El derecho al silencio, pero al revés

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 3 segundos

En medio del dolor que nos embarga, las muestras de solidaridad internacional con nuestro pueblo se multiplican. Sin embargo, en el bando de los que odian y destruyen tratan de manipular los hechos o se guarda silencio.

Los malos cubanos fabrican sus acostumbradas fake news y discursos de odio y manipulación en redes sociales. Por su parte, el gobierno imperial guarda silencio. Un silencio que asumen como derecho; pero que no pasa inadvertido para muchos internautas. Un silencio que nada tiene que ver con sus discursos de apoyo a sus asalariados y a los “confundidos” que trataron de hacer correr la sangre y de llevar el luto a los hogares de la familia cubana. Un silencio que no se parece a sus llantos y lágrimas de cocodrilo cuando hablan de “su preocupación”  por el “respeto”  a los derechos humanos en Cuba.

Puede que sea su derecho este silencio, pero quizás sea el que marca la diferencia con la actitud y el grito de los que aman y construyen. Es el que nos dice bien claro cuál es su verdadera preocupación: aquella que nunca será su solidaridad por el verdadero dolor de nuestro pueblo.

Por supuesto que los cubanos no cambiaremos nuestra actitud solidaria y humanista. Esa es el arma más poderosa con que contamos y contra la que se estrellan en sus ataques. Es el arma secreta que nos legaron los que construyeron esta nación. Solo recordar las palabras pronunciadas por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el día de los trágicos hechos ocurridos en Estados Unidos, el 11 de septiembre del 2001:

Hoy es un día de tragedia para Estados Unidos. Ustedes saben bien que aquí jamás se ha sembrado odio contra el pueblo norteamericano (…) Por eso nosotros —que sabemos no el número exacto, pero que hemos visto escenas impresionantes de sufrimientos y posibles víctimas— hemos sentido dolor profundo y tristeza por el pueblo norteamericano, fieles a la línea que hemos seguido siempre”.

Visitas: 3

Andrés Martínez Ravelo

Ingeniero civil. Miembro distinguido de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *