Elefantes de Cienfuegos: Ballester, el del Cerro, con la llave

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Con pizarra de siete carreras contra dos aseguraron los Elefantes de Cienfuegos la subserie ante los Alazanes de Granma este jueves en el estadio 5 de Septiembre. Terceros marchan ahora en la tabla de posiciones, cuando solo restan tres partidos de definición.

Impresionante. Increíble. Por un lado, que la definición de subserie frente a Granma haya sido en un juego de pitcheo, cuando precisamente es ese el dolor de cabeza –ya casi de operación- para los Elefantes de Cienfuegos. Por el otro, que haya sido un Camilo Ballester, prácticamente desconocido hasta su salida anterior contra Sancti Spíritus, quien haya tirado un partidazo de nueve entradas para domar a los Alazanes. “Hoy lo confirmo: aquí nadie sabe nada de pelota”, me decía un amigo al terminar el duelo. Y tuve que sonreír, porque no le faltaba razón.

La necesidad ha hecho parir hijos machos a este equipo y aunque el proceso es doloroso, como cualquier parto, el alumbramiento ha sido saludable. Reinventarse una y otra vez ante los inconvenientes está siendo una buena prueba, y lo sucedido esta tarde con Ballester da fe de ello.

Nadie sospechó un desenlace así… Creo incluso que muchos supusieron todo lo contrario. Pero a este hasta la Unión Eléctrica le echó hoy el ojo, porque si contra los Gallos le pusieron en las manos el cable de la 220, ahora le colgaron la 440, sin cuidado a la bilirrubina, en un desafío crucial para las aspiraciones de clasificación directa de los verdinegros. Contra la tanda granmense, nada menos.

Su carta de presentación en el primer capítulo no pudo ser peor: cinco jits y dos carreras en un momento, casi de golpe. Hasta en la costura… Aquello pintaba a masacre. Más de uno cuestionó entonces la decisión de asignarle la apertura. No parecía durar. Pero Alaín y Costa le tuvieron confianza, quizá solo ellos en ese instante: lo dejaron salir del enredo, el equipo lo cubrió a la defensa y asumieron la parte baja en desventaja.

Joel Mojena subió al montículo por los visitadores. Tampoco lucía convincente, tanto menos la mecánica defensiva de su equipo; entre comillas, asteriscos y paréntesis de atención durante toda la subserie. Estaba claro: hoy ganaba el que más veces golpeara la Mizuno. A palo limpio. Los Alazanes mostraban credenciales al respecto; pero los Elefantes también tenían invitaciones en ese juego: jit de César, boleto a Richel, out Ibáñez, el segundo sobre conexión de Pável y jit de Soriano para una en descuento. Se pegaba el choque.

Ballester volvió para el segundo, más rodeado de escepticismo que antes. No es un pitcher de velocidad, la primera prueba que siempre se asume para evaluar “calidad”… Sin embargo, demostró ponerle cabeza, no solo brazo, al asunto; midiendo las debilidades de sus oponentes, sopesando sus posibilidades. Y con tres rollings mató el capítulo. Par de outs iniciando el tercero y dos indiscutibles luego, para una sentencia categórica. Irreconocible.

En la baja la ofensiva de casa decidió tomar las riendas, nunca mejor dicho, del asunto: Richel boleto, doble play Ibáñez, boleto a Pavel, jit de Soriano y doblete de Barbarito para establecer ventaja (2-3) y triple de Mateo para traerlo (2-4)…solo dos días lleva este niño de vuelta a la alineación.

Otra en el cuarto, empujada por Ibáñez (que hoy llegó a las 50 en la temporada)y dos más de ensañamiento en el séptimo, empujadas por Soriano y Mateo.

Hoy el equipo lució acoplado, coordinado, motivado. La defensa estuvo impecable, luciéndose incluso para el espectáculo… Ni hablar del jugadón del infield en el séptimo con el trío César- Mateo-Daniel haciendo galas de maestría; un out por definición, y si no bastara por merecimiento, aunque el árbitro la cantó quieto. Y dije que no iba a hablar de los imparciales; no van a convertirse en tema de justificación ni de descarga; hay que ser consecuentes con la palabra empeñada; toca… pero fue un acto de terrorismo de su parte, un crimen de lesa humanidad… Se tenía que decir y se dijo.

Ballester continuó sin problemas hasta el séptimo; siempre algún sobresalto después de dos outs, casi fue tendencia; pero nada de qué preocuparse. Cuando terminó sus compañeros salieron a recibirlo, Luisito le alcanzó la escoba en señal de saludo y el público lo aplaudió en reconocimiento. Había cumplido, y con creces, la encomienda. Se merecía la victoria.

Cuando ya nos disponíamos a bajar al panteón (católico, yoruba, cualquiera) y sentarlo detrás de la malla del home plate para encomendarnos y encomendar al relevo, vimos salir al 42 nuevamente a la lomita. ¿Qué pasó? ¿Dónde nos perdimos? ¿Ballester lanzaría también el octavo?: “¿tú pensaste que habías terminado?, pues te equivocaste”, nos comentó luego que le dijeron, medio en broma más que serio, en el banco. Y allá fue.

Rolling, fly, rolling: tres outs y otra vez al banco. Daba síntomas de cansancio, no sobre la lomita, aunque sí al bajar de ella. Pero entonces nos montamos en la cuerda egoísta, sin que él lo supiera: tenía que tirar el noveno, nadie más para terminar este juego. La victoria había que asegurarla y ventajas más grandes se habían perdido en menos tiempo. Tenía que salir en el noveno. Tres outs más. Y así lo hizo.

El cierre fue de alarde: ponche, ponche y ponche… ¿Fue este el mismo hombre que castigaron los Alazanes al principio? Apenas cuatro jits le pudieron conectar en las otras ocho entradas. El del Cerro tenía la llave, la misma que abre otra puerta de oportunidad a la clasificación. Insospechado. Sorprendente…

Lo abrazaron sus compañeros y volvieron al bailecito de despedida. Realmente no era de extrañar cuando él y Barreto andaban de arrolladores de conga desde ayer. De ola y todo ¿recuerdan? Sí, ellos, los de la coreografía imprecisa; pero divertida.

Importantísima esta victoria 26 para los Elefantes, más con los desenlaces recientes entre los líderes (la barrida de los Cachorros a las Avispas fue un escándalo). Se acomodan ahora en el tercer escaño de la tabla, pues le ganan la mano a los santiagueros en el empate.

Villa Clara será el próximo rival, los próximos éxitos a asegurar de sábado a lunes, para que el avance no dependa de nadie… Porque hasta ahora, a nadie se le ha debido.

Importantísima esta victoria 26 para los Elefantes, más con los desenlaces recientes entre los líderes (la barrida de los Cachorros a las Avispas fue un escándalo)./Foto: Aslam Castellón
Importantísima esta victoria 26 para los Elefantes, más con los desenlaces recientes entre los líderes (la barrida de los Cachorros a las Avispas fue un escándalo)./Foto: Aslam Castellón

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Darilys Reyes Sánchez

Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en 2009

2 Comentarios en “Elefantes de Cienfuegos: Ballester, el del Cerro, con la llave

  • el 4 octubre, 2019 a las 9:06 am
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    lourdes es verdad lo que dices pero santa clara no siempre podra sonreir esta vez,cienfuegos campeon tenemos un equipo marravilloso, muchas felicidades para nuestro equipo de pelota.ballester muchas felicidades

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  • el 4 octubre, 2019 a las 7:10 am
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    Espectacular victoria de los muchachos ” un juego para definición de campeonato “: una hombrada lo que han hecho, Ojalá que Villa Clara no nos dé una desagradable sorpresa pq por tradición siempre le han jugado bien a Cienfuegos. Seguimos confiando y soñando. Tus trabajos periodísticos cada día mejores…felicitaciones!!!!!

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