«EE.UU. puede hacer la ley que quiera, pero no puede pretender aplicarla a los demás países»
La Unión Europea (UE) lamenta la decisión tomada por EE.UU. de reactivar la polémica ley que permite las demandas por las propiedades nacionalizadas en Cuba, y reitera que defenderá con «todos los medios» posibles a los inversores europeos, aseveró el embajador de la Unión Europea en La Habana, Alberto Navarro.
Esta semana el Gobierno estadounidense anunció que revocará el próximo 2 de mayo la suspensión del título III de la Ley Helms-Burton, que permite reclamar ante cortes de EE.UU. propiedades nacionalizadas en la isla al triunfo de la Revolución cubana o en los años posteriores.
En declaraciones a RT, Alberto Navarro recalcó que «La UE lamenta profundamente, y va a defender con todos los medios a su alcance a los inversores, a los ciudadanos europeos».
El diplomático significó que la aplicación extraterritorial del título III de la Ley Helms-Burton «es contraria al derecho internacional (…) EE.UU. puede hacer la legislación que quiera y aplicarla a su territorio, pero lo que no puede es pretender a aplicarla a los demás países», comentó.
La entrada en vigor de esa polémica ley abrirá la puerta a una previsible oleada de demandas por parte de personas o entidades cuyas propiedades nacionalizó después del 1 de enero de 1959 la naciente Revolución cubana liderada por Fidel Castro.
UE: primer socio comercial de la Isla
Por otro lado, Navarro indicó que la Unión Europea es el primer socio comercial de Cuba, y que solo en el 2018 el intercambio mercantil entre las partes supuso un total de 2 mil 600 millones de euros (unos 2 mil 920 millones de dólares). Sin embargo, la aplicación extraterritorial de la ley estadounidense restaría incentivos a los empresarios europeos a invertir en la isla, añadió.
Dados los graves perjuicios que la maniobra jurídica de EE.UU. podría causar a numerosas e importantes empresas europeas que operan en Cuba, la Comisión Europea ya advirtió a Washington sobre las represalias que podrían llevar a cabo desde el bloque para compensar el impacto negativo sufrido.
A través una carta firmada por Federica Mogherini, alta representante de Exteriores de la UE, y Cecilia Malmström, comisaria de Comercio, Bruselas avisó que recurriría «a todos los instrumentos a su disposición, incluida la cooperación con otros socios internacionales, para proteger sus intereses», incluyendo «la posibilidad de iniciar un procedimiento ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)».