El Nicho redivivo

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Algún que otro árbol caído y ramas enmarañadas a ambos lados de la carretera que conduce al parque natural El Nicho, en el macizo de Guamuhaya, provincia de Cienfuegos, muestran todavía la fuerza con que batieron aquí los vientos huracanados de “Irma”.

Pero la aprehensión por descubrir un similar panorama en ese destino turístico, se disipa apenas uno comienza a recorrerlo: la exuberancia de la flora y la fauna autóctonas, así como la belleza de sus cinco cascadas, sus pocetas y saltos de agua, para nada recuerdan que hace apenas tres meses la naturaleza se volvió allí contra sí misma.

“Aquí nos quedamos sin trabajo” confiesa que llegó a pensar Yhosvanni Quintero Díaz, promotor de ventas e información al turismo del Sendero del Parque El Nicho, apenas pudo abrirse paso en medio de tanta devastación.

Y no era para menos. El meteoro provocó el desbordamiento de las corrientes de agua que alimentan el sistema de cascadas; caída de árboles y averías en los puentes y escalones, construidos estos últimos con maderas y raíces. Los daños en la infraestructura eléctrica dejaron al lugar sin servicio por espacio de varios días.

“Pero fueron uno solo Palmares y Gaviota —las dos gerencias a las que se subordina el complejo—, y en cuatro días se había recuperado la instalación en un 90 por ciento, lista para recibir al turismo”, se enorgullece Yhosvanni.

Y no es que lo diga un especialista como él; en el sitio digital de promoción El Nicho Waterfalls, Cienfuegos, por ejemplo, pueden encontrarse opiniones como la emitida por un forista de Sevilla (España) el 17 de octubre pasado, a poco más de un mes de que Irma cambiara temporalmente la fisonomía de ese asentamiento:

“Un paisaje hermoso… el agua de las cascadas muy fría, pero un aire puro, limpio, tranquilo…”.

O esta otra, de un turista de Tenerife, que no por ser más reciente, tiene menos valor: “Enclavado en mitad de la montaña es un sitio ideal para darse un paseíto en medio de la naturaleza, con posibilidad de darse un baño. Recomendable para todas las edades y con cualquier forma física”.

Y es que por esas paradojas de la madre natura, las lluvias del Irma también frenaron una sequía que amenazaba con restarle encantos a este privilegiado paraje: se revitalizó la marchita vegetación y se beneficiaron las cascadas, que estaban prácticamente exhaustas antes del 8 de septiembre pasado, al punto de que algunos turistas se quejaban de que se les estaba vendiendo un Nicho que no era el de las promociones.

“Hoy la afluencia de turistas extranjeros se ajusta a lo previsto —destaca Yhosvanni Quintero—, con un notable incremento respecto a la cantidad de excursionistas que lo visitaron el pasado año.Los países más representados siguen siendo Alemania. Rusia y España, en ese orden”.

En cuanto al turismo nacional, tiene más presencia en los meses de verano, entre junio y septiembre, y se comporta de manera muy similar a como se manifestó en 2016.

No resulta ajena a la rápida recuperación de los senderos ecológicos de El Nicho, la rigurosa atención de que han sido también objeto por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Regulaciones dispuestas por ese organismo relacionadas con el acceso a las rutas interiores del parque, fueron adoptadas en 2015. Antes de ese año, en algunas ocasiones podían coincidir en el lugar hasta 800 personas, lo que provocaba un negativo impacto en la vegetación y en los senderos.

La capacidad de carga se limitó entonces a no más de 140 personas a la vez. Los turistas, organizados en grupos de veinte personas —tanto nacionales como extranjeros—, disponen de un servicio de guías y tienen acceso al baño en las cascadas y pocetas, durante hora y media de estancia en el parque.

Después de los embates de “Irma”, hubo que reconstruir los puentes y los senderos. / Foto: Omar George.

Y aunque algunos interpretaron estas medidas como una limitación de las opciones para el esparcimiento, sobre todo para el turismo nacional, su acatamiento redundó a la postre en un medio ambiente menos vulnerable, al punto de que pudo afrontar en mejores condiciones la dura prueba impuesta por el huracán Irma.

El parque El Nicho se halla a solo 46 kilómetros de Cienfuegos. Espectaculares saltos de agua, cascadas, pocetas naturales y cuevas, en armónica combinación con la flora y la fauna endémicas, y ofertas gastronómicas de la cocina local, lo convierten en un destino turístico de preferencia para varias agencias y en uno de los sitios más visitados por quienes llegan al puerto de Jagua a bordo de cruceros.

El ecoturismo o turismo de naturaleza es una de las modalidades que Cuba promueve dentro de sus proyecciones estratégicas para el desarrollo de ese sector de la economía, a la vez que muestra al mundo la riqueza de su biodiversidad, defendida con celo por una amplia legislación ambiental.

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Omar George Carpi

Periodista del Telecentro Perlavisión.

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