Elecciones en Cuba, derecho y deber del pueblo

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Fiesta de la democracia, califican algunos este ejercicio inédito para el mundo. Los cienfuegueros, como el resto de los cubanos, amanecimos más comprometidos con la Patria. Esta vez la convocatoria en Cienfuegos deviene acto de reafirmación revolucionaria.

No importó el cambio de horario. Ya, cuando aparecían los primeros claros del alba, muchos aguadaban por la apertura de los colegios. En la mente de los electores, sin distinción de edad, estaban definidos los nombres de quienes preferían fueran sus delegados a la Asamblea Provincial del Poder Popular y los diputados al Parlamento cubano.

En ese ambiente democrático y participativo recogimos diversos criterios, en áreas de los tres colegios de la Circunscripción No. 113, perteneciente a la demarcación del Consejo Popular Junco Sur.

Irianelis (izquierda) y Yamely corroboran sus nombres en el registro de electores. / Foto: Cedeño

Para las jóvenes estudiantes del Instituto Preuniversitario Julio Antonio Mella, Yamely Moreno Pérez e Irianelis Martín Mustelier, ejercer el sufragio por primera vez entraña una gran responsabilidad, pues “al depositar la boleta en la urna, hemos confiado el voto a quienes nos van a representar en las diferentes estructuras del gobierno”, comenta Yamely.

“Si bien el voto es libre y secreto, no tengo reparo para decir que marqué dentro del círculo ‘por todos’, pues los de la nueva generación tenemos bien claro el concepto de unidad que ha caracterizado la historia de Cuba”, asevera Irianelis.

Aun con 88 años sobre las espaladas, Celia Jiménez García sorprende por su vitalidad y claridad en las ideas. “Mi’ jito, no podía dejar de botar temprano, porque estas sí son elecciones populares, con candidatos del pueblo, a diferencia de aquellas antes del 1ro. de enero de 1959, con demasiada politiquería y campañas que, en definitiva, nada resolvían a los humildes que éramos la mayoría”.

Con tales aseveraciones coinciden la también octogenaria Celia Guzmán Naranjo y María Elena Alfonso Dueñas, quien agrega que su blanca cabellera de más de 70 primaveras cumplidas, le da todo el derecho para recordar que antes a las urnas había que ir a punta de bayoneta, cuando ahora son pioneros quienes las custodian.

En tanto, para la joven doctora Anay Montalvo Ibarra, participar en estas elecciones generales constituye un derecho ciudadano, y a la vez un deber cívico y patriótico, comoquiera que gracias a esta Revolución, como otros jóvenes cubanos, pudo formarse como profesional.

Anay Montalvo Ibarra. / Foto: Cedeño

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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