El vendedor de sinopsis

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Hace poco la colega Yadiris Luis Fuentes catalogó a los lectores como “bichos raros en extinción” y vale retomar el tema. Ella confesó no lograr desentrañar el misterio de tal terminación, con influencias de la actual coyuntura caracterizada por la concurrencia de producciones de arte banales, con modelos basados en la falsedad y un lenguaje concebido solo para la distracción pueril.

Luego de varios intentos por desbrozar el camino hacia la incógnita, coincido con sus planteamientos. Proveniente del latín littera, la literatura es un mundo de significaciones múltiples, permite pulsar otras vidas, próximas o lejanas en tiempo y espacio, máxima expresión de la función poética del lenguaje y conocerla es vía fundamental para develar nexos intra e interculturales de múltiples formaciones económico-sociales.

Tal envergadura amerita fomentar su consumo y vale citar a estudiosos del tema, en ese sentido destaca Gabriel García Márquez al resaltar las bases emocionales que el aprendizaje de las letras demanda.

Expone en su artículo Manual para ser niños, que no basta la memorización cronológica de autores y de obras, que a los alumnos no les cultivan el hábito de lectura porque les fuerzan a leer y entregar sinopsis.

Cita el Premio Nobel: “Por todas partes me encuentro con profesionales escaldados por libros que les obligaron a leer en el colegio, con el mismo placer con que se tomaban el aceite de ricino”.

El Gabo agrega en el citado texto, que en los periódicos colombianos, aparecen anuncios como “Cambio sinopsis de El Quijote, por otra de La Odisea”. Al mismo tiempo y con su consabido humor espeta que sería más rentable para los escritores vender resúmenes para estudiantes de bachillerato, que hacer los libros.

Es evidente que faltan guías de lecturas inteligentes, más que extractos académicos, pues solo con las ojeadas permeadas de placer, puede hacerse un camino instructivo hacia las gemas de la literatura.

El escenario cubano no difiere mucho de tal problemática, es triste que hasta las revistas especializadas en arte duerman sueños eternos en los estanquillos.

Urge recordar que el repaso a documentos escritos aumenta la autonomía cognitiva, sentada en la capacidad de relacionar las ideas impresas con la vida diaria.

En la página cultural de este semanario he exaltado el serial televisivo De poeta y de loco, donde el profesor universitario Santiago Monti (encarnado por Oscar Martínez) hace del aula un escenario combinable de versos y vida, procesión de la lírica de Mario Benedetti, Jorge Luis Borges y renombrados clásicos.

El hábito de leer es base de la enseñanza de la lengua materna, asignatura rectora en los niveles básicos de enseñanza y responsable del desarrollo de una competencia comunicativa y cultural, acorde a nuestras aspiraciones educacionales.

Desarrollar sentimientos y vocación por el disfrute de la lectura es tarea pendiente aún en nuestro sistema de enseñanza, hay guías de estudios literarios de profesores cubanos como Ana María Abello Cruz, y el colectivo integrado por José Emilio Hernández Sánchez, José Amado Díaz Martínez y Jaime García Cuenca que pudieran ayudar en el intento y permanecen insuficientemente explotados en las orientaciones metodológicas.

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Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

2 Comentarios en “El vendedor de sinopsis

  • el 5 enero, 2017 a las 8:06 am
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    Gracias Gualterio por su comentario, es ese mismo nuestro interés potenciar el hábito del consumo de la literatura, específicamente desde el sistema de enseñanza, que independientemente de las vocaciones, es la matriz del desarrollo intelectual.

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  • el 28 diciembre, 2016 a las 9:57 pm
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    Se requieren más comentarios relevantes sobre libros y crítica literaria en los medios nacionales y provinciales, lo mismo pasa con la radio y la TV en los municipios. No se habla lo suficiente sobre la literatura en un momento en que hay un bombardeo de audiovisuales industriales, fábricas de ficción que enajenan, provocan extrañamiento y parecen suplantar el papel formador y social de la literatura poniendo en peligro la conexión con la realidad del consumidor. La literatura hace que tengas una visión crítica de tu entorno y mejora tu calidad de vida porque te conecta positivamente con tu realidad.

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