El cementerio de Reina

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Cuarenta años después de la inauguración en Cienfuegos del cementerio de Reina, enclavado en ese barrio, el dos de mayo de 1839 se presentó por el gobierno local una reclamación ante el Gobierno civil de la provincia de Las Villas, para acceder a los derechos de administración de esa necrópolis y el cobro de los servicios fúnebres.


Desde la apertura de ese cementerio local la Iglesia Católica era la encargada de administrar el lugar y recibir el cobro de todos los servicios de enterramientos allí. El reclamo del Ayuntamiento fue atendido y se le otorgó el derecho solicitado.

El cementerio de Reina posee características que lo hacen original en nuestra arquitectura colonial y es el único que queda de su tipo en toda la Isla, ya que el de Espada, en La Habana, que era su semejante, desapareció; sólo quedan fotos y algunas referencias o descripciones del mismo.

Se trata de las maneras de enterramiento, en tres hileras de nichos empotrados en las paredes del primer patio, característico del siglo XIX. Este es un aspecto de relevancia histórica y cultural única, porque ya no existe ningún otro en nuestro país.

Estos nichos empotrados en las paredes, poseen lápidas, que resultan como las “puertas” de acceso a cada uno, detrás de las cuales están los restos de la persona allí sepultada. Las lápidas son de tres tipos constructivos, de hierro forjado, de mármol o de pizarra, en las que está escrito en bajo relieve el nombre y datos de la persona allí colocada. Son las lápidas más antiguas y corresponden a fundadores de la colonia y villa de Cienfuegos. También se encuentran verjas de hierro fundido y tallado, que rodean las bóvedas o panteones, que resultan manifestaciones destacadas estética y constructivamente. Todo ello evidencia el auge que tuvo en Cienfuegos la forja y fundición de hierro en el siglo XIX que también se aprecia en los ventanales de la parte histórica de la ciudad, realizado exquisitamente por artistas locales.

Las fechas de enterramiento y las personalidades históricas que reposan en el cementerio de Reina también resultan notables. Se conservan nichos antiguos, de los empotrados en las paredes, que corresponden, por ejemplo, a Andrés Dorticós, que data de 1843; de Juan Vives, de 1845, ambos fundadores de la Villa.

También están depositadas en este cementerio las reliquias óseas de héroes libertadores, como el internacionalista norteamericano Henry Reeve “El Inglesito”; del sacerdote cubano  Francisco Esquembre Guzmán, fusilado en Cienfuegos por bendecir la Bandera Cubana de un grupo mambí que atacó a Cienfuegos en 1869; también está aquí sepultado Germán Barrios Howard, primo-hermano de los Generales Federico y Adolfo Fernández-Cavada Howard, que fue pionero de la Inteligencia mambisa; también está Higinio Esquerra, jefe de la Brigada de Cienfuegos el Ejército Libertador, y otros.  Se sabe, por el asentamiento en el libro de registro, que sus cadáveres se depositaron en este cementerio, pero en ninguno de esos casos, y otros, no se consigna el sitio exacto del enterramiento, los españoles dejaban el lugar exacto de la sepultura sin identificar para que sus partidarios y familiares no le rindieran honores póstumos.  Resultan exponentes de nuestro patriotismo ancestral  y de la importancia de la necrópolis que recordamos hoy y que lamentablemente el tiempo y la desidia hizo que se deteriorara mucho.

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Andrés García Suárez

Periodista, historiador e investigador cienfueguero. Fue fundador de 5 de Septiembre, donde se desempeñó como subdirector hasta su jubilación.

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