Ejecutará la PNR medidas para asegurar el verano
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Llega el verano y con él incrementan los deseos y posibilidades de los cienfuegueros de acceder a diferentes opciones de recreación. Entre todas, predomina el desplazamiento masivo a ríos, piscinas, presas y playas del territorio.
En 2015, los hechos negativos vinculados a estas actividades estuvieron asociados mayoritariamente a los hurtos ocurridos en las zonas playeras, especialmente de teléfonos celulares, dinero en efectivo y en menor medida cámaras fotográficas y otras prendas; muchos de ellos asociados al descuido de las propias víctimas.
También se produjeron lesiones —aunque no de gravedad y tampoco en cifras significativas—, así como alteraciones del orden, ocurridas sobre todo en los horarios de abandonar los balnearios y cuyos involucrados se encontraban, en su mayoría, bajo los efectos de bebidas alcohólicas. El 6 por ciento de los delitos enfrentados por la Policía estuvo relacionado con la portación ilegal de armas blancas (cuchillos, machetes, navajas y punzones).
Aunque no se reportaron cifras de accidentalidad, sus riesgos siempre estuvieron latentes y continúan estándolo en la etapa que ahora inicia.
Con la intención de evitar o disminuir al máximo la ocurrencia de hechos semejantes, que laceran la tranquilidad y disfrute de la población, para este período estival las fuerzas del Ministerio del Interior (Minint), encabezadas por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), aplicarán un conjunto de medidas en todos los territorios de la provincia con opciones para los bañistas, con mayor énfasis en la vía conocida como Circuito Sur y Rancho Luna, por ser las de mayor afluencia.
En esta última, la novedad más notable radicará en el establecimiento —a partir del 1ro. de julio— de la Policía de Playa, cuyos integrantes —con atuendo veraniego y en bicicletas— patrullarán de manera permanente toda el área.
Pulóver blanco con el monograma de la PNR en cada manga, short azul oscuro hasta las rodillas, tenis y sombreros claros (o cascos) constituirán el uniforme de los agentes, a quienes esta vestimenta no les disminuirá en nada la autoridad y facultades para velar por el orden, enfrentar cualquier transgresión y emplear sus medios habituales.
A ellos se sumará la presencia de miembros de la motorizada, patrulleros, infantes, miembros de Rescate y salvamento y combatientes de otras especialidades del Minint, que también contribuirán a la prevención y el combate oportunos a los hechos negativos que puedan generarse.
Según fuentes de la PNR, un objeto de mira de las acciones profilácticas se dirigirá hacia la portación ilegal de armas blancas, de ahí que en los lugares establecidos para la salida de los ómnibus con destino a la playa, así como en otros puntos de control, se utilizarán detectores de metales.
Tal medida se ha aplicado recientemente en varios centros recreativos nocturnos de la provincia, para poner coto a la extendida práctica de acudir a ellas ante el más mínimo altercado.
Encaminado a prevenir la accidentalidad, en las cercanías del puente de Guanaroca, también se establecerá un punto de alcoholemia. En él, cada chofer de un medio de transportación masiva de pasajeros deberá dejar el documento de circulación de su vehículo, y al retornar será objeto del referido examen, a través del cual se determina la ingestión o no de bebidas alcohólicas, comportamiento causante de no pocas tragedias dentro y fuera de la vía.
Aunque ya se vienen ejecutando, en los próximos meses se arreciarán las acciones para impedir los accidentes ocasionados por el ganado suelto.
De conjunto con la Agricultura en cada uno de los municipios —y sobre todo en las carreteras más frecuentadas—, se realizarán patrullajes con los medios técnicos necesarios y el cuerpo de inspectores acreditados, con el fin de recoger los ejemplares ganaderos que ronden indebidamente estos lares.
La aplicación de multas, el decomiso de los animales y hasta el retiro de la autorización para poseer tierras en usufructo dedicadas a la ganadería, constituyen las medidas previstas para ser aplicadas a los infractores.
Sin embargo, a pesar de estas y otras acciones que las fuerzas del orden puedan ejecutar en pos del bienestar colectivo, es la propia población en su más amplia gama de edades, preferencias, género, ocupaciones…, quien posee las claves para lograr la armonía personal y colectiva.
Toca a las familias, en primera instancia, alertar a sus integrantes sobre las normas de comportamiento que deben seguirse, en especial aquellas que promueven el respeto hacia la colectividad.
Esperemos que el apego a las buenas costumbres, el rechazo social a la indisciplina y el actuar policial eficaz, hagan en este verano una tríada inseparable a favor de la paz y el disfrute del pueblo, ese al que nadie tiene el derecho a perjudicar.
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