Diseño cubano: tras el eslabón perdido

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 18 segundos

Desde 1998 celebramos en Cuba, el Día Mundial del Diseño, establecido con anterioridad y encaminado aquí a mostrar la punta del iceberg de la panorámica nacional en los más diversos perfiles.

Sobresalen en tal horizonte la impecabilidad de la hechura informática, la frescura del trazo a tinta o a grafito, el estatismo del cartel, la secuencia y seductor movimiento multimedial con su ilusionismo 3D, en cada espacio los sentidos están de plácemes.

Todos son señales del paisaje creativo actual, el sencillo índice de un mundo dinámico y voluminoso que se halla sumergido. En homenaje a la efeméride, trataremos de develarlo con el artista plástico y diseñador Camilo Díaz de Villavilla.

¿Tiene relación la actual tendencia a valorizar el diseño con el cambio de mentalidad acerca del marketing?

“Pienso que sí, de hecho siempre marketing y socialismo tuvieron cierta contradicción.   Desde el punto de vista del mercado tal binomio nunca llegó a buenos términos, incomparable el dilema con el capitalismo. Deben revisar mucho el tema de la imagen, que es lo que más vende hoy por hoy, hay veces que la representación logra etiquetar cosas increíbles”.

A principios del siglo XX la escuela rusa Vkhutemas marcó hitos en el diseño que constituyeron revolución en la historia del arte ¿Puede argumentar el fenómeno?

“Fue increíble, esa disciplina empezaba a nacer como tendencia en el campo de las artes visuales, el estado patrocinaba y había potencialidades inmensas, perfectamente congeniaba ese fenómeno con la escuela occidental, que la antecedió, no tiene nada que envidiarle.

“Se hicieron experimentos que no se concretaron, pero surgió una vanguardia del diseño industrial e informacional, el título del graduado incluso decía ‘ingeniero artista'”.

Esta especialidad ayuda a crear identidad de sucesos, entidades e instituciones, en el nuestro son ejemplos: la cartelística, el diseño editorial y la ilustración, hasta las de avanzada como los spots publicitarios y los multimedias informáticos.¿Considera igual todas las aristas del diseño cubano actual?

“No, de hecho aunque tenemos ejemplos interesantes de cartelística a nivel cuantitativo, para nada se parece a la de los años 70, sobre todo en cartel politico que cuando aquello eran buenos, junto con a los de cine; lo peor es que ahora, con menor calidad, salen en vallas; son de mal gusto, no tienen la estética requerida. Con mejor salud resaltamos el diseño editorial, válido el trabajo del grupo Camaleón”.

Los creadores de la imagen visual asumen el reto que le impone la sociedad de la información. ¿Son las nuevas tecnologías posibles caminos para acortar las distancias entre arte y diseño gráfico?

“Yo pienso que en la vida todo tiene un precio y digamos que esta excesiva democratización de las tecnologías crea un problema; cualquiera que sale a trabajar con una computadora cree ser diseñador, siempre he dicho que un ordenador es un lápiz pero si quien lo tiene no es un creador, el resultado no es el mismo.

“Lo importante es quién está detrás de la máquina, Picasso dijo ‘los ordenadores son inútiles solo pueden dar respuestas’ y no lo dijo en el sentido peyorativo, es una metáfora, el que está para hacer interrogantes es el hombre, sea con la máquina o con un carboncillo”.

Mucho debatimos acerca de las perversiones del gusto, de la invasión de la banalidad y los atractivos del consumismo, el diseño influye, afirma valores y permea el comportamiento de las personas¿Son suficientemente utilizados los egresados del Instituto Superior de Diseño(ISDI) en pos de mejorar el ambiente que nos rodea y la calidad de la producción nacional?

“No, el spot audovisual es el mejor ejemplo y una evidencia es que en el paquete salen propagandas de hostales y paladares particulares buenísimas, mejor que las televisivas. No sé por qué, ni en que parte del proceso se pierden eslabones, el ISDI tiene buena formación, pero lo que sale como producto no se corresponde; si logramos hallar ese bache los resultados serían mejores”.

Un ordenador es un lápiz pero si quien lo tiene no es un creador, el resultado no es el mismo./ Foto: Centro de documentación.
Un ordenador es un lápiz pero si quien lo tiene no es un creador, el resultado no es el mismo./ Foto: Centro de documentación.

Visitas: 115

Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

2 Comentarios en “Diseño cubano: tras el eslabón perdido

Responder a Gualterio Nuñez Estrada Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *