¿Efecto retardado?, o la obra de nunca acabar

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La historia comenzó hace mucho tiempo, cuando la calle 61 (Holguín), —la vía más expedita entre el Hospital Provincial Dr. Gustavo Aldereguía Lima y su anexo, el Centro Especializado Ambulatorio, para más señas, entre la avenida 5 de Septiembre y la Calzada de Dolores—,  clamaba por su asfaltado.

Un buen día, los esperanzados vecinos de esta arteria citadina vieron llegar las poderosas máquinas que “se van comiendo” el  devastado pavimento…  y transcurrido casi un año, en diciembre pasado, —¡finalmente!, pensaron los más optimistas—, se acabaría la polvareda con la llegada de la pavimentación ¿definitiva?.

¡Pero cuál no sería su desconcierto!

Sobre dos salideros torcieron el rumbo las pavimentadoras, (según indagamos un trabajo encargado a la ECOING 12, por la Empresa de Servicios Comunales Municipal), dejando atrás los acuosos escapes, cuyo arreglo debió haber comprobado el inversionista de la entidad  contratadora.

Y para no hacer tan larga la historia de nunca acabar, volvieron, dos meses después; ahora, obreros de la Empresa de Mantenimiento Vial, quienes a fuerza de martillo neumático levantaron una buena parte de la capa asfáltica, levantaron la capa vertida, y ahí quedaron los escombros y se fueron. Por suerte, desde las inusuales lluvias pos huracán Irma, no ha precipitado mucho que digamos, lo cual ha beneficiado a los dilatados ejecutores.

Tras más de una semana, este jueves 22, los vecinos les vieron regresar. Vertieron concreto sobre los huecos de las intercepciones de Holguín y Argüelles, también en la esquina de San Fernando y una parte, solo una parte, en la esquina a calle Santa Clara.

¿Cuándo regresarán? Difícil de predecir. No obstante, los residentes, atónitos, y cuanto transeúnte, usuario de medibús, ambulancia o camión, que viaja por la populosa vía, se pregunta cuáles son los inusitados plazos del cronograma de pavimentación de la calle de Holguín… y quién pagará por el  tiempo, el salario, el combustible y el asfalto vertido sobre salideros, que no tardarán en aflorar.

Sobre dos salideros, torcieron el rumbo las pavimentadoras./Fotos: Ismary Barcia
Salidero luego de pavimentar la calle./Foto: Ismary Barcia
Una vez más, comienzan las labores y quedan a la espera de ser terminadas./Foto: Ismary Barcia

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5 Comentarios en “¿Efecto retardado?, o la obra de nunca acabar

  • el 7 junio, 2018 a las 4:31 pm
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    Ismary Barcia Leyva, nunca deje de denunciar, esta revolución necesita cambiar todo lo que debe ser cambiado. Por favor si puede vaya a la entrada del circulo ¨Retoños Leninistas¨ en Pueblo Griffo y vea con sus propios ojos un enorme salidero de aguas albañales que lleva más de un mes, salidero que tenemos que atravesar a diario todos los padres y parece que no le interesa a nadie, o nadie es el responsable, o es que ese salidero es de todos, de veras no se. Saludos y gracias por publicarme.

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  • el 25 marzo, 2018 a las 3:18 pm
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    Ismary Barcia Leyva , Excelente artículo ! es mi mayor deséo de invitarla a que haga un trabajo periodistico necesario en estos tiempos sobre el Por qué la mayoría de los Cienfuegueros que necesitan el servicio de corriente 220 volt para aire acondicionados tienen que pagar por debajo de la mesa o sea sobornar empleados entre 20 y 30 cuc para obtener ese servicio rápido , mientras que los consumidores honestos tienen que esperar mucho tiempo ?

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  • el 24 marzo, 2018 a las 2:52 pm
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    La felicito pues si una de las mejores cosas que se pueden hacer dentro del periodismo es señalar estas cosas donde los responsables tendrán que dar una explicación a sus superiores y uds. a la vez tranmitírsela al pueblo.

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  • el 24 marzo, 2018 a las 2:37 pm
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    Gracias periodista por el artículo!
    Lo descrito es la muestra del desconcierto de actores que hay en ese asunto de la reparación-pavimentación de las muy deterioradas calles/avenidas de la ciudad.
    Responsables????? uhhhh una larga lista de siglas y dimequetediretes.
    El costo de este tipo de tareas es elevadísmo, pero el dinero para la inversión no es de nadie al parecer, pues a nadie le duele asfaltar sobre salideros o romper después de asfaltar! Hay Liborio!
    Es sencillamente una bofetada a la ciudad y una falta tremenda de responsabilidad en la administración de los poquísimos recursos con que contamos para evitar que las calles de la ciudad se sigan deteriorando!.
    Las tareas deben ser consecutivas y quitar salideros (somos millonarios en salideros dicho sea de paso como si el agua nos sobrara y el bombeo de ella no costara) y despues de certificar la ausencia de salideros verter el costosísimo asfalto en la privilegiada arteria vial (“privilegiada” pues “ciudad y media” necesita ser asfaltada!)
    Que desastre!

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