El difícil salto del atletismo cubano

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Cuando restan unos días para el inicio del Campeonato Mundial de Atletismo, a celebrarse entre el 4 y 13 de agosto, en Londres, la Federación Cubana de la disciplina anunció la delegación que representará a Cuba en este magno evento.

Nuestro país garantizó la presencia de poco más de veinte atletas, en su mayoría pertenecientes a las pruebas de campo, precisamente donde se cifran las mayores esperanzas de medallas.

Uno de los posibles chances de título reposa sobre la discóbola Yaime Pérez, quien ha tenido la temporada más estable de su carrera, con varios registros por encima de 67 metros y un par de victorias sobre la croata Sandra Perkovic, doble campeona olímpica y máxima candidata al oro.

Sin embargo, una de las últimas victorias de la cubanita sobre Perkovic fue su marca personal de 69.16, actuación que la ubica como una de las rivales a vencer en la urbe británica.

Otras posibilidades de preseas recaen en los medallistas de la anterior versión: la discóbola Denia Caballero y la pertiguista Yarisley Silva, con excepción del triplista Pedro Pablo Pichardo—doble subcampeón del mundo—, quien decidió abandonar a la Federación Cubana y ahora compite para el club Benfica, de Portugal.

Sin embargo, Caballero no ha estado en la mejor de las temporadas. Deberá superar ostensiblemente sus marcas si tiene intenciones reales de revalidar su título mundial. Durante 2017 apenas alcanza los 65 metros y sabemos de sobra que para colgarse el metal dorado en dicha prueba, deberá conseguir envíos que ronden los 70 m, todo ello condicionado —en gran medida— por la presencia de un fenómeno como Sandra Perkovic, quien en lo que va de calendario es la única mujer capaz de vencer los 70 m.

La discóbola Denia Caballero tendrá que superar a la croata Sandra Perkovic. Foto: Tomada de Internet
La discóbola Denia Caballero tendrá que superar a la croata Sandra Perkovic. Foto: Tomada de Internet

Muy similar resulta el caso de Yarisley Silva, inmersa en un año repleto de altibajos.La criolla ha alternado actuaciones brillantes como el salto de 4.81, que la hizo dueña, en Oslo,de la cuarta parada de la Liga del Diamante, con otras menos sobresalientes. Hace unos días, en Londres, apenas alcanzó los 4.55 m. A estas alturas, no creo que nadie dude de la capacidad de Yarisley, pero requiere estabilizar su rendimiento si ansía desbancar a la actual dominadora de la prueba, la griega Ekaterina Stefanidi.

Fuera de este trío estelar, lastimosamente en la actualidad no contamos con más opciones claras de preseas, pero sí con una joven camada de atletas que, de rubricar sus mejores marcas, podrían incluirse en finales. Tales son los casos de los triplistas Andy Díaz (17.40 metros), Christian Nápoles (17.27) y Lázaro Martínez (17.07) en el apartado masculino, y Liadagmis Povea (14.45) entre las damas, de quienes se espera una mayor progresión en el actual ciclo. Aun así, ninguno de los cuatro ha conseguido sus cotas máximas fuera del Estadio Panamericano, con la particularidad, además, de lograrlo a principios de temporada. Ya es conocido el “síndrome” de nuestros triplistas de no conseguir sus mejores resultados a la “hora cero”, de ahí la reserva en los pronósticos.

En situación semejante se encuentra la ochocentista Rose Mary Almanza, con una marca acreditada este año de 1.59.11.Almanza deberá mejorar a la hora de finalizar las carreras si pretende luchar por un puesto entre los primeros.

Otros que bien podrían incluirse entre los ocho grandes son los jóvenes saltamontes de apenas 18 años Juan Miguel Hechavarría y Maikel Massó. El primero ostenta un 8.28 m, pero lo más importante resulta la estabilidad que ha alcanzado sobre los 8.15 m. A diferencia de sus compañeros del triple, Hechavarría logró sus marcas cumbres fuera de la Isla, hecho que por sí solo deviene un buen augurio.

Massó, por su parte, logró recientemente, marca personal de 8.33, la que garantizó su pasaporte mundialista. Para el bisoño santiaguero este resultado significó un reencuentro con los ocho metros, barrera que le había resultado esquiva en este año.

A Leonel Suárez siempre debe dejársele una rendija abierta, porque así lo ha demostrado una y otra vez, a pesar de tener que lidiar con las lesiones, sobre todo a partir de 2012. Si Leonel llega saludable, de seguro será un fuerte aspirante en una prueba que se antoja muy complicada con la presencia del “Mr. 9000” Ashton Eaton y otras figuras como Kevin Mayer, Damien Warner y Lindon Victor.

También en el apartado de las pruebas combinadas se esperan buenas noticias por medio de Yorgelis Rodríguez, ocupante de la séptima plaza en Rio con acumulado de 6 mil 481 unidades. Este año la heptatlonista  firmó en Gotzis, Austria, otro meritorio registro de 6 mil 446 puntos. De su ubicación entre las ocho primeras no cabe duda, pero si espera alcanzar una medalla, los 6 mil 700 se tornan exigentes.

Imposible pasar por alto a la posta larga masculina. Sin tener ningún corredor de élite, se ha abierto un espacio entre los mejores relevos de la actualidad. La cuarteta cubana  fue finalista en los dos últimos grandes eventos: Beijing y Río, así como en el Mundial de Relevos. Incluso ha registrado tiempos de menos de tres minutos, hazaña que de alcanzar nuevamente, de seguro los colocaría en la final del orbe.

El campeón olímpico de Beijing 2008 Dayron Robles, no pudo lograr el registro necesario para asistir a la capital inglesa. Foto: Tomada de Internet
El campeón olímpico de Beijing 2008 Dayron Robles, no pudo lograr el registro necesario para asistir a la capital inglesa. Foto: Tomada de Internet

Un nombre resalta entre los ausentes y es el caso del exrecordista mundial y campeón olímpico de Beijing 2008, Dayron Robles, quien no pudo lograr el registro necesario para asistir a la capital inglesa.

Sobre él se creó una gran expectativa desde que anunciara su regreso a la competencia bajo el amparo de la Federación Cubana de Atletismo, hecho que no ha podido traducir en resultados. Un mar de lesiones lo ha acompañado —para variar— privándole de participar en los Juegos Olímpicos y este año solo ha cronometrado 13.66 segundos, en par de ocasiones, muy por encima del mínimo de 13.45 exigido por la IAAF.

Injusto sería no resaltar la participación de la maratonista Daylin Belmonte; los corredores Yoandy Lezcay, José Luis Gaspar, Zuriam Hecheverría y Roxana Gómez; los vallistas cortos Yordan O’Farrill y  Roger Iribarne; y la balista Yaniuvis López,quienes no gozan de grandes oportunidades , pero el haber logrado su clasificación ya constituye un éxito para ellos.

Quizás el mayor problema en estos momentos no sea el bajo número de atletas clasificados. A fin de cuentas, con solo 19 exponentes Cuba logró su mejor resultado histórico en Atenas ’97, al sumar cuatro metales áureos, uno plateado y otro bronceado. Pero el pobre nivel mostrado en la mayoría de las especialidades, con especial acento en la pista, nos lleva a predecir un panorama en exceso desalentador.

El atletismo cubano ha sufrido mucho en los últimos años y en el potencial de sus actuales exponentes se cifran los sueños de un pueblo que anhela el retorno de nuestro país a los planos cimeros de este deporte, con un botín hasta ahora de 21 medallas de oro, 23 de plata y once de bronce en justas mundiales.

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Armando Pedro de León Fernández

Estudiante de Periodismo de la UCLV

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