera. Fue una tarde de coincidencias, aunque él no se incluya entre los más crédulos: en este mismo escenario conectó su imparable mil y hoy se convirtió en el pelotero cubano número 24, los mismos dígitos de su chamarra, en alcanzar la portentosa marca.

Árbitro “explota” en la quinta

La parte baja del quinto demoró un mundo en comenzar. Nadie sabía las causas hasta que sucedió lo insospechado: un nuevo árbitro asumía los roles de cabeza de grupo en el duelo. Alexis Rosson averiguamos que se llamaba… y antes de tomar posesión de su rango ¿qué hizo el hombre?: limpiar el home. La algarabía de la grada fue exquisita y el “explotó el árbitro” fue asumido como verdad absoluta por la afición. Y así lo repiten muchos todavía, aunque la historia explique que en realidad Ariel Díaz tuvo problemas serios con su presión arterial, obligando a sumar a un suplente al grupo. Por suerte su estado iba en mejoría lo comprobamos al término del duelo— aunque del “explote” en el “5” no se libra, pase lo que pase.

Carlos Damián terminaba su actuación comenzando el sexto, dejando dos hombres en circulación sin outs. Alex Pérez fue convocado en relevo y las caras de preocupación eran distinguibles entre el público. Pero respondió con creces el muchacho, con fly out y doble play, para tranquilidad de los presentes y en la banca de los Elefantes.

Hoy la tanda alta se echó a cuestas la manada, asumiendo el liderazgo que corresponde en situaciones tan complicadas como esta. Richel, de nuevo Ibáñez y un wild pusieron otras tres para los locales en el marcador en el séptimo, mientras por los espirituanos solo fue notable el hit 2001 de Cepeda en el octavo. Alex caminó sin contratiempos hasta el noveno, cuando los Gallos le descontaron una y volvieron a poner dos hombres en bases sin out. Sin tiempo para lujos, La Rosa ocupó lugar en el box para el cierre: tres fuera, fin de la historia, primer partido de este lado.

De momento solos en el cuarto lugar de la tabla (23-14), queda todo un fin de semana de retos para los Elefantes. No vienen los mejores días por el pitcheo (Insua parece quedar fuera de rotación también por enfermedad) y con las conocidas ausencias a la ofensiva, no queda de otra que poner el extra sobre el terreno. Como hasta ahora…

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Darilys Reyes Sánchez

Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en 2009

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