¿Dónde estará la primavera de los museos?

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En los museos, esos sitios donde como dijera el Premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk “el tiempo se transforma en espacio”, es necesario desempolvar hasta su nombre, por la escasa visita de los usuarios, el pueblo, la gente, que en definitiva son los que le otorgan función y vida. Porque en los últimos tiempos, lamentablemente, ellos han corrido igual suerte que muchas de las bibliotecas públicas en nuestro país.

De acuerdo con la Ley No. 106 referida al Sistema Nacional de Museos de la República de Cuba, este organismo “está integrado por los museos nacionales, específicos, provinciales y municipales, los que por la naturaleza de sus colecciones pueden ser generales y especializados en arte, historia, arqueología, ciencias naturales, ciencia y tecnología, etnografía, antropología y otras especialidades”. Dato que nos esboza un abanico amplio de este tipo de lugares en toda la Isla, que “atesoran, custodian, conservan, catalogan, comunican y exhiben, de forma ordenada sus fondos y colecciones, con arreglo a criterios científicos, estéticos y didácticos”.

Pero, ¿qué pasa cuando no apreciamos una relación palpable entre estas instituciones y el público? A las claras, quedan convertidas en cementerios, en búcaros, floripones disfuncionales en medio de las urbes y comunidades. Por lo que las direcciones provincial y municipales de Cultura, los órganos locales del Poder Popular y subordinados de Patrimonio son los encargados de contrarrestar la actual situación que –más allá del protagonismo que han adquirido las nuevas tecnologías– deben examinar de manera asidua el activismo de sus servicios.

En los museos es necesario desempolvar hasta su nombre, por la escasa visita de los usuarios, el pueblo, la gente, que en definitiva son los que le otorgan función y vida. En la foto de 2016, trabajadoras del Museo Provincial laboran en la conservación de obras legadas a la institución. /Foto: Julio Martínez Molina
En los museos es necesario desempolvar hasta su nombre, por la escasa visita de los usuarios, el pueblo, la gente, que en definitiva son los que le otorgan función y vida. En la foto de marzo de 2016, trabajadoras del Museo Provincial laboran en la conservación de obras legadas a la institución. /Foto: Julio Martínez Molina

Hoy, el panorama es triste, si a ello le sumamos las condiciones que presentan algunos locales en varios territorios de la provincia. Un ejemplo es el Museo Municipal de Lajas, donde se exhiben –entre otros– documentos, fonogramas y fotos valiosas del Bárbaro del Ritmo, Benny Moré. El propio colectivo de trabajadores de ese lugar comentó a nuestro semanario la urgente necesidad de acondicionar el local y automatizar, por lo menos, una sala del museo, para que los visitantes puedan adquirir las informaciones a través de nuevos formatos (USB, teléfonos, tabletas…) Sin estas facilidades, el museo de Lajas continuará presentando obstáculos, para que la gente –sobre todo los jóvenes– hagan suya la historia local que allí está contenida.

A pesar de la restauración capital del Museo de las Artes (Palacio Ferrer), la situación en la ciudad cabecera no puede calificarse de buena: el Museo Provincial está en proceso de restauración hace algunas semanas. Desde la percepción de este periodista ante una visita sorpresa: si antes era un local “muerto” –a la sombra de otros sitios emblemáticos como el Terry–, en el presente, la poquísima afluencia de público en sus salas, es lo más notorio.

Sin embargo, notamos algo: los extranjeros parecen ser los únicos interesados en la historia de Cienfuegos. En ver colecciones, fotos antiguas, inmobiliarios, artesanías… ¿Qué pasa entonces? Los cubanos no parecemos muy motivados: el caso remite solo a quienes realizan tesis y otras investigaciones.

Organismos e instituciones deben promocionar la visita guiada a estas instituciones. Hace pocos días, el Museo Naval despertó la curiosidad de los guardiamarinas del buque escuela Simón Bolívar que visitó Cienfuegos. /Foto: Modesto Gutiérrez
Organismos e instituciones deben promocionar la visita guiada a estas instituciones. Hace pocos días, el Museo Naval despertó la curiosidad de los guardiamarinas del buque escuela Simón Bolívar que visitó Cienfuegos. /Foto: Modesto Gutiérrez

Imperdonable sería no aludir al polémico Parque de las Locomotoras de esta ciudad: más que parque es museo, y más que museo, hoy, es cementerio. A este aspecto, solo añadiremos la crítica de Israel Wilfredo Díaz Gómez (más conocido como “Wildy”), fotorreportero de la revista juvenil Somos Jóvenes y cienfueguero además: “Aquel que ame el ferrocarril como yo, desearía que el nuestro estuviera en mejores condiciones. Quisiera que las autoridades competentes comprendieran mejor las enormes potencialidades del patrimonio ferroviario en relación con el turismo”. Más claro ni el agua.

Si en este parque-museo, –proyecto gestado desde el año 2010– se desarrollara la explotación turística, en función de ofrecer a los públicos un conocimiento vernáculo sobre las máquinas que se encontraban en diferentes centrales azucareros y que estaban en peligro de desaparecer, todo sería muy distinto a lo que es hoy.

El mundo celebró, en fecha reciente, el Día Internacional de los Museos (el pasado 18 de mayo), y Cuba, más allá de los esfuerzos, no mostró su mejor cara. Al menos, Cienfuegos, debe seguir buscando su primavera.

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Delvis Toledo De la Cruz

Licenciado en Letras por la Facultad de Humanidades de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en 2016.

5 Comentarios en “¿Dónde estará la primavera de los museos?

  • el 20 abril, 2021 a las 10:44 pm
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    Me interesa la historia de la estación de trenes de Helpi ya que era propiedad de mis bisabuelos.

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  • el 5 marzo, 2020 a las 10:13 pm
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    Es una lástima que un sitio tan importante como el parque de las locomotoras por la significación del ferrocarril para nuestro país y para nuestra provincia se haya dejado deteriorar hasta el punto que hoy se encuentra; de haberse conservado sin haber afectado sus alrededores dándole otros usos, incluso para la construcción de viviendas, fuera un intesante sitio digno de admirar, pues aún con tanto deterioro no deja de mostrar cierta prestancia.

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    • el 6 marzo, 2020 a las 10:51 am
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      Ya no me caben dudas de que el asunto del ferrocarril en esta provincia es la perfecta cenicienta. El poco o nulo tratamiento que se le otorga es penoso. La terminal de trenes [con su historia in(tren)minable de restauración] habla por sí sola.
      Cuanta razón tiene usted. Aun en la debacle en la que está sumido el parque de las locomotoras, la melancolía del sitio no deja de ser hermosa.
      Gracias por leernos.

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  • el 28 mayo, 2019 a las 7:52 am
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    Sería muy bueno también si los museos, o al menos, los principales o más conocidos tuvieran su sitio WEB o presencia en internet para las visitas virtuales desde cualquier parte del mundo. De ser así, sería necesario se publicaran las mismas.
    Muchas gracias.

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    • el 6 junio, 2019 a las 2:28 pm
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      Tiene usted mucha razón: tal es el caso del mencionado Museo municipal de Lajas. Cuántas personas que lo visitan, quisieran llevarse informaciones digitales. O mejor, acceder on line a ellas desde una plataforma.
      Una idea maravillosa que tuve en mente hace algún tiempo, es la confección de aplicaciones para celulares con los datos de los museos en las provincias y sus colecciones. Pero con eso no basta, la visita en persona es lo ideal. Cultura tendrá que empinarse en el logro de todo esto.

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