El 18 del voli cubano: “Quiero ser de los mejores del mundo”

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Miguel Ángel López Castro tiene, a sus 20 años, una meta claramente definida: “ser campeón olímpico y de los mejores voleibolistas del mundo”. Su carrera en el alto rendimiento apenas ha comenzado a empinarse sobre la ned, con la incursión precipitada en certámenes internacionales de máximo nivel. Recién se agenció la medalla de bronce en la Copa Panamericana de Voleibol Masculino —en la categoría de mayores— celebrada en Québec, Canadá, donde fue seleccionado el mejor atacador del torneo.

Del reparto Tulipán, en la ciudad de Cienfuegos, el número 18 del voli cubano encontró su destino frente al televisor, durante los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. “Dice mi papá, que estaba viendo un partido del equipo nacional y de repente me situé delante de la pantalla y señalé a Joel Despaigne, como si quisiera ser como él”. Entonces solo tenía 3 años y se sentía atraído por el impresionante físico del jugador criollo, con una capacidad de salto similar a la del mítico baloncestista estadounidense Michael Jordan.

Siete años después comenzó la práctica del deporte, “aunque pasé mucho trabajo para entrar por mi estatura. Era muy pequeño. Unos meses después la entrenadora conversó con mi mamá y le confesó que de no matricular en el voleibol hubiera perdido un gran atleta. Aprendí rápido los elementos técnicos”, relata Miguel Ángel.

Nuestra conversación transcurre vía Facebook y contra reloj, el lunes 31 de julio en el horario del mediodía, mientras él hace las maletas de regreso a Cuba. “En el aeropuerto te respondo el resto de las preguntas”, asegura ante tanta insistencia y retomamos el diálogo con prontitud.

Finalizó la Copa Panamericana de Voleibol Masculino en Canadá. ¿Cómo asumes el compromiso de representar a Cuba en un evento de mayores con solo 20 años?

“Se trata de mi primera participación como jugador titular en la principal selección de nuestro país. Los técnicos en La Habana me demostraron su confianza en los entrenamientos. Siempre creyeron que tendría una gran actuación en la competencia y así fue. Representar a Cuba es un sueño convertido en realidad. Lo he logrado con determinación personal y el empuje de mis padres”.

El 2017 ha sido un año fructífero para el voli, especialmente con el subtítulo mundial en la categoría Sub-21. ¿Qué sustenta esos excelentes resultados?

“El sacrificio diario en la preparación y la unidad del conjunto, son las claves del éxito”, argumenta el 18 de manera escueta, con la madurez que impone la disciplina deportiva.

Tanto él, como muchos de sus compañeros de selección, se vieron de pronto crecidos en el equipo grande de Cuba, tras el escándalo de los voleibolistas nacionales en Finlandia. El propio Miguel Ángel debió estrenarse, casi de improviso, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Desde entonces son casi los mismos para todos los eventos y categorías. Plata en el Mundial Sub-21, bronce en la Copa Panamericana de mayores; este mes de agosto participarán en el mundial Sub-23, con sede en El Cairo, Egipto. Pretenden el difícil objetivo de igualar o mejorar el cuarto lugar conquistado en la versión precedente.

Tie break del voli cubano

El match point para el voli cubano

“Quemar etapas en el deporte no es aconsejable, aunque a nosotros nos ha permitido enfrentar un nivel superior y adquirir experiencias de cada competencia. El voli atraviesa un momento complejo y nos esforzamos por sacarlo adelante. Los resultados obtenidos hasta ahora lo demuestran”, comenta.

Ocupar la posición de auxiliar implica liderar la ofensiva del equipo. ¿No supone demasiada responsabilidad?

“Lo es, pero no siento presión alguna. Al contrario, me noto cómodo y la disfruto muchísimo. He conseguido un elevado rendimiento, siendo el mejor atacador en varios torneos internacionales”.

Tras el talento del número 18 de la selección masculina de voleibol cubano, se manejan algunas propuestas para explotar su indiscutible potencial. Está en proceso la contratación en el equipo Los Gigantes del Sur, perteneciente a la primera división de la liga argentina. Mientras, encara los compromisos inmediatos y aprovecha el tiempo libre para escuchar música y disfrutar de la compañía de su novia.

“La vida del deportista es complicada y demanda sacrificio. Uno se acostumbró a permanecer cerca de los padres y tenerlos lejos no resulta fácil. Ellos vienen a verme a La Habana y cuando tengo un chance les devuelvo la visita. Nos toca sacrificarnos”, asegura Miguel Ángel López Castro, marcado con el 18, dueño de una estatura de 1.89 metros y ahora mismo entre los referentes más preciados del voli nacional.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

Un Comentario en “El 18 del voli cubano: “Quiero ser de los mejores del mundo”

  • el 4 octubre, 2017 a las 12:18 pm
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    Buen trabajo, ojalá el muchacho pueda contratarse para que cresca su calidad deportiva y ayude a revertir los resultados del voleibol cubano. Periodista quisiera que me comentara algo sobre Melissa Vargas si conoce de su salud, si piensa regresar al voli o si mdefinitivamente dejó la practica del deporte.

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